Sumar celebra que Colau descarte volver a la primera línea política: «En Madrid no la quieren»
Anunció su decisión de no ser candidata y el partido considera que es la mejor opción «para todos»

Ada Colau.
El entorno de Yolanda Díaz en el partido Sumar acepta y celebra la decisión de Ada Colau de no volver a ser candidata en ningún ciclo electoral. Recientemente, después de un cambio de los reglamentos internos de los Comunes, se había especulado con la posibilidad de que Colau volviera a postularse para la alcaldía de Barcelona. Al mismo tiempo, algunos sectores del partido de la exregidora calentaban la opción de un salto nacional. La visibilidad lograda por Colau durante el viaje de la flotilla a Gaza podía servir de trampolín para esa «operación», que, sin embargo, la propia exalcaldesa ha negado. Según afirmó en una reciente entrevista, Colau dijo no tener intención de presentarse a primarias o próximas elecciones: «Ni municipales, ni estatales ni ninguna otra». Para Sumar esta es la mejor opción «para todos», según afirman fuentes del sector de Díaz a este periódico.
La clave de la decisión de Colau tiene ver, según estas fuentes, con que el equipo de Yolanda Díaz no quiere que la exalcaldesa desembarque en la capital, porque le restaría «protagonismo». Estos sectores de Sumar dejaron claro a sus interlocutores catalanes que la mejor decisión era que Colau no diera ningún paso nacional. En la actual lucha entre sectores, con Más Madrid enfrentado a Izquierda Unida y Sumar aún en vía de construcción, una figura mediáticamente muy fuerte como la de Colau habría generado tensiones. «En Madrid no la quieren», afirman de forma tajante las fuentes consultadas para referirse al entorno de Yolanda Díaz.
Yolanda Díaz se alió con Colau hace algo más de dos años, cuando lanzó su proyecto de Sumar. Colau estuvo desde los primeros movimientos de la política gallega, que Podemos iba interpretando como pasos hacia la traición. Estuvo en Valencia en el acto de 2021, donde fue excluida Irene Montero, y apoyó la campaña electoral de Sumar en 2023. Sin embargo, tras la salida del Ayuntamiento de Barcelona, en Sumar ha ido in crescendo la sensación de que cuanto más se aleja de la primera línea, mejor sería «para todos».
Según las fuentes consultadas, Sumar tampoco quería que Colau volviera a ser candidata a la alcaldía de Barcelona. El rechazo que la exalcaldesa despierta entre miembros de la cúpula del partido de Díaz se extiende también a Cataluña, según estas fuentes. En general, la opción preferida por Yolanda Díaz y sus personas de confianza es que Colau siga al margen de la política activa, tal y como está haciendo ahora.
Sucesión
La decisión de Colau de no volver a ser candidata de los Comunes aboca el partido a un enfrentamiento interno por su sucesión. Los Comunes celebrarán el próximo año un proceso de primarias para decidir quién será su candidato a la alcaldía de Barcelona. De momento, se cuenta con la posible candidatura de Gerardo Pisarello; en el partido catalán hablan además del posible interés de Jaume Asens. El escritor y crítico televisivo Bob Pop también ha entrado en la ecuación electoral tras afirmar públicamente su intención de presentarse a las primarias.
Lo que ocurra en el sector catalán de la izquierda es muy importante para Sumar. En primer lugar, porque el segmento de los Comunes es uno de los más relevantes en el grupo parlamentario nacional. Y después, porque en la situación actual de caída demoscópica, los estrategas de Sumar consideran que en las próximas elecciones generales las provincias catalanas, con Barcelona a la cabeza, serán de las pocas en las que podrán obtener representación.
Los Comunes también controlan uno de los cinco ministerios de Sumar en el gobierno de coalición. Se trata del departamento de Cultura de Ernest Urtasun. Sin embargo, este ministro que, al arrancar la legislatura ganó visibilidad e interés mediático, recientemente habría sido apartado o alejado de los focos por decisión de la propia Yolanda Díaz. Las fuentes consultadas sostienen que Díaz habría perdido la «confianza» en el político catalán por razones más personales que políticas, y que, de reeditarse el Gobierno después de unas elecciones generales, el cargo que peligraría sería el del propio Urtasun.
