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Política

Vox pedirá al PP apartar a Guardiola si la negociación se atasca en Extremadura

La sombra de una repetición electoral planea sobre la región extremeña antes de los comicios por la guerra en la derecha

Vox pedirá al PP apartar a Guardiola si la negociación se atasca en Extremadura

El presidente de Vox, Santiago Abascal. | EP

María Guardiola, presidenta de Extremadura, fue la dirigente del Partido Popular que, a juicio de Vox, arruinó la posibilidad de una suma de las derechas el 23 de julio de 2023, cuando les llamó «machistas» y «xenófobos». Guardiola convocó elecciones el pasado mes de octubre tras entender que no era posible un pacto presupuestario con Vox. La jugada le puede salir cara si el partido que preside Santiago Abascal llegara a obtener más del doble de los cinco escaños que tenía antes de la convocatoria y apretara por tanto en las negociaciones para formar gobierno. Por lo pronto, Vox empieza a plantear la idea de pedir al PP que cambie de candidato para desbloquear la investidura.

«Si la señora Guardiola no es capaz de alcanzar un acuerdo con Vox que suponga un cambio de rumbo, pues el PP tendrá que decidir si pone a otro candidato», dijo este viernes Abascal en una entrevista concedida a Hoy, en la que lanzó un aviso a los populares: «O se pone de acuerdo con los socialistas, o se pone de acuerdo con nosotros, o quizá el PP tenga que tomar la decisión de cambiar de candidato».

Fuentes de Vox niegan que se trate de un farol, sino de una demostración de fuerza en unas elecciones que serán claves para marcar el futuro ciclo electoral. Por su parte, el PP ha respondido a la amenaza. La propia Guardiola ha tildado de «machista» a Abascal: «Igual me tiene un poquito de miedo el señor Abascal y los señoros de Vox. Yo no tengo miedo ninguno. Si el señor Abascal, independientemente del resultado que saque, quiere plantear cuestiones que redunden en mejorar esta región, yo las voy a recibir con los brazos abiertos. Las del señor Abascal, porque el candidato de Vox en Extremadura está desaparecido».

En este sentido, se ha pronunciado también el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha avisado a Santiago Abascal de que «no es posible caciquear a nuestras alturas con candidatos prefabricados decididos por una única persona». El líder popular también ha criticado a Vox por presentar «marionetas movidas» por los «hilos» de Bambú 12, en referencia a Óscar Fernández, que está en un segundo plano para darle protagonismo al dirigente vasco.

Las críticas apuntan a una evidencia: que Abascal es el rostro visible de Vox en la campaña extremeña. De hecho, lleva un mes recorriendo todos los pequeños pueblos de la región en su furgoneta, visitando hasta tres al día. Su esfuerzo evidencia, por un lado, la ausencia de baronías, deliberadamente buscada por Vox con el pretexto de garantizar la armonía del mensaje en todo el territorio, y por otro, que, como dicen fuentes nacionales a THE OBJECTIVE«el candidato es Santiago».

Por lo pronto, la estrategia está resultando exitosa. Vox sube en las encuestas y fuentes de la formación auguran un resultado cercano a los 12 escaños, lo que supondría más del doble de los cinco de los que disponen ahora. Las elecciones son de extraordinaria importancia para mostrar buena salud ante el ciclo electoral de 2026, un año en el que también habrá llamadas a las urnas en Castilla y León, Andalucía y, quizá, Aragón. También servirá para marcar músculo ante el PP.

Si el escenario termina siendo el que dibujan las encuestas, con una María Guardiola que necesita aún de los de Santiago Abascal con más fuerza incluso que en 2023, Vox encarecerá su apoyo. Y lo hará sin miedo a una repetición electoral. Así lo ha repetido Abascal en precampaña: «Nosotros vamos a sacar el aro, y la señora Guardiola o pasa por el aro, o repite elecciones o pacta con el PSOE, porque si quiere aplicar las políticas migratorias y las políticas del Pacto Verde y las políticas de género, que le vaya a pedir el voto a Sánchez y a su corrupto de guardia en Extremadura, el señor Gallardo».

La guerra total entre ambas formaciones plantea un escenario de repetición electoral incluso antes de pasar por las urnas. Una situación que sería, entienden desde Bambú 12, más perjudicial para el PP que para Vox. De ahí que vayan a sacar músculo en las negociaciones. Pero su posición de rebeldía depende de una circunstancia clave: que María Guardiola no sume más que toda la izquierda. En ese caso, Vox tendrá difícil justificar una repetición electoral porque apenas bastará con su abstención para que el PP pueda gobernar en solitario.

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