Exteriores descubre que el consulado español en Argel rechaza visados de forma irregular
El canciller denegó una solicitud en septiembre en nombre de la cónsul relevada días antes y en ausencia de su jefe

José Manuel Albares, ministro de Exteriores, junto a un documento irregular expedido por el consulado español en Argel. | Ilustración: Alejandra Svriz
El Ministerio de Asuntos Exteriores investiga la posible denegación irregular de visados por parte del consulado español en Argel tras descubrir que en las últimas semanas se han rechazado solicitudes en nombre de la cónsul Miriam de Andrés cuando ella ya había sido relevada por el nuevo titular, Gauden Villas.
El consulado en Argel está en el punto de mira del departamento que dirige José Manuel Albares después de que varios empresarios españoles hayan enviando cartas de protesta a Madrid en las últimas semanas, en las que se acusa a la legación diplomática de «sabotear» las relaciones bilaterales al negarse a expedir visados de trabajo a argelinos de forma sistemática. El consulado español en Orán, más al oeste, tampoco se libra de la polémica después de que Exteriores haya destituido la pasada semana a una jefa de visados, tal y como reveló THE OBJECTIVE.
De Andrés fue sustituida en Argel a mediados de septiembre por Villas, aunque estaba previsto que fuera unas semanas antes. Este último pasó varios días en la capital argelina sin poder ejercer en su demarcación consular porque no le llegó el exequator o plácet de las autoridades argelinas a principios de septiembre. Ante el silencio argelino, Villas tuvo que desplazarse al país magrebí con su pasaporte diplomático tras su nombramiento en julio y sin el visado correspondiente por su condición de cónsul. Todo ello en represalia por la misma actitud que había tenido Exteriores con el último cónsul argelino que se instaló en Barcelona.
El ministerio de Albares indaga ahora por qué han aparecido documentos con el sello de De Andrés como cónsul cuando ya había abandonado Argelia. Este diario ha tenido acceso a una denegación de visado del día 21 de septiembre a nombre de ella (ver abajo), cuando en los días previos ya firmaba su sustituto como máximo responsable de la legación diplomática. Lo más llamativo es que la firma de De Andrés no es la que aparece en otros documentos del consulado, sino que corresponde al canciller, Vicente Moreno. Es decir, este último suplantó la identidad de la cónsul relevada para rechazar la solicitud de viajar a España de un ciudadano argelino.

La firma de Miriam de Andrés es muy diferente a la del canciller y se puede consultar en otros documentos oficiales a los que ha tenido este periódico (ver abajo). Por ejemplo, en la resolución de una convocatoria de una plaza temporal en el consulado del pasado 10 de agosto. O en otra denegación de un visado que ella misma firmó de su puño y letra el 24 de agosto.

En cuanto a Villas, la firma del nuevo cónsul aparece en un documento oficial del 18 de septiembre, por lo que la denegación de un visado tres días después a nombre de De Andrés es irregular. El día 21, en el que el canciller rechazó una solicitud en nombre de su antecesora, él se encontraba fuera de Argel por un permiso de trabajo. Una situación que se prolongó hasta final de mes, según explican fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE, como se puede comprobar en otros documentos: el 29 de septiembre, por ejemplo, Moreno firmó en nombre de Villas (ver abajo) una relación de admitidos para una plaza que había salido a concurso. En ausencia del cónsul y sin otros diplomáticos acreditados en el consulado, como es el caso de Argel, el canciller era la máxima autoridad en la legación.

El canciller ha firmado en los últimos meses varios documentos en nombre de los cónsules por delegación, pero en la denegación del visado del 21 de septiembre no aparece el acrónimo «P.D.», que él mismo utiliza en los escritos oficiales (ver abajo). ¿Ha firmado Moreno más documentos presuntamente fraudulentos en ausencia de Villas? THE OBJECTIVE ha preguntado en la última semana dos veces a la Oficina de Información Diplomática (OID) cómo justifica que haya resoluciones del consulado firmadas a nombre de Miriam de Andrés cuando su sucesor ya ejercía como cónsul y por qué aparecía la firma del canciller en la denegación de un visado a nombre de la cónsul cuando ella ya estaba cesada, pero no ha obtenido respuesta en este tiempo.

El delito de suplantación de identidad en documento público se refiere en el Código Penal a la falsedad documental (artículo 390) y la usurpación de estado civil (artículo 401), que pueden concurrir simultáneamente. La falsedad documental se comete al alterar un documento público y la suplantación de identidad se produce cuando una persona se hace pasar por otra para cometer actos jurídicos o perjudicar a terceros. Si bien las penas de cárcel en ambos casos es de seis meses a tres años para particulares, junto con una multa de seis a doce meses, en funcionarios supone un agravante en el que la prisión llega a los seis años, la multa a dos y existe la posibilidad de inhabilitación para cargo público hasta un máximo de seis años.
A las quejas de los empresarios españoles de las últimas semanas por la situación en el consulado de Argel se añade una denuncia anónima enviada por correo electrónico el pasado 4 de septiembre a varios ministerios —Exteriores, Justicia y Economía—, así como al embajador en Argelia, Fernando Morán, y el Defensor del Pueblo. En ella se solicita una investigación «sobre las prácticas ilegales y abusivas» del canciller que gestiona los visados en el consulado ante los hechos «de extrema gravedad» que se están produciendo en la actualidad.
La denuncia, a la que tuvo acceso TO, indica que el canciller lleva «desde hace un tiempo organizando un sabotaje contra las relaciones sociales y comerciales» entre Argelia y España ya que «rechaza sistemáticamente las solicitudes de visados de negocios y visados médicos, así como las renovaciones de visados de ciudadanos argelinos propietarios de bienes inmuebles en España, lo que ha provocado la anulación de varios contratos de compra de material industrial y ha causado un perjuicio directo a los intercambios bilaterales».
Corrupción y tráfico de influencias
El citado escrito advierte de que, en paralelo, el canciller «concede visados a jóvenes solicitantes a cambio de pagos ilegales de varios miles de euros, demostrando la existencia de un tráfico de visados estructurado y mantenido por una red activa en Argelia, con la complicidad de la secretaria del cónsul». Para ello, se aportan los números de dos solicitudes de visado con sus referencias, «que fueron obtenidas fraudulentamente a través de esta red a cambio de sumas de dinero».

«Cada día, este canciller aprovecha la ausencia de la cónsul, doña Meryam [sic] de Andrés, para tramitar expedientes fraudulentos y enriquecer a su red, mientras que a responsables de empresas españolas implantadas en Argelia se les niega toda consideración cuando intentan intervenir en favor de sus empleados. Vicente Moreno les responde que hace lo que quiere, sin respetar siquiera la imagen y los intereses de las grandes empresas españolas presentes en este país».
Tales prácticas constituyen, según se indica en la denuncia, «no solo un abuso de poder manifiesto, sino también un acto de corrupción y tráfico de influencias en contradicción directa con las leyes españoles y europeas. Dañan la imagen y la credibilidad de las instituciones españolas en el extranjero, comprometen la confianza de los ciudadanos y de las empresas, y debilitan en un momento crucial las relaciones económicas y políticas que España y Argelia se esfuerzan en consolidar».
Ante la «gravedad» de los hechos y sus consecuencias diplomáticas, económicas e institucionales, el denunciante solicita «respetuosamente» que se ordene una investigación «profunda e independiente» sobre la gestión de los visados en el consulado de España de Argel, «que se verifiquen las listas de visados concedidos y rechazados desde la llegada de este canciller, y que se adopten las medidas necesarias para poner fin a estas prácticas escandalosas». El citado canciller se puso en contacto con THE OBJECTIVE tras la publicación del artículo para negar «categóricamente que haya tratado o contestado» de la manera que se describe en la denuncia «a persona alguna», al tiempo que rechazó «las acusaciones que allí se vierten» contra él.

«Para más inri, publican una resolución donde pueden comprobar que nuestro sistema, afortunadamente, es muy garantista con el ciudadano, pues tiene la posibilidad de recurrir tanto en vía administrativa como en la vía judicial contencioso-administrativa. No puede haber más garantía que la doble instancia y Uds. dan por válida la afirmación de que las resoluciones no se pueden recurrir», subrayó a renglón seguido.
Argelia se queja con más pateras
El principal foco de tensión entre Madrid y Argel en estos momentos es la presión migratoria sin precedentes desde las costas argelinas hacia Baleares. En los últimos cuatro meses, de junio a septiembre, cuando el clima es más benigno para navegar, han llegado a Canarias 1.900 personas a bordo de 34 pateras, frente a las 3.900 que han arribado a las costas baleares en 224 embarcaciones que salieron de Argelia, según los cálculos elaborados por THE OBJECTIVE a partir de los datos que recoge el Ministerio del Interior. Es decir, Baleares ha recibido durante ese periodo de tiempo el doble de inmigrantes –un 105,26% más– que las Islas Canarias. Ocurre lo mismo con el número de cayucos: en el caso balear han sido seis veces más los que han llegado hasta Formentera, Ibiza y Mallorca.
¿Por qué Argelia mira hacia otro lado ante la avalancha de pateras que salen de su país? Fuentes diplomáticas consultadas por THE OBJECTIVE indicaron a finales de agosto que ello se debía a una actitud más laxa de las autoridades del país magrebí en la lucha contra las mafias para presionar así a España a que agilice la concesión de visados a sus ciudadanos. Precisamente, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitó la pasada semana el país magrebí para intentar frenar la llegada de inmigrantes ilegales.
El problema de fondo se encuentra en la lentitud con la que los consulados españoles en Argelia —en especial, Argel— expiden visados a los argelinos que quieren viajar a España por motivos laborales o de turismo. En la actualidad, el visado es obligatorio tanto para los españoles que deseen viajar a Argelia —a diferencia de la situación con Marruecos— como de forma recíproca. No existe la modalidad de visado en frontera, por lo que si una persona llega a Madrid o Argel sin este documento, es obligada a regresar a su país de origen en el siguiente vuelo disponible.
El Gobierno argelino se ha quejado en los últimos meses de que las autoridades españolas han estrangulado la concesión de visados para sus ciudadanos, algo que coincide con las quejas de empresarios españoles. En este sentido, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, constató en su última comparecencia en el Congreso el elevado número de quejas recibidas en cuanto a la obtención de citas para visados en los consulados de Argelia y Marruecos, que solo pueden obtenerse por vía telemática, lo que llevó a esta institución a formular recomendaciones a Exteriores para que se adopten medidas que subsanen el problema. Pero, por el momento, las palabras se las lleva el viento del desierto.
