María Corina Machado planea viajar a España en una gira europea tras los actos del Nobel
«Tiene que terminar de convencer a los no convencidos», subrayan desde el equipo de Edmundo González

María Corina Machado tras su llegada a Oslo para el Premio Nobel de la Paz. | Reuters
Ahora que ha logrado salir de Venezuela con la ayuda de Estados Unidos, la líder de la oposición al chavismo, María Corina Machado, planea viajar a España en el marco de una gira europea que iniciará tras los actos relacionados con la concesión del Premio Nobel de la Paz que ha recibido en Oslo, según revelan fuentes de su entorno consultadas por THE OBJECTIVE.
«Efectivamente, se está preparando una gira europea para visitar países amigos que la han respaldado. Debe presentarse allí donde la diáspora venezolana está sufriendo en el exilio y España es el país que más venezolanos acoge», subraya una persona próxima al presidente electo, Edmundo González, que viajó a la capital noruega junto a los principales dirigentes de la oposición como Leopoldo López y Antonio Ledezma.
Las fuentes destacan que los preparativos de la gira europea están en una fase muy preliminar, pues la galardonada con el Nobel llegó este jueves a Noruega y apenas ha tenido tiempo para debatir con otras figuras de la oposición venezolana sobre cuáles van a ser sus siguientes pasos. Además, no se descarta que Machado viaje primero a Washington para reunirse con Donald Trump en la Casa Blanca.
La escala en Madrid, en todo caso, será delicada para la líder opositora, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez guardó silencio oficial a mediados de octubre tras el inesperado premio concedido por Noruega. Además, el Ejecutivo decidió esta semana enviar únicamente a la embajadora en Oslo, Alejandra del Río, en representación de España a la ceremonia de entrega del galardón. En la práctica, supuso repetir la situación de años precedentes. El país anfitrión invita cada mes de diciembre a los embajadores acreditados en Oslo a dicha ceremonia, a la que asisten los reyes y otros miembros de la familia real del país escandinavo, pero ello no impidió que los presidentes de Argentina, Ecuador, Panamá y Paraguay fuesen en persona al acto en la capital noruega como gesto de apoyo a la oposición venezolana.
Machado quiere aprovechar su visita a España para reunirse con las principales autoridades, empezando por el citado Sánchez y el rey Felipe VI. El monarca ya tuvo una audiencia con Edmundo González a los pocos días del inicio de su exilio en Madrid en septiembre del año pasado, aunque se guardó en secreto en un primer momento con la excusa de que fue de carácter privado.
El hecho de que España no felicitase a la principal opositora venezolana en octubre provocó sonrojo y estupor en un buen número de diplomáticos del Ministerio de Asuntos Exteriores, quienes expresaron su temor de que el Gobierno de Sánchez estuviese dando un giro en su política hacia Nicolás Maduro en un momento de máxima tensión geopolítica en la zona del Caribe por las últimas decisiones de la Administración Trump contra el régimen bolivariano, entre ellas la autorización a la CIA para llevar a cabo operaciones encubiertas en suelo venezolano. «Tiene que terminar de convencer a los no convencidos», afirma una de las fuentes consultadas sobre la actitud de Sánchez y el cometido de la líder opositora cuando viaje a nuestro país.
Al llamativo silencio del presidente, con su posterior mentira de que nunca opina sobre los premios Nobel de la Paz cuando en el pasado lo hizo en hasta seis ocasiones, se sumó la misma reserva por parte de Albares, e incluso de la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo. Ambos no hicieron ninguna referencia, ni en sus redes sociales ni en público, a la decisión del comité noruego de distinguir a una figura iberoamericana como Machado. Tampoco el miércoles, con motivo del acto de entrega del premio, que recogió la hija de la galardonada en su nombre, o tras la llegada de la opositora a Oslo tras la salida de su país con la ayuda de EEUU. Venezuela solo contaba hasta ahora con un premio Nobel, en la figura del inmunólogo Baruj Benacerraf, que lo ganó en el apartado de Medicina en 1980.
Solo felicitaciones en privado
Tras el anuncio de octubre, solo se conoció que Albares y la ministra de Defensa, Margarita Robles, felicitaron en privado a Machado en sendas llamadas telefónicas hechas a Edmundo González para que se lo transmitieran a la premiada, según desveló El Mundo y confirmaron a THE OBJECTIVE fuentes cercanas a este último. Una forma «poco elegante» que no se corresponde con los usos diplomáticos, a juicio de una fuente de Exteriores, y que chocó, por ejemplo, con las palabras —esta vez sí en público— del titular de Transportes, Óscar Puente, alegrándose por la distinción a la opositora y tildando de «dictadura» y «régimen evidentemente autocrático» al gobierno de Maduro.
El silencio de Moncloa y Exteriores preocupa entre los diplomáticos españoles, porque sugiere que existe temor a represalias de Maduro o, aún peor, que se esté dando un giro político con el régimen de Caracas, como ocurrió en 2022 con el Sahara para congraciarse con Marruecos. España, al igual que el resto de países de la UE, no reconoció la reelección del sucesor de Hugo Chávez tras los comicios de julio del año pasado, si bien el embajador acreditado allí, Álvaro Albacete, mantiene interlocución tanto con las autoridades locales como con miembros de la oposición.
