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Política

Armengol apela a la memoria colectiva para defender la democracia y la libertad

La presidenta del Congreso ha enfatizado que mejorar la democracia no solo es posible, «sino siempre necesario»

Armengol apela a la memoria colectiva para defender la democracia y la libertad

La presidenta del Congreso, Francina Armengol. | EP

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha apelado este viernes a la memoria colectiva para cuidar y mejorar la democracia en España, en el acto con los reyes del 50 aniversario de la restauración de la monarquía, y ha recordado que «perder la libertad es perder un bien preciadísimo».

En su intervención durante el acto ’50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia’, la presidenta de la Cámara Baja ha hecho una defensa cerrada de la democracia así como de aquellas personas, conocidas y anónimas, que lucharon para conseguirla tras la muerte del dictador Francisco Franco.

Armengol ha enfatizado que las instituciones públicas han de proteger la democracia, así como que se debe explicar más, «especialmente a quienes nacieron teniéndola», que la libertad con la que se expresan hoy «fue ganada por los y las demócratas de este país, no sin dolor ni sufrimiento».

En ese sentido, ha enfatizado que mejorar la democracia no solo es posible, «sino siempre necesario» y es «una empresa colectiva» y que «defender una dictadura significa defender la pérdida de derechos propios y ajenos».

«Es perder la libertad de quejarse y perder la libertad es perder un bien preciadísimo», ha subrayado la presidenta de la Cámara Baja, quien en su intervención también ha recordado al socialista Ernest Lluch en el 25 aniversario de su asesinato por ETA.

Armengol ha reiterado que mientras en la dictadura franquista faltaban derechos y libertades, «hoy hay una España democrática, descentralizada, abierta y moderna», además de una voluntad de ir a más y poder alcanzar la igualdad efectiva y la participación ciudadana activa.

También se ha referido a la transición española como «el inicio de una gran transformación social, económica e institucional que nos situó rápido en Europa y en el mundo».

Medio siglo después, ha dicho, «pocos pondrán en duda» que el espíritu de la Transición, la aprobación de una Constitución, el desarrollo del estado autonómico o la entrada en la Comunidad Económica Europea, han sido elementos «clave» para garantizar una estabilidad que ha permitido «la mayor etapa de progreso social y económico para nuestro país».

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