The Objective
Política

Yolanda Díaz se atrinchera para ser candidata de Sumar pese a los que le piden renunciar

Rufián persigue un proyecto «plurinacional» y la coalición trata de evitar que se abra una guerra interna de sucesión

Yolanda Díaz se atrinchera para ser candidata de Sumar pese a los que le piden renunciar

Yolanda Díaz con los cuatros ministros de Sumar en el Congreso. | Europa Press

Sumar ha entrado en dinámica preelectoral. Así lo adelantó este diario, desvelando cómo los partidos de la coalición entienden que en primavera se pueden dar las condiciones para un adelanto de las generales. Con el ciclo de las autonómicas que arranca en diciembre en Extremadura, los temores de los aliados de Yolanda Díaz hacen que quieran hablar de todo para prepararse ante cualquier acontecimiento, desde los mecanismos internos de codecisión, emulando la mesa de partidos que funciona en el Congreso, hasta el nombre de la coalición y el del candidato. Díaz está dispuesta a hablar de todo, pero no de su sucesión. Internamente, hay quien sugiere que su renuncia podría facilitar un acuerdo con Podemos.

La izquierda alternativa busca fórmulas de pragmatismo político que eviten de nuevo luchas dinásticas. Esta es la prioridad de los miembros de este espacio político, conscientes de que sus perspectivas electorales están a la baja. De los 31 escaños de 2023, los representantes del próximo grupo parlamentario de Sumar podrían caer a la mitad. Sobre la mesa existen fórmulas híbridas de alianzas con el PSOE, pero no una integración en las listas del partido de Pedro Sánchez, aseguran las fuentes consultadas. Otra cosa sería renunciar a presentarse en las provincias más pequeñas, para evitar perder votos y que el PP tuviera una sólida ventaja sobre el PSOE.

Hace un par de meses, después de que este diario desvelara que Podemos tanteaba fórmulas de alianza con las izquierdas nacionalistas, Gabriel Rufián removió el tablero político al anunciar su propuesta de coalición plurinacional. Rufián es consciente de su tirón a nivel nacional. En Podemos sostienen que el portavoz parlamentario de ERC puede hundir su carrera al igual que hizo Íñigo Errejón cuando se dejó seducir por los sectores filosocialistas interesados en crear (para después controlar) todo lo que se cuece a su izquierda. Pero ni Podemos ni Sumar parecen, de momento, interesados en aceptar la propuesta del portavoz de ERC.

Rufián y Podemos

El rechazo al plan de Rufián es, tal vez, el único elemento que une hoy en día a Podemos con Sumar. En ambos frentes ven con escepticismo ese planteamiento. Aun así, fuentes de Podemos sostienen que se ha hablado de ello en los más altos niveles, donde ha intervenido el propio Pablo Iglesias. Pero oficialmente no se mueve nada. Y donde se perciben movimientos reales es en Sumar.

En la coalición que lidera la vicepresidenta segunda, los aliados, sobre todo Izquierda Unida, quieren que se empiece a hablar de fórmulas electorales, mecanismos de decisión, liderazgos y después, listas. IU, bajo la dirección de Antonio Maíllo, no quiere perder el tiempo. Lo demostró en Andalucía, donde se ha hecho con el control de las listas de las autonómicas para consolidar lo que queda de su feudo. En cuanto a la organización interna, IU y otros socios empujan para convertir a la mesa de partidos en un organismo de codecisión para el futuro.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

Ese modelo se inauguró en el congreso después de las elecciones europeas. Los socios estaban incómodos porque consideraban que Yolanda Díaz y su entorno tomaban decisiones sin debate interno. La segunda cuestión sobre la mesa es el nombre de la coalición. ¿Seguirá llamándose Sumar o se apostará por una nueva nomenclatura? Díaz quiere preservar su marca, pero es posible que se abra a cambiar el nombre a cambio de mantener el liderazgo nacional.

El papel de «aglutinadora»

Los afines a Díaz sostienen que ella es la única capaz de «aglutinar» a todos los partidos. En los últimos meses, se especuló con algunas alternativas. Se habló de la «operación Bustinduy», que finalmente el aludido ha descartado. Apareció y desapareció el nombre de Ernest Urtasun, y Mónica García pudo estar tentada por ese cargo. Pero los demás socios no quieren que Más Madrid tenga demasiado poder.

En definitiva, el único nombre que puede mantener las costuras internas es el de Yolanda Díaz, afirman varias fuentes consultadas en Sumar. Y la vicepresidenta segunda, mantienen, ha manifestado su interés en seguir al frente de la coalición. Es sabido, por otro lado, que su nombre invalida cualquier tipo de acuerdo con Podemos. Y que el PSOE necesita que a su izquierda haya una sola coalición, y no dos. Los morados creen que la política gallega es una traidora, y su línea roja ante cualquier pacto es que se aparte. Las relaciones de Podemos con otros partidos, sobre todo con Más Madrid, son conflictivas, y ese elemento representa una ventaja para que Díaz no se vea despojada de su cetro.

La fundadora de Sumar tiene, por lo tanto, cierta ventaja a la hora de mantenerse al mando, tanto con un adelanto en primavera como a finales del próximo año. Pero aunque se llegara al fin de la legislatura, su intención es no renunciar a su liderazgo, a pesar de que existen sectores favorables a su sustitución. Estas facciones sostienen que con un cargo honorífico —mencionan el «Consejo de Estado»— Díaz podría tener un incentivo para dejar el campo libre.

Yolanda Díaz llega al Senado para una sesión parlamentaria
Yolanda Díaz llega al Senado para una sesión parlamentaria.

Los segmentos críticos se encuentran sobre todo entre las federaciones de Izquierda Unida, donde no excluyen pactos con Podemos y recuerdan que, de convertirse en pilar de la nueva alianza, podrían ganar más puestos de salida en las listas electorales. Añaden que este tipo de coalición mejoraría el resultado, hasta alcanzar unos veinte diputados. Pero, al menos de momento, la respuesta de la política gallega parece ser un rotundo no. La vicepresidenta segunda se atrinchera así en su cargo de líder de la coalición, aunque esté dispuesta a ceder en los mecanismos internos de codecisión e incluso en el nombre de la coalición, que podría reformularse para dar una pátina de novedad a un acuerdo muy parecido al de 2023.

Publicidad