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Política

Malestar entre los socios de Díaz por la posición tibia después de la detención de Ábalos

Izquierda Unida y Compromís avisan de que hace falta tener más contundencia ante los casos de corrupción del PSOE

Malestar entre los socios de Díaz por la posición tibia después de la detención de Ábalos

Yolanda Díaz y Lara Hernández en la conferencia política de Sumar. | EP

Sumar vuelve a mostrar grietas internas, esta vez a raíz de la posición de la coalición sobre la detención de José Luis Ábalos y Koldo García. El núcleo duro de Yolanda Díaz intentó desde el principio quitar hierro al asunto. El razonamiento que esgrimían fuentes de este sector se enmarcaba en la sustancial «falta de pruebas» en las acusaciones que Ábalos y Koldo transmiten a través de los medios después de su ingreso en la cárcel. El ministro Ernest Urtasun reiteró la idea de que los casos de corrupción y la investigación que afecta a los socialistas no puede desembocar en una crisis de gobierno. Los socios de Sumar están de acuerdo con este enfoque, pero algunos exigen más contundencia para no quedarse en la estacada frente a los ataques de Podemos.

Para Sumar es difícil encontrar el equilibrio. Los de Yolanda Díaz saben cuál es su prioridad: mantener vivo el Ejecutivo cuánto más tiempo posible. La vicepresidenta segunda lo ha dejado claro a sus socios. Ninguna formación que confluyó en Sumar se opone a esa línea, pero mientras los Comunes de Cataluña apuestan por un perfil bajo, otros grupos como Izquierda Unida y sobre todo Compromís quieren mostrar más contundencia.

El diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, fue el primero en hablar con claridad sobre el asunto. El diputado valenciano exigió a Sánchez «espabilar» y dar más explicaciones sobre los casos de corrupción que afectan a su partido y su entorno personal. «A todos se nos puede acabar la paciencia», ha avisado el pasado lunes. Para el representante de Compromís, la situación es «compleja» y «difícil»; ha acusado a Sánchez de estar tardando a la hora de aclarar todos los puntos oscuros y dar las explicaciones correspondientes.

Más contundencia

La declaración de Ibáñez choca en parte con lo que afirmó Ernest Urtasun ese mismo día. El diputado catalán y ministro de Cultura expresó un discurso más tibio respecto a la detención de dos ex secretarios de Organización del PSOE, uno de ellos exministro. Durante una comparecencia con la portavoz del Movimiento Sumar, Lara Hernández, Urtasun afirmó que los problemas de corrupción afectan a «antiguos dirigentes» del PSOE, y que aunque en la coalición existe «preocupación», la prioridad no es reprochar a Sánchez la falta de explicaciones, sino reiterar la fe en el actual Gobierno de coalición.

El discurso de Urtasun se interpretó como una rendición ante la exigencia de que Sánchez ofrezca más explicaciones sobre los casos de corrupción, algo que no todos comparten en el grupo de Sumar. Urtasun prefirió centrarse en atacar al Partido Popular por rechazar la puesta en marcha de una nueva Oficina Anticorrupción propuesta por el grupo de Yolanda Díaz. Sumar, en definitiva, asume el papel de escudo de Sánchez y del PSOE por los casos de corrupción que están siendo investigados por el Tribunal Supremo. Pero esa entente puede ser peligrosa, según admiten fuentes de los partidos que conforman Sumar.

En Izquierda Unida, por ejemplo, los miembros del partido de Antonio Maíllo creen que aunque no se debe cuestionar la presencia en el Gobierno (IU tiene a una ministra de su grupo, mientras que Compromís no tiene ninguno), sí hace falta exigir más claridad y transparencia a Sánchez. Después de Ibáñez, este martes el diputado de IU Nahuel González también se ha desmarcado parcialmente de la línea trazada por Urtasun y ha afeado al PSOE carecer de la «ambición» necesaria a la hora de luchar contra la corrupción.

Elecciones autonómicas

El diputado también reprochó al PP su posición crítica con la Oficina Anticorrupción impulsada por Sumar. En el caso de IU, se trata de navegar alrededor de una aparente contradicción, que pasa, por un lado, por confiar en el pacto de Gobierno con los socialistas y al mismo tiempo desmarcarse todo lo posible de cara a los próximos comicios autonómicos, sobre todo los de Andalucía.

En esa región, el coordinador federal, Antonio Maíllo, ha decidido concurrir como candidato a la presidencia de la Junta con la confluencia de Por Andalucía, y esos comicios son estratégicos para este partido, puesto que quieren confirmar su «feudo» aprovechando la debilidad del PSOE. En el caso de Compromís la situación no es muy diferente. El grupo se ha roto en el Congreso, con la escisión de una de sus dos diputados, y el sector izquierdista del partido valenciano no quiere dejar al bando más autonomista el monopolio del discurso anticorrupción. Por ello, aunque nadie del grupo político de Sumar ve necesario u oportuno romper el gobierno de coalición, sí existen diferentes posturas sobre el tipo de discurso que deben mantener sus portavoces.

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