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Política

Vox agita el cinturón rojo contra el 'Little Miami' de Ayuso: «Quiere un patio para los ricos»

El partido de Abascal acusa a la presidenta madrileña de beneficiar a «multimillonarios extranjeros»

Vox agita el cinturón rojo contra el ‘Little Miami’ de Ayuso: «Quiere un patio para los ricos»

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino, en un acto en Fuenlabrada en el marco de la campaña 'Madrid Sur en Pie'. | Vox

El giro social —también llamado, con cierto predicamento, lepenista— de Vox se lleva cocinando durante años, pero es ahora cuando se puede evidenciar en toda su magnitud en la Comunidad de Madrid. Ante el modelo de Isabel Díaz Ayuso, consistente en una baja fiscalidad y la atracción de inversores hispanoamericanos, el partido que preside Santiago Abascal aboga por acabar con el «efecto llamada» hacia la capital y por la prioridad nacional en el acceso a la vivienda. En este empeño, ha emprendido una campaña contra el modelo que denomina Little Miami, que beneficia, en su argumentario, a los «multimillonarios extranjeros» y que, por otro lado, abandona a «las familias y a los hijos de la clase trabajadora».

La campaña está teniendo lugar en el cinturón rojo madrileño, históricamente de izquierdas, y lleva por nombre Madrid Sur en Pie. La protagonizan los perfiles más sociales de Vox, tales como Isabel Pérez Moñino, Carlos Hernández Quero, Samuel Vázquez y Jorge Buxadé, y ya ha pasado por Aluche y Fuenlabrada. Fuentes de la formación confirman a THE OBJECTIVE que la cruzada seguirá en Villaverde y se prolongará hasta alcanzar los 17 municipios del «sur golpeado y abandonado».

El objetivo es recorrer todos esos barrios y municipios durante los próximos meses y azuzar la idea del colapso del sistema a causa de la inmigración masiva en sanidad, transporte, educación y vivienda, apelando a los trabajadores contra la «derecha del dinero» y la izquierda woke. «Mientras unas tienen la cabeza en Miami y otros la tienen en Palestina, nosotros tenemos los pies en la tierra junto a nuestros vecinos», ha resumido este domingo Isabel Pérez Moñino, conocida internamente como «Isa la buena» —en contraposición a Isabel Díaz Ayuso, a la que se enfrenta duramente desde hace un año en la Asamblea de Vallecas, especialmente en materia de inmigración—.

No es baladí que quienes acompañen a Isabel Pérez Moñino suelan ser Samuel Vázquez, portavoz de Seguridad, y Carlos Hernández Quero, portavoz de Vivienda. Esto desvela cuál es la estrategia: atacar a Isabel Díaz Ayuso de abogar por una política migratoria que genera inseguridad y que dispara el precio de los alquileres. La tesis de Vázquez es que la capital será un escenario de degradación criminal mucho peor que Barcelona de aquí a cinco años si no se toman una serie de medidas contundentes.

Por su lado, Quero, en un discurso con más de un millón de reproducciones en X, afeó a la presidenta madrileña poner «alfombra roja a los buitres» y ofrecer «a multimillonarios extranjeros deducciones fiscales del 20% que niega a los compradores nacionales» y de querer convertir «el Madrid de los propietarios» en «el patio trasero de ricos de todo el mundo». «Dice que en Madrid caben todos los acentos, pero no caben los acentos de Aluche, Villaverde, Móstoles, Getafe, Mejorada del Campo… esa gente no cabe». La triple entente contra Ayuso: inmigración, seguridad y vivienda.

El cinturón verde

El cinturón rojo, que engloba a municipios tan densos como Getafe, Leganés, Móstoles, Fuenlabrada y Alcorcón, será clave en las próximas elecciones, pues alberga un nicho de cerca de 1.500.000 votantes. La última mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso se fraguó en gran medida por el apoyo masivo en esta zona, en la que superó al PSOE en feudos tradicionalmente izquierdistas, como Móstoles, Arganda del Rey, Alcalá de Henares, Alcorcón, Leganés, Pinto, Rivas y Coslada.

Vox ha detectado que el cinturón rojo es su nicho electoral, donde crece el descontento con el PP y la izquierda, y hablan ya del cinturón verde esperanza. «En esos municipios es donde saltan a la vista los grandes problemas del abandono de la izquierda y el engaño de la derecha: inmigración masiva, falta de infraestructuras, falta de vivienda o precios disparados, falta de servicios básicos, tensión de los servicios públicos… Y además, se les castiga doblemente a la precariedad y a convivir con una inmigración masiva que está cambiando la realidad de sus barrios», analiza Vox Madrid, que considera que «el cinturón rojo de antes es hoy el cinturón con el que se golpea a los trabajadores».

La estrategia ya ha funcionado en Cataluña. Vox logró mantener sus 11 diputados en las elecciones del 12 de mayo pese al auge extraordinario del PP, e incluso creció en 30.000 votos con respecto a 2021, gracias a su penetración en los barrios más humildes, donde quedó como segunda fuerza, solo por detrás del PSC. El partido liderado por Ignacio Garriga amplió su base en el litoral catalán, desde el Alto Ampurdán hasta las Tierras del Ebro, pasando por Tarragona, con un discurso duro contra la inmigración. Hasta el PSC de Salvador Illa ha detectado una fuga de votos a Vox en el cinturón rojo catalán.

Ahora, el fenómeno se quiere replicar en Madrid. Vox asegura que la izquierda está «muy nerviosa», en especial Más Madrid, y que detecta en sus estudios internos un auge en intención de voto que podría proyectarles hasta los 18 escaños, siete más de los que tienen. La apuesta está clara, pero aún falta por ver el resultado.

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