La relación «rota» entre Abascal y Ortega Smith: de ser su abogado a tener un pie fuera de Vox
Fuentes del entorno del fundador del partido creen que no repetirá en las listas electorales de 2027

El líder de Vox, Santiago Abascal, y el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith. | EP
La historia entre ambos se remonta a 2012, cuando Javier Ortega Smith, un abogado madrileño con experiencia en el servicio militar (boinas verdes) y conocido en círculos conservadores, fue contratado como letrado de Santiago Abascal en un juicio que transcurrió en la Audiencia Nacional. El abogado defendía a miembros del Partido Popular que habían sufrido agresiones de radicales abertzales en Llodio (Álava) en 2003. En el tribunal, Santiago Abascal y Javier Ortega Smith estuvieron acompañados por Iván Espinosa de los Monteros, lo que terminó derivando en el núcleo inicial de Vox. Así lo ha relatado el propio Ortega Smith en una entrevista concedida a COPE esta semana, en la que se ha consumado la ruptura definitiva entre ambos —otrora— amigos.
Pero este episodio también anida en el libro No me rindo: sin miedo contra ETA y frente a la cobardía política, escrito en 2014 por Santiago Abascal con Gonzalo Altozano, periodista que también compuso el núcleo primigenio de Vox. Ahí, Abascal describe a Ortega Smith como un «ejemplo legionario», un «hombre de choque» y extraordinariamente «leal», recalcando que lo representó de forma altruista. Esto es, gratis. Poco antes del juicio, se habían conocido en un acto de entrega de premios de la Fundación Denaes (Defensa de la Nación Española), impulsado por el líder de Vox, y en el que colaboraba Ortega Smith.
Más de una década después, poco queda de aquella admiración mutua. «La amistad y la confianza que tenían Santi y Javier se ha deteriorado en los últimos años, y está rota», revelan desde el entorno de Ortega Smith, desde el que señalan cómo esa ruptura comenzó a fraguarse por motivos políticos, tras la destitución del fundador de Vox como secretario general para ser sustituido por Ignacio Garriga, el 6 de octubre de 2022.
El fundador de Vox nunca entendió esa elección, y, tras las elecciones generales del 23 de julio de 2023, comenzó a deslizar las primeras críticas a la dirección nacional. La que tuvo más eco fue tras la salida de Iván Espinosa de los Monteros. «Me da mucha pena no tenerle al lado», confesó el miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que reconoció sentirse «traicionado y engañado», y avisó de que Vox no podía convertirse en una «agencia de colocación»: «La lealtad no consiste en aplaudir como palmeros a quienes tienes al frente de un proyecto, sino decirles las cosas y llamarle al pan, pan y al vino, vino».
Pero el cruce del Rubicón fue el amago de Ortega Smith de disputar unas primarias a Abascal entre diciembre de 2023 y enero de 2024. A modo de represalia, ese mes se produjo la última remodelación del CEN, en la que se le degradó a mero vocal y se expulsó a su mano derecha, Pedro Fernández. Quien fuera uno de los hombres de confianza de Santiago Abascal ha sido orillado paulatinamente.
Fuera de la portavocía
La última maniobra en pos de ese orillamiento es la quita de la portavocía adjunta en el Congreso de los Diputados para dársela a Carlos Hernández Quero, un joven que desde hace un año está ganando mucho predicamento en Vox, y está llamado a ser uno de los rostros visibles del futuro junto a José María Figaredo. El partido conservador ha justificado esta decisión en que así se pone el altavoz en «uno de los principales problemas por los que atraviesan los españoles: el de la emergencia habitacional», pero el desplazado considera que esta excusa no tiene sentido.
Javier Ortega Smith ha criticado la decisión por «equivocada e injusta», subrayando que «no creo que la persona que me sustituye no haya podido intervenir todas las semanas sobre esta cuestión». «No termino de entender esta razón», ha admitido públicamente portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, que ha recibido la réplica de Santiago Abascal comparando su partido con un equipo de fútbol: «En Vox hay un gran banquillo, hay que respetar al banquillo y yo creo que todos tienen que aprender a ceder paso».
Un pie fuera de Vox
Ese «ceder el paso» ha sido interpretado en el entorno del aún representante de Vox en Madrid como un aviso: aunque Ortega Smith aún permanece en el CEN, tiene los días contados en el partido. Si ha aguantado tanto —más que Rocío Monasterio o Iván Espinosa de los Monteros— es porque su vínculo con Santiago Abascal era más fuerte. De hecho, es el padrino de uno de sus hijos. Pero la situación se ha vuelto ya irreversible.
Desde el entorno de Ortega Smith dan por hecho que no repetirá como candidato a la alcaldía de Madrid en 2027, y ya colocan a Carlos Hernández Quero como su sustituto. Desde Vox, sin embargo, aseguran que son «rumores», y «a veces el rumor no es la antesala de la noticia»: «No empezamos a hacer listas ni nada hasta que no se convocan elecciones». Entonces, el Comité Ejecutivo Provincial mandará sus listas al Comité Ejecutivo Nacional, del que aún forma parte el fundador de Vox, para su okey. Fuera de ellas, el núcleo primigenio de Vox en activo quedará reducido a Santiago Abascal.
