ERC explora una alianza con la CUP en las generales para liderar el independentismo
Calculan que podrían atraer unos 100.000 votos más. Su última reforma de estatutos abre la puerta a integraciones

Oriol Junqueras y Gabriel Rufián en una imagen de archivo. | Europa Press
El fracaso del procés y la caída electoral que han sufrido los independentistas obliga a los principales partidos a reubicarse en el tablero político. Según ha podido saber THE OBJECTIVE en exclusiva, ERC ha iniciado contactos con dirigentes de la CUP para explorar una candidatura conjunta de cara a las elecciones generales de 2027. Se trata de capitalizar el voto independentista y de izquierdas en una misma lista y convertirse en primera fuerza independentista en el Congreso a costa de Junts per Catalunya. Según sus cálculos, aspiran lograr los casi 100.000 votos que obtuvo la CUP el 23-J.
En la actual legislatura, ERC y Junts per Catalunya están empatados con siete escaños, y ambos son necesarios para que el Gobierno de Pedro Sánchez pueda sacar medidas adelante. Al mismo tiempo, la CUP perdió toda su representación el 23-J: pasó de tener dos diputados a ninguno, un fracaso mayúsculo. Dentro de los cupaires se originó un debate en el que muchas voces instaron a recuperar su espíritu fundacional de ser una «organización municipalista» que haga política local.
Esta operación permitiría a la CUP mantener sus siglas en las elecciones municipales, pero seguir influyendo en la política que se hace en Madrid al sumar fuerzas con ERC. Los anticapitalistas se encuentran en una situación complicada, sin ningún liderazgo claro tras las últimas deserciones, como la de su portavoz Laia Estrada, por su descontento con los pactos con los socialistas. El nuevo escenario posprocés y la irrupción de Vox y Aliança Catalana han cambiado la política de alianzas.
La CUP ha ido progresivamente dejando de lado su papel de enfant terrible de la política catalana. Se ha abierto a pactos sobre vivienda con el PSC y ya se ensaya de facto en la Cámara catalana una suerte de cuatripartito —PSC, ERC, Comuns y la CUP— contra la «derecha» y la «ultraderecha» que, a su juicio, representan Junts, Vox y AC.
Atraer 100.000 votos cupaires
Este movimiento le podría servir a ERC para maquillar unos malos resultados y «atraer los casi 100.000 votantes procedentes de los antisistema», explican fuentes conocedoras de la operación a THE OBJECTIVE. Esta cantidad de votos, según sus cálculos, les situaría como primera fuerza independentista. Su aspiración de máximos sería que, a medio y largo plazo, la CUP se integrase en ERC para ser el «sector más anticapitalista» del partido, como ya tuvo ERC en la década de los 90 y entrado el año 2000.
En esta apuesta, hay puntos fuertes y débiles. Las fuentes consultadas no niegan que a veces «hay sumas que restan», y que lo que podrían ganar por su izquierda lo podrían perder por el centro. No obstante, consideran que el balance es positivo. Y más teniendo en cuenta que Junts, pese obtener 75.000 votos menos que ERC en el 23-J (ERC obtuvo 466.020 sufragios y Junts 395.429 votos) les igualó en escaños. Los de Puigdemont fueron fuertes en Gerona y Lérida, donde «obtener escaño es más barato», afirman.
Rufián es «imbatible»
El objetivo de ERC es recuperarse electoralmente. Para ello, Oriol Junqueras inició el pasado jueves una gira por los pueblos de Cataluña para explicar su candidatura a la Generalitat —a la espera de que se le aplique la amnistía— y el partido ha empezado a asumir nuevos debates, como el de la inmigración. Si hace unas semanas uno de sus alcaldes proponía una cumbre municipal para abordar el fenómeno, su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, ha vinculado la inmigración con la seguridad en los barrios.
ERC se propone garantizarse al menos unos ocho o nueve escaños en el Congreso en 2027 y mantener su «política útil» y su «papel negociador» que tiende puentes con los gobiernos del PSOE en Madrid. De hecho, su necesidad de alianzas pasa también por el hecho de que Junts per Catalunya no tendrá un rival directo, ya que Aliança Catalana ha decidido no concurrir a las generales.
Al mismo tiempo, si bien internamente muchos militantes de ERC cuestionan a Gabriel Rufián, acusándole incluso de ser «el mejor diputado del PSOE», los datos electorales reflejan otra cosa muy distinta: «ERC obtiene más votos en las generales que en las elecciones al Parlament», explican desde el partido. Su portavoz en el Congreso cosechó 466.020 votos en el Congreso frente a los 427.000 sufragios que logró Pere Aragonès en las catalanas del 12-M. «Rufián es imbatible, capaz de captar un voto de personas que probablemente votarían a Sumar o el PSC pero que les gusta el papel que desarrolla Rufián en el Congreso», añaden.
ERC-Endavant
Con todo, y pese a que la propuesta está en una fase muy embrionaria, ya se han barajado nombres que incluyan a ambas formaciones, como ERC-Endavant. Endavant es, junto a Poble Lliure, la principal corriente de la CUP. Representa a los sectores más izquierdistas y anticapitalistas dentro de la formación, mientras que Terra Lliure se ubica en un espacio más nacionalista. De la corriente Endavant-OSAN formaba parte la exdiputada Anna Gabriel, que se negó a investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat.
Estas fuentes no descartan tampoco que si esta propuesta no llega a buen puerto se podrían explorar «otras alianzas de mínimos» con distintas fuerzas de izquierda. Otras fuentes de ERC recuerdan además que en la última reforma de los estatutos del partido, en la que se incluyó corrientes de opinión como la que lidera Joan Tardà, también se abrió la puerta a que se acoplaran organizaciones en ERC siempre y cuando compartieran objetivos.
