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Política

El PP acentuará el desgaste de Sánchez a través de tres mujeres: Jésica, Paqui y Begoña

Una encuesta interna de los populares detecta que el caso que más perjudica al PSOE es el de Begoña Gómez

El PP acentuará el desgaste de Sánchez a través de tres mujeres: Jésica, Paqui y Begoña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; su mujer, Begoña Gómez; y la vicepresidenta primera María Jesús Montero | Francisco J. Olmo (EP)

El Partido Popular va a poner en marcha una estrategia de desgaste del sanchismo a través de las parejas de los principales dirigentes vinculados con los presuntos casos de corrupción: Begoña, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; Paqui, la esposa de Santos Cerdán; y Jésica, una de las amigas del exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que «nunca en la historia de este país han sido tan conocidas, para mal, las parejas de los directivos de un partido político».

El ecuador de la legislatura de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España coincide con la entrada en una fase crítica, después de la condena del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y del informe de la UCO sobre las actividades del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Una de las frases que más daño puede hacer al socialismo es la conversación entre Antxon Alonso, presunto socio junto al exsecretario de organización del PSOE de la empresa Servinabar, y su mujer, Karmele Atuxa, en la que hacen referencia a la mujer de Cerdán, en estos términos: «A Paqui la conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés. Gastar y gastar. Ya les vale».

Una nueva mujer en esta trama, que se une a las amigas de Ábalos, cuyos nombres también han salido en conversaciones entre el exministro y su asesor, Koldo García. Desde «la Carlota se enrolla que te cagas» y «a ti te gusta más Ariatna» hasta Jésica, a la que colocó en dos empresas públicas, o Miss Asturias, entre otras. A todas ellas hay que sumar el caso de Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, que obtuvo una cátedra en la Universidad Complutense y a la que se la relaciona con negocios de Globalia y Carlos Barrabés.

Todas van a estar a partir de ahora en el punto de mira del Partido Popular, con el objetivo de desnudar lo que consideran el «falso feminismo» del PSOE. La formación asegura que «la gente ha votado al PSOE, no a sus parejas», e insisten en que «nadie ha votado a Sánchez para que su mujer pida dinero a empresas privadas desde el Palacio de la Moncloa». Tampoco han votado a Ábalos en Valencia «para que le ponga un piso con dinero público a la prostituta de turno». Ni a Cerdán «en Navarra para que le den una visa a su mujer y se compre estolas de zorro en El Corte Inglés».

La dirección nacional está convencida de que esta situación «le va a penalizar» al PSOE, como así se refleja en una encuesta del Partido Popular para comprobar cómo afecta al votante socialista la polémica acerca de las mujeres que aparecen en la trama de Ábalos y del entorno del presidente. «Estas mujeres, en nombre del feminismo, solo tienen negocios, a través de lo que sus parejas les entregan con el dinero de todos».

Esta encuesta —encargada hace cinco semanas, el 7 de octubre— se llevó a cabo «para saber qué trama de corrupción afectaba más en el electorado, con una segmentación por partidos». Los populares quieren mandar mensajes claros y, «entre poner el foco en Koldo, en Leire, en el fiscal o en el hermano, podemos ser más o menos efectivos si nos dirigimos a uno u otro voto». La conclusión de esta encuesta es que para «el votante español, de todas las tramas que afectan a la izquierda, la que más moviliza es Begoña Gómez».

La segunda opción es el caso Ábalos por el piso de Jésica: «La temática feminista es la que más desgasta de las diferentes tramas» y es «por donde el PSOE está perdiendo votos a chorros, por la derivada de la mujer en las irregularidades que afectan al sanchismo, tanto en el partido como en el Gobierno». A esto se le suma «el caso Paqui».

Jésica y el piso

El PP trata de «ser efectivo» en sus denuncias contra el sanchismo y escoger, entre todos los casos de corrupción, el que les merece «más atención», y hemos visto que «no era el uso de fondos públicos el que más desmotivaba al electorado de izquierdas, sino las derivadas acerca del feminismo». En el caso de Ábalos, lo que más impacta es el asunto de «Jésica y los pisos».

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