Feijóo y Page en un acto de TO
«Page ya se ha quitado la controvertida careta con que ha venido disimulando su oposición a Pedro Sánchez»

El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. | Europa Press
Miércoles 3 de diciembre, 19 horas, Casa de América. Un acontecimiento insólito hasta la fecha: el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, estimulados por este periódico para reflexionar sobre 2026. Por primera vez en estos siete años decrépitos, que se sepa, se sientan dos políticos de partidos contrapuestos para que nos digan al público en general qué piensan de lo que se nos viene encima. Page ya se ha quitado la controvertida careta con que, mal que bien, ha venido disimulando su oposición al que todavía es presidente de su organización, Pedro Sánchez. No es imposible que, tras este día, los costaleros de este sujeto pidan a gritos la ejecución en plaza pública del líder regional. Aunque los fusileros deberían tener en cuenta esta circunstancia: a García-Page lo que proclamen estos bodoques, Sánchez incluido, le trae exactamente por una higa. Los dos citados en la Casa de América (ya era hora de que se proclamara allí algo independiente y atractivo) van a coincidir en una constancia: «Esto» (España) ya no aguanta más y, por tanto, es imprescindible abrir las urnas cuanto antes.
Al clamor de este miércoles sobresaliente se va a unir lo acaecido el domingo en el Templo de Debod, protesta descomunal, a pesar de los esfuerzos miserables de ese mínimo delegado del Gobierno en Madrid, Martín, o algo así creo que se llama, por decolorar la concentración. Este Martín ágrafo es un clon de Tezanos, el malversador del CIS, que con seguridad esta semana vomitará una nueva basura-encuesta para uso y disfrute de su señorito aún en la Moncloa. Y vamos a lo interesante. Este domingo se ha producido una contestación generalizada a todo lo que significa este depredador constitucional denominado Sánchez, y el miércoles expectación máxima para conocer qué Perspectivas prevén Feijóo y Page para 2026. Un festín prospectivo para todos.
Menos, claro está, para los sanchistas encerrados en la cárcel y para los que hasta el momento les han venido cubriendo. El PSOE a este respecto debería ser más prudente porque, depositar en la vicepresidenta de los malos pelos, Montero, el protagonismo de la respuesta a los sofocos judiciales que sufre el PSOE, es como encargar a Televisión Española que produzca un documental serio sobre lo que fue el franquismo y la Transición. Imposible. También para este miércoles se ha programado otro evento (término latino que al cronista le parece una cursilería tipo Pirámide de Teotihuacán) en el que presuntamente se va a analizar el papel de la Corona en el plazo que transcurre desde 1975 al 82, o sea cuando la monarquía en nuestro país resultaba un ente extraño a la que se concedía menos de un día de vida. Con que en este relato quede bien claro que Don Juan Carlos I realizó en su momento dos movimientos que consagraron la Institución que ha representado, nos quedaríamos todos muy contentos: el primero, la renuncia total al inmenso poder que le dejó en herencia Francisco Franco; el segundo, su postura inequívoca contra los golpistas de febrero del 81, algunos de ellos clásicos monárquicos enragés. Ahora que, con una indecencia brutal, se está desdeñando la figura ya encorvada de Don Juan Carlos I viene muy a cuenta resaltar su contribución a la impecable democracia española asaltada por un psicópata sectario que se ha impuesto la ingente tarea de destrozar España.
Esta Nación nuestra, a estas horas, es ya un remedo del país de pandereta que rimó Antonio Machado. Fíjense en el Instituto Cervantes, regido por un leninista mercenario, García Montero, que está empeñado en «rehacer» parte de nuestra mejor Literatura. En el menester no se detiene en barras, ni siquiera en la señorial figura de Alonso Quijano, el Quijote al que ahora le quieren dar una vuelta para convertirlo, más o menos, que en un activista del ecologismo tipo la tontita niña Thunberg. Y todo ello, ¡faltaría más!, con una apuesta de género realmente ridícula. Ahora va a resultar que Don Quijote fue un torturador de Aldonza Lorenzo o, por el contrario, fue siempre un persecutor de todos los maltratadores que en el mundo han sido, incluidos, por favor, por favor, los molinos de viento de la manchega Campo de Criptana. La verdad es que ya han tardado tiempo en glosar estas imbecilidades.
Y es que en la España del sanchismo depravado todos estamos llegando tarde a todo. Se lo ha dicho por ejemplo el juez Leopoldo Puente al inefable pícaro Koldo García que se llegó al Supremo la semana pasada en actitud de contrición postrándose ante Su Señoría de esta guisa: «Señor juez: de ahora en adelante voy a ser bueno y le voy a contar todo lo que sé». El magistrado le miró —nos dicen, sin creerle una palabra— y le replicó: «Ha tenido usted año y medio para colaborar con la Justicia» y a continuación le envió a Soto del Real, dependencia que ya es más famosa en el mundo que el lujoso Hotel Ritz o el Four Seasons, elijan los lectores. Koldo ya puede prepararse para jugar al parchís en el trullo porque va a permanecer en él, por lo menos, hasta el mes de mayo. Antes se sabrán -no lo duden- aspectos sustanciales de la reposición de Air Europa, nuevos capítulos de la engañifa. La señora de Sánchez va a vivir en estas fechas en estado de estupor permanente. A lo dicho se suma la inauguración de la campaña electoral en Extremadura en la cual doña Begoña resultará ser una decisiva artista invitada. Sánchez se desplazará a la región para intentar que el petimetre Gallardo tape, siquiera una micra, la magnitud de la catástrofe que se le auguran los encuestas. Este hombre en Extremadura es ahora mismo lo que sería Vinicius de extremo izquierda del Barça. Y por cierto, hablando de elecciones: el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha dejado bien claro, también en THE OBJECTIVE, que si Vox no le apoya los Presupuestos (y no los va a apoyar) se verá obligado a tomar una decisión no apetecible para él: la convocatoria de nuevos comicios. Eso sí, si las convoca las hará en solitario, nada de sumarse al castellano-leonés Mañueco. Él, por su cuenta. Falta muy poco para que conozcamos el desenlace.
