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Política

Un estudio académico explica por qué Aliança Catalana y Vox pueden «coexistir» en Cataluña

Los dos partidos podrían convivir a largo plazo pese a compartir base social y pugnar por abanderar el asunto migratorio

Un estudio académico explica por qué Aliança Catalana y Vox pueden «coexistir» en Cataluña

Santiago Abascal e Ignacio Garriga, de Vox. | Europa Press

¿Hay espacio para más de un partido de «derecha radical»? En muchos países, el factor anti-inmigración concentra este tipo de derecha alternativa en un solo partido político. Pero no es el caso de Cataluña que, con sus peculiaridades, se asemeja más a otras zonas de Europa, como la región de Flandes, en Bélgica, o las islas de Córcega (Francia) o Cerdeña (Italia), donde conviven varios sentimientos de «identidad nacional».

El estudio académico Alianza Catalana y Vox en Cataluña: unidos por el nativismo, divididos por la nación aborda por primera vez el caso de Cataluña con la irrupción de Aliança Catalana y Vox. Una de sus conclusiones es que pueden coexistir, al menos a medio plazo, pese a compartir una base social muy similar y centrar sus discursos en la cuestión migratoria.

La razón es que mientras Cataluña se estructure en tres polos identitarios (independentista/constitucionalista/neutral), cada partido puede ocupar su nicho identitario. Además, sostienen que las identidades nacionales sentidas son más «estables» que las posiciones sobre la inmigración u otros asuntos políticos o ideológicos.

Los investigadores Javier Martínez-Cantó, del CSIC, y Julià Tudó-Cisquella, de la Universidad de Bergen, publicaron a inicios de noviembre su trabajo académico en la plataforma online Taylor & Francis. Tras el último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió, donde ambos partidos crecen frente a sus rivales directos, su estudio ha salido a colación en algunas conversaciones en redes sociales entre científicos sociales, como el economista Jesús Fernández-Villaverde.

Dos sentimientos nacionales

Los autores aseguran que la adscripción nacional es el factor más fuerte para diferenciar votantes de Aliança Catalana y Vox. Y mientras identifican la inmigración como el principal reto o «enemigo», se diferencian por su comunidad de referencia: los votantes de la formación de Santiago Abascal, se sienten, por encima de todo, españoles. Mientras que los del partido de Orriols sienten Cataluña como su «nación».

Este argumento contrasta con las conclusiones del último barómetro del CEO, que afirma que la mitad de los catalanes que votarían a la alcaldesa de Ripoll son contrarios a la independencia, pero conectan con una franja de población, en especial los más jóvenes, preocupados por la inseguridad derivada de la inmigración masiva.

Este argumento, como ha publicado THE OBJECTIVE, sirve a Aliança Catalana para afirmar que, a diferencia de lo que se cree, su partido es capaz de «ampliar la base» del independentismo al atraer a un nuevo votante que, durante los años del procés no se sentía interpelado por las propuestas rupturistas.

Base social similar

Los autores del estudio exponen que los votantes de ambos partidos presentan perfiles parecidos: niveles educativos medio-bajos, preocupaciones económicas y laborales, alto descontento con la política clásica y percepción de amenaza cultural vinculada a la inmigración.

Al mismo tiempo, pese a sentirse parte de «naciones distintas», una percepción que se incrementa en países con un fuerte componente «plurinacional» como sería el caso de España, les une un fuerte sentimiento antiinmigración, que se basaría en la idea de «protección del nativo» y con énfasis en la «seguridad, orden y control fronterizo».

Con todo, el informe sugiere que la escisión centro-periferia no desaparece por la emergencia de la «derecha radical», sino que se reconfigura. Y que el sentimiento de identidad nacional, o su concepción de la nación, sigue siendo clave para la coexistencia de dos partidos que compiten entre sí.

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