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La división de Junts se traslada a los municipios: dos concejales de Sabadell desafían al partido

La militancia vota romper con el PSC en el consistorio por coherencia con la ruptura a nivel nacional

La división de Junts se traslada a los municipios: dos concejales de Sabadell desafían al partido

Los concejales de Junts Katia Botta y Lluís Mata. | JuntsxSabadell

La división interna que atraviesa Junts per Catalunya se extiende a los municipios en los que tiene acuerdos de gobierno con el PSC. Después de la rebelión de varios cargos locales, que quieren volver al «pactismo» y recuperar a figuras como Jaume Giró, el caso más evidente de riesgo de ruptura está en Sabadell, uno de los principales feudos socialistas de la provincia de Barcelona. En esta ciudad de más de 220.000 habitantes tiene el bastón de mando la socialista Marta Farrés. La alcaldesa, pese a ganar con mayoría absoluta los comicios municipales de 2023, integró a los concejales de Junts en su ejecutivo en aras de la estabilidad.

La militancia de Junts en Sabadell reclamó a sus dirigentes abandonar el gobierno municipal y romper de este modo con el PSC después de que no fructificaran las negociaciones que mantenían en los últimos tres meses para redefinir su relación. El presidente de la sección local, Francesc Baró, informó de que, en la asamblea del partido, 31 afiliados votaron a favor de salir del gobierno municipal (54,39%) frente a 26 (45,61%) que lo hicieron en contra.

Dicha decisión es vinculante, por lo que debe ser acatada por la ejecutiva local y por el grupo municipal. Esto representa la salida de los concejales de Junts Lluís Matas, que es teniente de alcalde, y Katia Botta para pasar a la oposición. No obstante, ambos concejales llevan tiempo mostrando sus reservas con esta decisión de su partido. Recientemente colgaron un vídeo en redes sociales en el que reivindicaban el trabajo hecho y defendían seguir adelante con el pacto con los socialistas.

«Demasiadas diferencias» con el PSC

En su comunicado, el presidente de Junts en Sabadell también afirma que es evidente que mantienen «demasiadas diferencias y […] demasiado relevantes» con la alcaldesa Farrés y con el PSC. A su juicio, esto imposibilita construir el Sabadell que Junts desea. Y si bien asegura que Junts tiene «vocación de gobierno pero no cualquier precio», destaca que rompen el acuerdo por decisión de los militantes y para dar a Sabadell una perspectiva de futuro más coherente, eficiente, justa, social y catalanista.

 
 
 
 
 
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Para Junts, el acuerdo de gobierno firmado con el PSC en octubre de 2023 «no ha sido políticamente útil ni institucionalmente equilibrado» y acusan a los socialistas de no apostar por un plan de vivienda social valiente, asequible y de alquiler ni de querer reforzar la presencial policial.

En la misma línea, también lamenta que no hubiera un acuerdo para elaborar un mapa de ruidos nocturnos para reducir puntos conflictivos, ni entendimiento para bajar la presión fiscal y para defender el catalán, entre otras cuestiones.

¿Concejales no adscritos?

En el caso que Botta y Mata no acaten la decisión de su partido, podrían mantenerse en el ejecutivo local como concejales no adscritos. La alcaldesa mantiene una buena relación con Mata, que es uno de los herederos políticos de la exconcejala Lourdes Ciuró, con quien el PSC ya había colaborado en el pasado mandato.

El trato entre ambos ha servido para hacer lo que llaman «política útil» y cerrar acuerdos que se basan más en criterios «técnicos» que ideológicos. De hecho, esta sintonía ha generado suspicacias entre la militancia de Junts, que acusa a sus concejales de renunciar a una política ambiciosa e independentista.

Ruptura frente a pactismo

Como informó THE OBJECTIVE, el partido se halla dividido entre quienes avalan la política maximalista de Carles Puigdemont de romper los puentes con los socialistas, tanto en Madrid como en Cataluña, y quienes creen que es «firmar su sentencia de muerte».

La rebelión interna ha empezado en el mundo local de los posconvergentes. Muchos de sus alcaldes y cargos municipales consideran que la única forma de combatir a Aliança Catalana es con «política útil» y ostentando nuevas herramientas a escala local que sirvan para frenar los problemas de inseguridad, okupación o multirreincidencia. Para ello, sostienen estos alcaldes y cargos, hay que negociar con todos los niveles administrativos. No obstante, Puigdemont y la militancia mantienen sus posiciones maximalistas de no llegar a más acuerdos con los socialistas.

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