Vox pidió fondos para la asociación que ahora denuncia por desviar dinero de la dana
El partido de Abascal borra la carta que Buxadé envió a los eurodiputados pidiendo que colaborasen con Asoma

Santiago Abascal y Jorge Buxadé.
En noviembre de 2024, en la semana posterior a la riada que asoló el litoral valenciano, Vox, a través de su eurodiputado Jorge Buxadé, pidió a sus colegas del Parlamento Europeo «colaborar económicamente» donando dinero a la Asociación Social de Mayores (Asoma), la entidad que preside Jaime Hernández, ex trabajador de Bambú al que la formación conservadora ha denunciado este martes por el supuesto desvío de «cientos de miles de euros» que debían haber ido a las víctimas.
En la misiva remitida a los eurodiputados, que ha sido borrada de la página web de Vox pero de la que aún hay rastro, se especificaba que el beneficiario de las donaciones era Asoma, a pesar de que en la denuncia interpuesta ante la Autoridad Independiente de Protección del Informante la formación conservadora dice que desconocía «que los promotores y socios fundadores de Revuelta no habían constituido una asociación con dicha denominación, sino que actuaban, bajo la apariencia o con la pantalla de una entidad denominada Asociación Social de Mayores».

Además, a pesar de que Vox se ha desvinculado ahora de Revuelta, el comunicado elogiaba a los jóvenes. «Buxadé ha elogiado especialmente la labor de la asociación juvenil Revuelta, que está coordinando ayuda humanitaria desde varias ciudades de España y ha logrado movilizar más de 100 furgonetas, 60 camiones y 36 tráileres llenos de material de primera necesidad hacia las zonas afectadas. Vox y el Sindicato Solidaridad están colaborando activamente con esta asociación», aseguraba.
Al ser preguntado por el borrado de este comunicado, desde Vox admiten que «no estaba bien redactado», e insisten en que «desconocíamos que Revuelta no se había constituido como asociación y que Asoma no se había adaptado en sus fines y actividades».

Vox ha denunciado que los promotores de Revuelta no constituyeron una asociación con dicha denominación, sino que operaban bajo la cobertura legal de Asoma, cuyos fines estatutarios no se corresponden con las actividades desarrolladas por la plataforma juvenil. El documento señala presuntas irregularidades en la gestión de esta asociación: «No se ha convocado ni una sola Asamblea General ni Junta Directiva desde su constitución. Tampoco se han aprobado cuentas anuales ni presupuestos en ningún ejercicio. La web de Revuelta redirige a una pasarela de pago a nombre de Asoma creada por un trabajador de Vox usando medios telemáticos del partido».
La denuncia es la última batalla en la guerra entre Vox y las que fuesen sus juventudes oficiosas, que se hizo pública este pasado fin de semana con acusaciones cruzadas en redes sociales entre los revoltosos y quienes se fueron para permanecer fieles al partido. En su defensa, Revuelta ha desmentido las acusaciones y asegura haber sufrido «injerencias por parte de personas vinculadas a Vox».
De fondo, subyace una batalla política por el control de Revuelta. «Al no lograrlo, algunas de esas personas han optado por difundir acusaciones públicas inciertas destinadas a intentar erosionar nuestra credibilidad, por orden de los de arriba. Todo ello responde a una estrategia conocida: destruir lo que no pueden controlar», señaló esta asociación. «Revuelta no pertenece a ningún partido. No nos prestamos a campañas internas de intento de control político. Somos una asociación libre, digna y patriota».
A Vox se la acumulan batallas legales. Su ex portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, se ha querellado contra dos trabajadores de Bambú, a los que acusa de revelar información confidencial que le afecta para perjudicar a su persona. En concreto, se investiga a Juan de Dios Dávila y Cristina Navarro que, según señala Espinosa, entregaron a un medio de comunicación datos privados de un expediente abierto en su contra a raíz de una denuncia presentada por tres concejales de la formación en Collado Villalba a través de los canales internos del partido.

