Una «gran grieta» transformará el Valle de los Caídos: un espacio «que invita al diálogo»
El público accederá a un círculo «abierto al cielo» que permite «reorganizar las circulaciones»

Maqueta del proyecto 'La base y la cruz'. | Rodrigo Jimenez (EFE)
Una «gran grieta» transformará el Valle de los Caídos y convertirá el espacio en un lugar de diálogo y pluralidad. Así lo ha anunciado este martes el jurado del Concurso Internacional de ideas para la resignificación del Valle de los Caídos, en declaraciones a medios en La Casa de la Arquitectura, en Madrid.
En este sentido, el secretario general de Agenda Urbana, Iñaqui Carnicero, ha explicado que la propuesta ganadora, identificada con el lema ‘La base y la cruz’, ha sido seleccionada por su «valentía» a la hora de enfrentarse a la monumentalidad del conjunto existente.
«Es un proyecto que con bastante valentía se enfrenta a la monumentalidad del conjunto existente. Propone una nueva visión de este conjunto monumental donde se definen los límites, donde se da más protagonismo a la naturaleza, hacia la arquitectura y donde se rompe la axialidad que tanto había caracterizado este monumento para producir una gran sombra, una gran grieta que facilita el encuentro, que invita al diálogo y que invita a una visión más plural, más democrática, donde se incluyan muchas perspectivas», ha asegurado.
Asimismo, ha explicado que, a través de una «gran losa», el público accederá a un círculo «abierto al cielo» que permite «reorganizar las circulaciones» y desde el cual se entrará al interior de la basílica, que se le harán «intervenciones mínimas».
El 27 de marzo de este año el Gobierno anunció que gastaría 30 millones de euros en la resignificación del Valle de los Caídos, de los cuales 4 millones serían para el concurso de ideas y la redacción del proyecto y 26 millones, para toda la resignificación, la museografía y la construcción del museo o centro de interpretación.
El objetivo de este concurso, según el Ejecutivo, es resignificar el conjunto monumental y su entorno desde «una triple dimensión, artística, arquitectónica y paisajística», y dar al Valle de los Caídos «una mirada plural, inclusiva y contemporánea» mediante una intervención «respetuosa» con quien allí está inhumado, «sostenible y consciente de su legado». En definitiva, lo imaginan como un lugar de «encuentro, lleno de actividad y de gente».
