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Política

Sánchez ordena una «resolución terrible» sobre Salazar en una semana mientras busca al 'topo'

Fuentes del partido consultadas admiten los errores internos que se han producido en el protocolo antiacoso

Sánchez ordena una «resolución terrible» sobre Salazar en una semana mientras busca al ‘topo’

Pedro Sánchez y Santos Cerdán en un mitin.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, necesita soltar lastre y desvincularse de las andanzas del caso de Paco Salazar. Y, por ello, tras el cese este martes de quien fuera su mano derecha en Moncloa, Antonio Hernández Espinal, el PSOE emitirá una resolución en el plazo de una semana sobre las dos denuncias que se presentaron en el mes de julio en su canal interno contra el acoso sexual. Fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE anticipan que se tratará de una «resolución terrible» en la que el PSOE se pronunciará sobre las dos denuncias de dos militantes que trabajaron con él en Moncloa, pese a que este estrecho de colaborador de Pedro Sánchez ya no es militante del PSOE —se dio de baja de militancia a finales de noviembre—.

Las fuentes consultadas admiten que los errores internos que se han producido en el protocolo antiacoso, tras no haberse puesto en contacto con las denunciantes cuatro meses después de la presentación de sus reclamaciones internas, obligan a ser más duros en la resolución. Y más después de que, inicialmente, algunos dudaran del contenido de las mismas, obligando a que algunos miembros del Gobierno y el PSOE hayan tenido que recular y mostrar mayor dureza. Una de ellas es la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, que este martes tuvo que reconocer que «fue un error» asistir a una comida con Paco Salazar el pasado 3 de noviembre. «Él me llamó, yo lógicamente acudí y ya les digo, ese encuentro no se tenía que haber producido y fue un error», confesó Alegría este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Fuentes del sector crítico consultadas por THE OBJECTIVE sostienen que ese almuerzo forma parte del encubrimiento y protección que existió desde el primer momento por parte de Pedro Sánchez; «muchos siguieron tratándolo como si nada» y manteniendo una interlocución sobre «cuestiones políticas» con altos cargos de Moncloa. En el núcleo duro del presidente lo niegan tajantemente y sostienen que «se cortó toda relación» por lo que pudiera pasar, después de que se frustrara la incorporación de Salazar como adjunto a la secretaría de Organización del PSOE, en el mes de julio y que fuera obligado a cesar en su cargo en el Palacio de La Moncloa.

A la caza del ‘topo’

A la espera de cerrar esta nueva crisis antes de las Navidades con la publicación del informe del órgano antiacoso del PSOE, lo que centra los esfuerzos de la dirección federal y de la cúpula del Gobierno es la búsqueda del ‘topo’. De todos es sabido que una de las cosas que más cabrea y desestabiliza a Pedro Sánchez son las filtraciones internas, pero en este momento su entorno es consciente de que se trata de un ataque directo contra él desde dentro del partido. Un intento por «debilitarle» que persigue atacar al tuétano de su núcleo duro en Moncloa, aprovechando que éste es el momento de mayor fragilidad del Gobierno, tras el ingreso en prisión de José Luis Ábalos y Koldo García, y la investigación sobre Santos Cerdán. La sospecha del fuego amigo señaló desde el principio a los colaboradores del presidente que, en principio «son los únicos beneficiados» de una operación política que frustró la entrada de Paco Salazar como adjunto a la Secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, el pasado mes de julio tras la publicación de las informaciones de eldiario.es.

Quien entró en su lugar fue Antonio Hernando, tras incorporarse su mujer, Anabel Mateos, como secretaria adjunta a la Organización y de Coordinación Territorial de la Comisión Ejecutiva Federal. Fuentes socialistas niegan ese extremo y dicen que «la entrada de Hernando estaba prevista una semana antes» y que no pretendió sustituir a Salazar. De hecho, Hernando entró como vocal, habida cuenta de que él y su esposa no podía ocupar las dos secretarías adjuntas a la Organización del PSOE en un intento por «tutelar» a la sustituta de Santos Cerdán, quien, a su vez, fue una colaboradora cercana de Antonio Hernando en el pasado.

Desde la órbita más afín a Pedro Sánchez creen que el actual secretario de Estado de Telecomunicaciones, número dos de Óscar López en el Ministerio de Transformación Digital e íntimo amigo suyo desde sus tiempos como colaboradores de Pepe Blanco en Ferraz en los años 2000, es uno de los personajes más «peligrosos» a la hora de filtrar información interna. Y son muchos los dirigentes que, sin citar nombres, sostienen que «a Pedro le están traicionando los suyos, desde dentro, filtrando información que sólo podían conocer ellos». «La vieja guardia siempre gana», sostienen algunos ante el evidente «hundimiento del proyecto político de Pedro Sánchez, que «se está quedando sólo y solo los tiene a ellos».

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