La comunidad judía reprocha el boicot a Eurovisión y lo califica de obstáculo para la paz
Colectivos de la comunidad judía en España culpan al Gobierno de generar confrontación política con un evento cultural

Bandera de Israel durante el último certamen de Eurovisión. | EP
La comunidad judía española reacciona con indignación a la decisión de RTVE de no participar en el próximo festival de Eurovisión y atribuye la culpa al Gobierno de Pedro Sánchez. Exponentes de esta comunidad explican en declaraciones a THE OBJECTIVE que la decisión convierte un evento cultural en un elemento de «confrontación» y sostienen que esta posición no coincide con los intereses de la audiencia ni de la sociedad en su conjunto. Para el representante en España de la comunidad judía europea, se trata de algo «lamentable», mientras que la Federación de Comunidades Judías españolas dice que RTVE «enturbia el propósito del festival». Ambos colectivos creen, además, que España se interpone así en el proceso de paz después del plan de Donald Trump para Gaza.
El jueves, RTVE oficializó su decisión de retirar a España del certamen musical más importante en el ámbito continental. El ente público dirigido por José Pablo López anunció que España no presentará un candidato al concurso después de que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) haya confirmado que Israel sí estará presente en el certamen. La salida del Festival implica, además, que la televisión pública no emitirá la final de Eurovisión 2026. Este boicot ha enfadado a los representantes de la comunidad judía en España, que enmarcan la decisión en el interés del Gobierno de España de convertir un certamen cultural en un elemento de confrontación política. El Gobierno de Israel ya reprochó a Sánchez mantener posiciones antijudías para tapar los escándalos de corrupción y su debilidad parlamentaria.
«No entramos a valorar la decisión de la Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión, pero en principio, no estamos de acuerdo con los boicots a ningún país. En esta ocasión, además, se mezcla el entretenimiento con cuestiones políticas, lo cual también enturbia el propósito del festival», afirman desde la Federación de Comunidades Judías españolas. «La decisión de RTVE de no transmitir el Festival perjudica a millones de espectadores, pues es sabido que esta cita reúne a millones de personas», explican, y añaden: «Creemos que los eventos culturales deben servir como espacios de encuentro y diálogo, no como escenarios de confrontación. Por ello, apelamos a que futuras decisiones se tomen con mayor prudencia y con el objetivo de preservar el carácter inclusivo y artístico que siempre ha distinguido a este certamen».
Una decisión «deleznable»
Juan Caldes, coordinador de la European Jewish Association (EJA) activa en España, habla de un «castigo al conjunto de la sociedad española por el voto del último Eurovisión, en el que no [hay que olvidar] que España concedió los 12 puntos a Israel». «Allí pudimos ver la diferencia que hay entre la ciudadanía y el gobierno, que es el más antiisraelí de la historia democrática de los últimos 50 años», afirma este portavoz de la EJA. «A partir de ahí, el comunicado de una RTVE que pagamos todos con nuestros impuestos es deleznable, y el único perjudicado son los telespectadores y España, que vuelve a posicionarse del lado equivocado: cada vez queda más aislada internacionalmente, más en este momento que coincide con el plan de Trump, que deberíamos abrazar más que nunca para que se alcance la paz».

La cuestión de la paz en Oriente Próximo es también para los representantes de la federación de comunidades judías un elemento a destacar en la posición de RTVE sobre Eurovisión. «Estamos en un momento en el que vemos con esperanza la solución al último conflicto entre Israel y Hamás, con lo que las medidas tendrían que ser para apoyar tal solución».
Impacto en la audiencia
El boicot español a Eurovisión se decidió después de que la corporación pública solicitara una votación en la Asamblea General de del festival, pero la presidencia de UER denegó a RTVE esa votación específica y secreta sobre la participación de Israel. Entonces, el secretario general de RTVE, Alfonso Morales, decretó la salida de España del concurso.
Morales dijo «reconocer y valorar» las medidas adoptadas por la UER y el Grupo de Referencia para defender los principios y valores centrales del Festival de Eurovisión. Pero remarcó: «Consideramos que estas medidas son insuficientes. Nos gustaría expresar nuestras serias dudas sobre la participación de la televisión israelí KAN en Eurovisión 2026. La situación en Gaza, a pesar del alto el fuego y la aprobación del proceso de paz, y la utilización del certamen para objetivos políticos por parte de Israel, hacen cada vez más difícil mantener Eurovisión como un evento cultural neutral».

RTVE decretó conveniente que España no presente una delegación propia al certamen musical, y también que la emisora pública prive a todos los españoles de su emisión en directo. La noticia ha sido recogida por varios medios internacionales, que subrayan el impacto para Eurovisión en cuanto a audiencia televisiva. Se calcula que la audiencia española destaca entre las cinco más importantes del certamen a nivel europeo.
Además de España, también Irlanda, Eslovenia y Países Bajos no emitirán la final y semifinal del concurso que se celebrará en Viena en mayo. Para los representantes de la comunidad judía, con esta decisión, España no solo pierde en términos de proyección internacional, sino que todos sus ciudadanos se verán privados de una emisión que suele congregar a millones de personas ante las pantallas. Y todo ello por una confrontación política con Israel de la que culpan al Ejecutivo de Sánchez.
