Junts prepara un duro interrogatorio a la nueva fiscal general: «No va a saber por dónde salir»
La sucesora de Álvaro García Ortiz comparece en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados
Teresa Peramato, propuesta por el Gobierno para suceder a Álvaro García Ortiz como fiscal general del Estado.
Junts someterá este jueves a un duro interrogatorio a la futura fiscal general del Estado, Teresa Peramato Martín, durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, con lo que escenificará así su total lejanía del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes de esta formación política. La sucesora de Álvaro García Ortiz comparecerá en la Cámara Baja al objeto de analizar su idoneidad para ocupar el cargo, un trámite que es obligatorio, pero no vinculante. Una vez superado este obstáculo, el Gobierno ya podrá proponer su nombramiento al jefe del Estado.
Esta será la primera oportunidad que tiene la formación del prófugo Carles Puigdemont para demostrarle a Sánchez que la ruptura con su Gobierno es total, después de que el presidente reclamara a Junts volver a gobernar juntos. El mea culpa del presidente, admitiendo que no ha cumplido los acuerdos, no ha tenido ningún efecto en la cúpula de la formación independentista catalana, que ya tiene preparada la artillería con la que este jueves recibirá a la futura fiscal en la Comisión de Justicia. De hecho, este miércoles terminaron de perfilarse los últimos extremos de un interrogatorio que ha levantado mucha expectación.
Las fuentes consultadas por este periódico se muestran muy contundentes sobre la sesión de mañana: «Hay que mirar muy bien la intervención de la portavoz de Junts, porque se le van a hacer preguntas no menores», advierten sobre el interrogatorio a Teresa Paramato. En este sentido, no quieren desvelar qué cuestiones se le van a plantear, «para cogerla de sorpresa», porque ya intuyen que «no va a saber por dónde salir». Lo que pretende Junts, enigmáticamente, es que «se pelee con los suyos».
La formación independentista destaca su inteligencia, pero también su ambición: «Ahora, o nunca; era llegar a fiscal general del Estado», porque en el próximo Gobierno, señalan que «no va a serlo». De su trayectoria recuerdan que formó parte activa de lo que se llamó el «grupo de Fortuny», al que se referían en los mensajes de WhatsApp en el conflicto del fiscal general con Alberto González Amador, novio de Ayuso, y que ha tenido como consecuencia una condena de dos años de inhabilitación a Álvaro García Ortiz por revelación de secretos. Además se subraya su vinculación con Dolores Delgado, de la «cuerda de José Luis Rodríguez Zapatero». «Todos llegan allí por el expresidente», señalan estas fuentes.
Junts afirma que va «al Congreso a hacer el trabajo de control que le corresponde ante un nuevo cargo de la relevancia del fiscal general» y que el interrogatorio «no será suave». El partido de Puigdemont admite que «no está por la labor de salvarle la cara ni la legislatura a Sánchez».
La comparecencia de Peramato en la Comisión de Justicia de la Cámara Baja está fijada en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (EOMF) en su artículo 29. Se va a producir después de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se pronunciara el pasado 26 de noviembre. Una vez cumplido el trámite ante el Congreso, con o sin su visto bueno, el Ejecutivo podrá proponer el nombre de Peramato al jefe del Estado. Posteriormente, la fiscal jurará o prometerá el cargo ante el rey y tomará posesión ante el Pleno del Tribunal Supremo como máxima responsable de la Fiscalía.
La última vez que los diputados revisaron la idoneidad de un fiscal general fue hace casi dos años, el 21 de diciembre de 2023, después de que García Ortiz fuese confirmado por el Gobierno para su reelección. Llegó al Congreso con la sentencia del Tribunal Supremo que apreció «desviación de poder» en el ascenso de su predecesora, Dolores Delgado, y el informe negativo de la mayoría del CGPJ, informa EP. En aquella ocasión, el debate fue tenso. Ante los reproches del PP, que le pidió que no asumiese el cargo, García Ortiz aseguró que no era «rival político de nadie», sino una «figura institucional». «Reflexione, recapacite y rectifique. No asuma este cargo, de verdad», le pidió el entonces diputado Fernando de Rosa.
Vox criticó que el Gobierno mantuviese la propuesta de García Ortiz para el cargo cuando veía «evidente» que había «serias dudas fundadas» de que fuese a «desempeñar el cargo de una forma imparcial, neutral e independiente». Junts y ERC también desplegaron reproches en su contra; por el contrario, le apoyaron PSOE, Sumar y PNV.