Alfonso Serrano (PP): «Sánchez es un cobarde moral, político y electoral»
El secretario general del PP de Madrid asegura que «no hay drama humano que tape todo el estiércol del presidente»
Alfonso Serrano (Madrid, 1976), senador y secretario general del PP de Madrid, se ha convertido en la mano derecha de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su principal defensor frente a los ataques del Gobierno de Pedro Sánchez y del conjunto de la izquierda. Su relevancia en el partido trascendió la política regional cuando Alberto Núñez Feijóo le confió la organización del último congreso nacional. En una entrevista concedida a THE OBJECTIVE asegura que el Pedro Sánchez es un «cobarde moral, político y electoral», porque no ha tenido la «gallardía de presentarse por Madrid» para enfrentarse a Ayuso. Según Serrano, «manda gente al matadero porque él no se atreve, es un partido que está muerto».
PREGUNTA.- Esta semana ha comenzado el juicio contra el fiscal general del Estado por la filtración de datos personales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Algunas declaraciones de testigos cuestionan a Álvaro García Ortíz, como la funcionaria que dice que no había ninguna norma que le obligara a borrar los mensajes del móvil. ¿Cree que empieza a desmoronarse la coartada del fiscal y los indicios podrían confirmar una operación del Gobierno contra una adversaria política?
RESPUESTA.- La mayoría de los españoles no tienen ninguna duda de que lo que ha ocurrido, en este caso, es una operación de Estado contra una adversaria política, tratando de atacar a un ciudadano particular. El hecho de que el fiscal general del Estado utilice su posición para situarse en una posición de igualdad con el resto de los miembros del tribunal denota hasta qué punto el Gobierno trata de meter sus manos en todo tipo de instituciones. Es lamentable que el fiscal general del Estado esté imputado y siga en su puesto y que lo esté, precisamente, por algo tan tremendo como es vulnerar presuntamente derechos de un particular, simplemente para hacer daño al adversario político. Son muchas las evidencias que están quedando claras de estos testimonios. El hecho de que no existan protocolos para borrar el contenido de los móviles demuestra que el fiscal borró pruebas. Este juicio lo que está dejando claro, es la magnitud de esa operación orquestada por la propia Fiscalía y Moncloa.
P.- ¿Teme que, en el caso de que el fiscal sea condenado, aumente la ofensiva del Gobierno y del PSOE contra la presidenta de la Comunidad de Madrid?
R.- Por desgracia, hay cosas con las que convivimos y llevamos años conviviendo, como un nivel de agresividad contra la presidenta de la Comunidad de Madrid inédito. No ha habido una campaña de difamación y de ataque personal y político como la que ha recibido desde antes de que fuera candidata. Por tanto, a mí no me va a sorprender absolutamente nada. Yo no sé cuál sería el siguiente paso, porque han ido por su madre, por su padre fallecido, por su entorno personal, por su entorno profesional. Cualquier persona que haya trabajado con ella o que la haya valorado o piropeado, sufre el acoso político, judicial y mediático, tanto del Gobierno como del Partido Socialista y de su coro de opiniones sincronizadas.
P.- ¿Deben perder toda esperanza de que Ayuso pueda quebrarse con estos ataques?
R.- Es una técnica muy de izquierda, muy totalitaria. Es la hoja de ruta del Partido Socialista cuando no puede batir electoralmente a un adversario: tratar de abatirlo personalmente. Lo han intentado muchas veces, pero se ha demostrado la fortaleza de una mujer que no solo tiene el apoyo mayoritario de los madrileños y, por supuesto, el apoyo incondicional de su partido, sino que cada vez que hay un ataque lo que hacen es reforzarla. Si hubiera elecciones, la mayoría que saca Isabel Díaz Ayuso sería todavía mayor, y el proyecto del Partido Socialista en Madrid sería todavía más menguante, si cabe.
P.- Como consecuencia de la dimisión de Carlos Mazón, la izquierda ha vuelto a poner en el foco lo que la ministra de Sanidad ha definido como «muertes evitables», en relación con los fallecidos por la dana, en las residencias en Madrid por la covid y los fallos por el cribado en Andalucía. ¿La utilización de la muerte como baza electoral se le volverá en contra al Gobierno de Sánchez?
R.- Estoy convencido, porque no siempre se puede utilizar esa dinámica. Hay muchísimos ejemplos en los que vemos que, cuando hay una desgracia humana, incluso fallecimientos, la izquierda se frota las manos y los utiliza políticamente. Ha ocurrido con el tema de la violencia de género y todas esas mujeres asesinadas. Ha ocurrido con la dana, con las víctimas de la covid en las residencias, con los atentados terroristas. La izquierda, en cuanto puede, utiliza el drama humano, el sufrimiento de la gente como palanca movilizadora. Una izquierda que ha hecho una ley que ha dejado a más de mil violadores en la calle, que ha puesto en peligro la integridad de muchísimas mujeres, que sufren acoso y violencia por la chapuza de las pulseras de Aliexpress. Es bastante bochornoso. Los españoles lo tenemos claro y, en concreto, en Madrid. Ese uso torticero de los dramas al final no les va a dar ningún rédito.
P.- ¿El PSOE puede tener la tentación de utilizar en las campañas electorales, que empiezan en Extremadura el 21 de diciembre, estos dramas humanos para tapar su corrupción?
R.- No hay drama en España que tape toda la corrupción, toda la basura y todo el estiércol que destilan Pedro Sánchez, su Gobierno y su gestión. Por mucho que lo intente, nada va a tapar que su mujer está imputada y su hermano pendiente de juicio, o que han utilizado herramientas del Estado, como la Fiscalía, para orquestar una operación contra el adversario político. Lo que tenemos muy claro es que tampoco nada va a impedir que sigamos hablando en positivo de lo que Madrid está consiguiendo. La izquierda busca que nos enfoquemos en otro tipo de debates y no pongamos encima de la mesa lo que estamos consiguiendo como sociedad. Madrid es un ejemplo de innovación, de educación, de servicios públicos, de sanidad, de talento, de centros culturales. A nosotros no nos van a callar y, frente a sus ataques, responderemos.
«Cuando hay una desgracia humana, la izquierda se frota las manos»
P.- El PP de Madrid habrá testado la temperatura electoral de la comunidad. ¿Está en riesgo la mayoría absoluta del PP?
R.- No voy a decir que no esté en riesgo, porque nunca hay que confiarse, pero tenemos la percepción de que hay una mayoría todavía más amplia que la del 23, y por eso está la izquierda tan nerviosa en España, especialmente en Madrid. Aquí, Pedro Sánchez quitó al líder del Partido Socialista para colocar a uno de sus ministros y que, de alguna manera, se implementara el sanchismo en la Comunidad de Madrid. El PSOE está totalmente bajo el yugo de Pedro Sánchez, a través de Óscar López, no tiene ningún tipo de independencia autonómica, ni local. Los proyectos a nivel local están totalmente desfigurados. Si hoy hubiera elecciones, muchos municipios gobernados por el Partido Socialista cambiarían de color, como Alcorcón, Rivas, Getafe, Coslada. Donde gobierna el Partido Popular, esas mayorías serían reforzadas, en Móstoles, Alcalá de Henares, San Sebastián de los Reyes, Arganda o Leganés tendría una mayoría todavía superior a la que obtuvimos en el 23. Nos esperan meses muy duros, porque cuando ven que no van a poder doblegarnos electoralmente, lo van a intentar personalmente.
P.- Hace unos meses la izquierda boicoteó en Madrid la final de la Vuelta Ciclista a España. ¿Temen que se pueda producir una situación similar en el Gran Premio de Fórmula 1, en septiembre de 2026?
R.- Todo lo bueno que le pasa a Madrid es una tristeza para la izquierda, todavía no la he visto alegrarse de nada. El delegado del Gobierno, Fran Martínez, es el mayor peligro que tiene la región para su seguridad y su convivencia. No dota de medios a la Policía y a la Guardia Civil y lo que busca es generar un clima de crispación: autoriza manifestaciones coincidiendo con eventos institucionales y no se centra en los problemas reales de los madrileños. Lo que menos me gustaría es ver a una delegación del Gobierno que lo que busca es es agitar las calles, en vez de buscar la convivencia y garantizar la seguridad de la mayoría de la región. Que la gente se manifieste en Madrid, me parece bien, es un derecho constitucionalmente protegido. Lo que no tenemos que permitir es que, bajo el paraguas de cualquier legítima reivindicación, haya quien trate de quebrar la convivencia de nuestra comunidad, convirtiéndola en una región que no lo es. Y el principal instigador, en este momento, es la Delegación de Gobierno.
P.- ¿Es Óscar López un peso pluma para la presidenta? ¿Qué consejo le daría para enfrentarse a Ayuso?
R.- Yo les diría a los socialistas que hagan lo que nunca han hecho, y es que prueben a defender a Madrid en vez de defender a Pedro Sánchez. En todos los problemas que ha tenido la Comunidad de Madrid con el Gobierno de España, los socialistas madrileños siempre se han puesto del lado de Pedro Sánchez, nunca de los madrileños. Por lo tanto, si esa técnica les ha ido bien durante estos treinta años, no seré yo quien les corrija.

P.- Como miembro de la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, ¿cómo vivió la comparecencia de Pedro Sánchez?
R.- Con cierta frustración y bochorno por ver a un presidente del Gobierno que se toma a chufla la comisión de investigación del Senado. A lo mejor se pensaba que iba a una comisión controlada por su partido o que le iban a hacer preguntas como si estuviera en los desayunos de Televisión Española. Sánchez está acostumbrado a preguntas dóciles y cuando se encuentra con un adversario político que le hace preguntas incómodas, se revuelve. Es frustrante porque utilizó las técnicas del presunto delincuente, «no me consta» o «no lo recuerdo», y eso no es propio de un presidente de Gobierno. Todavía no sabemos la mitad de hasta dónde llegan los tentáculosde esta trama que afecta al núcleo duro del propio presidente del Gobierno.
P.- La trama de corrupción del Gobierno y el PSOE empezó a gestarse en plena pandemia, cuando los ciudadanos estaban encerrados y muchos fallecieron. ¿Qué siente cuando escucha las acusaciones de «asesina» contra la presidenta de la Comunidad?
R.- La izquierda ha estado siempre utilizando el dolor y los dramas humanos. En España, con Pedro Sánchez, no se ha rebajado el número de mujeres asesinadas, se han desprotegido a las mujeres víctimas de violencia por ese sistema de pulseras, muchas mujeres han visto como sus violadores salían a la calle porque se les reducían condenas. Por lo tanto, es tremendo que haya quienes agiten el término «asesino» contra un adversario político, cuando el mayor peligro para la seguridad y para la integridad de muchos españoles ha sido el propio Gobierno de España.
P.- Madrid ha sido la tumba política de Pablo Iglesias. ¿Lo será también de Pedro Sánchez?
R.- Pedro Sánchez tiene una obsesión compulsiva con la presidenta Ayuso, pero es un cobarde. Lo ha demostrado su gestión. Tenemos un Gobierno con veintitrés ministros que, cada vez que pasa algo en España, nunca asume ningún tipo de responsabilidad, siempre es de otros. Es un cobarde porque lo que hace es atacar a un gobierno autonómico. Algo inédito, que un presidente del Gobierno y todos sus ministros utilicen los altavoces del Consejo de Ministros para atacar a una administración inferior como la Comunidad de Madrid. Además, manda al matadero a gente porque no es capaz de enfrentarse. Pablo Iglesias ha sido un cáncer para la convivencia democrática y poco a poco nos lo hemos ido quitando. Por lo menos tuvo la gallardía de enfrentarse a la presidenta. Pedro Sánchez no tiene la gallardía para presentarse por Madrid y lo que hace es mandarnos a Óscar López.
P.- ¿Está llamando cobarde al presidente del Gobierno?
R.- Es un cobarde moral, político y electoral.
P.- En la comisión Koldo se ha confirmado que algunos comparecientes, como Ángel Víctor Torres y Reyes Maroto, mintieron. ¿Es partidario de que el PP utilice la vía judicial, ya que es un delito mentir en una comisión de investigación?
R.- No descartamos ningún tipo de opción ni posibilidad más que los de la propia comisión y el Estado de derecho. La comisión analizará esos testimonios, según se vayan contrastando con hechos. Tenemos un ministro, Ángel Víctor Torres, que por activa y por pasiva en sede parlamentaria y fuera de ella, negó el conocimiento de personas de la trama. Lo que han demostrado los audios y el último informe de la UCO es que Ángel Víctor Torres era el conseguidor de la trama. La trama no podía haber llevado a cabo muchos de sus negocios de mascarillas si no hubiera sido por la intermediación de Ángel Víctor Torres. De las mascarillas sabemos que eran irregulares, que no cumplían con los criterios técnicos necesarios, que se saltaron los procedimientos de contratación. De todo esto, ¿quiénes se beneficiaron? Los grupos de la trama. Está por ver si alguien más del propio gobierno.
P.- Pero el ministro Torres se ha vanagloriado de que el informe de la UCO no le incrimina porque no aparece con prostitutas ni cobrando comisiones.
R.- Lo que dice el informe es que falta muchísima información por gestionar y que no descartan absolutamente nada, lo que pasa es que el Partido Socialista y el propio Víctor Torres están tratando de esconderlo. El Víctor Torres que se vanagloriaba ayer, es el mismo que decía que no conocía a Aldama, que no había apenas hablado con Koldo y hay ciento veinte conversaciones o intercambio de mensajes con el propio Koldo. Es curioso, ahora, en el Partido Socialista, es un logro que uno no esté vinculado con la prostitución. Pues oye, si ese es el nivel ético que se ponen los ministros, allá ellos.
«No hay nadie más leal a Feijóo que Ayuso»
P.- Ayuso ha sabido neutralizar a Vox en Madrid. ¿Es el modelo que tiene que copiar el PP en toda España?
R.- No es tanto una cuestión de cuál es el modelo que funciona para frenar a Vox, se trata de saber qué quiere hacer Vox. Se puede gritar, gesticular, sujetar una pancarta o se puede actuar con responsabilidad. Vox ha tenido la opción de estar en los gobiernos y lo que ha hecho ha sido salirse. Lo complicado es gestionar y asumir responsabilidades. Lo que nos une a todos aquellos que votamos formaciones de centroderecha son unas ideas y unos principios comunes y, sobre todo, poner fin a este Gobierno de mafia que tenemos, que corrompe la convivencia, el Estado de derecho, la igualdad y la libertad. Nosotros, en Madrid, hemos tenido un proceso muy claro, sin complejos, y en el que hemos conseguido un resultado que nos permite tener las manos libres para gobernar.
P.- ¿Un primer paso puede ser la conversación entre Feijóo y Abascal para encauzar la estabilidad del Gobierno valenciano, tras la dimisión de Mazón?
R.- Estamos en un momento en el que lo que no hay que hacer es darle bazas a la izquierda, al Gobierno o al Partido Socialista. Entiendo que haya gente que se pregunte por qué hay partidos que están mejor protestando contra el PSOE, mejor que intentando hacer todo para que pierda. Hay partidos que están más centrados en atacar al Partido Popular, que en atacar al PSOE y al Gobierno. Carlos Mazón y el Partido Popular han hecho un ejercicio de responsabilidad. En estos momentos, lo que hay que hacer es darle estabilidad y certidumbre a los valencianos y yo espero que Vox esté a la altura de las circunstancias.

P.- Se habla mucho de la relación entre Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, incluso se dice que el presidente está sometido a los dictados de la presidenta. ¿Hasta dónde llega la lealtad de la presidenta de la Comunidad con el presidente nacional?
R.- Podrá haber gente que sea tan leal a Feijóo como Ayuso, pero no creo que haya nadie que sea más leal que ella al propio Feijóo. Estamos viviendo una etapa ejemplar en lo que es la coordinación, el trabajo y el aunar esfuerzos entre el Partido Popular de Madrid y la dirección nacional. La coordinación es absoluta entre ambos equipos. Quienes están más interesados en dibujar esa imagen es una izquierda que no tiene proyecto en Madrid más que atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. El Partido Socialista de Madrid está muerto. Es un partido sanchista, controlado por Óscar López y en el que tienen de mamporrero al delegado del Gobierno.
P.- En el último Congreso Nacional del Partido Popular se aprobó un sistema de primarias de un militante, un voto, como planteó Ayuso, pero se habló de un ajuste posterior. ¿Ya se ha realizado?
R.- Lo que ocurrió después del verano fue que en una Junta Directiva se aprobó el nuevo Reglamento Marco de Congresos, que lo que hace es ajustar ese sistema. Es un sistema ya conocido y supongo que es el que se aplicará en los próximos congresos del partido que se celebrarán a partir de ahora.
