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Política

Sumar ve en el caso de Paco Salazar una guerra interna socialista contra el 'clan del Peugeot'

Yolanda Díaz pide «contundencia» en el ‘caso Salazar’, pero no exige al PSOE llevarlo a la Fiscalía

Sumar ve en el caso de Paco Salazar una guerra interna socialista contra el ‘clan del Peugeot’

Yolanda Díaz con Pedro Sánchez en el Congreso | Europa Press

Sumar ha mantenido durante varios días un perfil bajo ante el escándalo de Paco Salazar, uno de los principales dirigentes del PSOE que se ha visto involucrado en un caso de presunto acoso sexual. Mientras que PP y Vox han atacado el PSOE y apuntan a un intento de encubrimiento del caso, Sumar ha decidido hablar días después de que trascendiera el contenido de dos denuncias contra el ex hombre fuerte de Pedro Sánchez. «El machismo es machismo, venga de donde venga», afirmó Yolanda Díaz el viernes. Sumar pide a su socio «contundencia» a la hora de investigar las denuncias de machismo, aunque la vicepresidenta de momento no exige que el PSOE eleve la cuestión hasta la Fiscalía. En las entrañas de la coalición creen que el caso revela una «lucha interna» entre dos sectores del socialismo.

Los sectores mencionados son el del llamado clan del Peugeot —que hace referencia a dirigentes como José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Paco Salazar—, y el del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y ex secretario de Organización y exministro José Blanco, ahora al frente de la consultora Acento. Sumar cree que esta guerra interna ha sido el factor determinante que ha hecho resurgir el caso de los presuntos abusos de Salazar a compañeras de partido tras haberse conocido las primeras denuncias en el pasado mes de junio.

Después del cese de Cerdán, Salazar llegó al Comité Federal del PSOE para convertirse en algo parecido a un secretario de Organización en la sombra, pero fue apartado tras verse involucrado en un caso de presunto abuso sexual. El asunto quedó, sin embargo, congelado hasta el pasado lunes, cuando se volvió a hablar de ello tras un sospechoso borrado de los testimonios de las denunciantes. El PSOE habló de un fallo informático, y aseguró estar estudiando la cuestión para, después de la redacción de un informe interno, decidir si elevar el asunto a la Fiscalía.

«Solidaridad» sin denuncia

Sumar no ha querido entrar en el fondo de la cuestión. Tras varios días de silencio, Díaz ha decidido manifestar su «solidaridad» con las víctimas y hacer un discurso más bien genérico sobre el abuso o acoso a las mujeres. «El machismo es desde luego galopante en España y las mujeres estamos hartas en nuestro país. Estamos radicalmente hartas del machismo rampante que hay en nuestro país», dijo la vicepresidenta segunda. «No es un problema de una parte (de la sociedad): se llama patriarcado, machismo, que nos está azuzando a las mujeres diariamente», añadió, pero evitó exigir al PSOE llevar el asunto ante la Fiscalía. Esto es lo que piden algunos sectores feministas del propio PSOE, pero que de momento la dirección federal se resiste a hacer.

La reflexión que esbozan en Sumar sobre el caso —además de considerarlo más grave que el de Íñigo Errejón o el de Juan Carlos Monedero por el poder interno que tenía Salazar— apunta a una presunta lucha interna entre la facción de los escuderos de Sánchez durante las primarias de 2017 y el grupo de afines a Zapatero. Según las fuentes consultadas, el bando de afines a Zapatero estaría aprovechando el caso para desarticular al sector que ayudó a Sánchez a reconquistar la Secretaría del partido en 2017 y tener el presidente «en sus manos».

Después del encarcelamiento de Cerdán y Ábalos, quienes «controlan» el PSOE son, según Sumar, los del grupo de Zapatero, Blanco y Antonio Hernando. Ellos serían los beneficiados de todos los escándalos que están golpeando a los que ayudaron a Sánchez a recuperar el control del PSOE después de su defenestración. Y entre los afectados, también se encontraría Paco Salazar, el último dirigente de aquella época que seguía teniendo peso orgánico en la formación hasta hace unos meses.

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