Sumar descarta romper con Sánchez aun sin crisis de Gobierno: «Que lo hagan PNV y Junts»
Su planteamiento consiste en presionar pero no dinamitar la legislatura, y retan a otros grupos a hacerlo

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. | EP
Sumar descarta romper con Pedro Sánchez aunque el presidente del Gobierno no haga una remodelación del Ejecutivo, tal y como le exige su socio. Yolanda Díaz intentó mostrarse contundente el viernes ante los escándalos de corrupción y las denuncias de acoso que afectan a personas de confianza del líder del PSOE: dijo que había que modificar el Gobierno «de arriba abajo» para transmitir la idea de que el Ejecutivo se tomaba en serio la situación crítica y se comprometía a cambiar de rumbo. Pero Sánchez rechaza esa exigencia. Sumar sostiene que «de momento» no se plantea ninguna ruptura, e internamente deja la pelota en el tejado de otros socios de investidura: «Que lo hagan PNV y Junts».
La táctica de Yolanda Díaz consiste en presionar, pero no en romper con Sánchez. Después del plante de la vicepresidenta, el grueso de los observadores políticos se preguntan si Díaz va en serio y contempla salir del Ejecutivo. Las fuentes de Sumar descartan ese escenario, al menos de momento. Romper con el Ejecutivo significaría hacerse responsable del fracaso de la legislatura, y por ende de un adelanto electoral que podría entregar el Gobierno a una coalición de derechas. Sumar también exigió una auditoria en el SEPI y una comparecencia del presidente para zanjar el asunto de la corrupción.
Según Sumar, quienes de verdad estarían deseando romper con Sánchez son el PNV y Junts, así que dirigen las preguntas sobre qué harán en el futuro a lo que decidan los partidos nacionalistas. PNV y Junts serían, según las fuentes de Sumar, los que más estarían en condición de romper con el Ejecutivo. Y quitan de la ecuación a ERC, a pesar de que este lunes Gabriel Rufián criticara la respuesta de Sánchez a la crisis. Los republicanos catalanes exigen a Sánchez una reunión ad hoc, pero tampoco plantean una ruptura parlamentaria. Según Sumar, se trataría más bien de aprovechar la situación para lograr más cesiones a Cataluña: «Ha empezado la política de los buitres», resumen las fuentes consultadas.
Sin consecuencias
La situación interna en Sumar es, por otro lado, frágil. «Díaz carece de partido», afirman desde las formaciones adscritas a Sumar para describir la debilidad de la vicepresidenta. La dirigente gallega no ha logrado vertebrar un proyecto político nacional, por lo que su futuro depende de su permanencia en el Gobierno. Por eso Sumar descarta romper con Sánchez, aunque el presidente se niegue a reformular el Ejecutivo. En cuanto a los aliados de Sumar, solo un sector de IU estaría en disposición de romper con Sánchez, pero otro, concretamente el del PCE, sigue interesado en quedarse. No se percibe desde los otros grupos, incluyendo Compromís, un verdadero interés en dinamitar las relaciones con el PSOE.
Los socios de Díaz exigieron a la vicepresidenta una crítica más contundente tras las detenciones de la semana pasada, como publicó este diario. Pero tanto ellos como Díaz consideran improcedente en este momento romper con Sánchez. De ahí que este lunes el portavoz Ernest Urtasun evitara hablar con claridad sobre la negativa de Sánchez a reformular el Gobierno. Urtasun sostuvo que las medidas previstas son «insuficientes» y dijo que «el inmovilismo no es una opción», pero no aludió a una crisis gubernamental. Se limitó a lanzar una pregunta al aire: «¿Qué se va a hacer a partir de ahora para relanzar la legislatura?».
Podemos se ríe
Sumar llega incluso a especular sobre una ruptura de Podemos. Este escenario es tal vez el más deseado por los miembros de la coalición de Yolanda Díaz, porque consideran que esta decisión representaría el fin político del partido de Irene Montero. Pero los morados han evitado amagar con esa opción. Y han ironizado sobre el plante de la vicepresidenta segunda: «Cada seis meses dice lo mismo con la misma sobreactuación. Luego no pasa absolutamente nada y, como consecuencia a la ausencia de consecuencias, ella no hace nada tampoco. Seis meses después, volverá a decir lo mismo. Y así ad nauseam», afirmó Pablo Echenique en las redes sociales.
La clave para interpretar las decisiones de Sumar y Podemos tiene que ver con que nadie está dispuesto a pagar el precio de dinamitar la legislatura para que después PP y Vox lleguen a la Moncloa. Sumar controla cinco ministerios en el equipo de Gobierno: Trabajo, controlado por la propia Díaz, y Cultura, Sanidad, Derechos Sociales e Infancia. Cada ministerio está controlado por uno de los socios de coalición de Díaz: los Comunes catalanes, Más Madrid, Movimiento Sumar e Izquierda Unida. Esta presencia ministerial otorga a Díaz visibilidad y cargos, lo que se convierte en otro freno a la ruptura.
