Aliança ficha para Barcelona al empresario que organizó las pitadas al himno en la Copa

Aliança Catalana no tiene aún representación en el Ayuntamiento de Barcelona. La capital catalana no es una plaza sencilla para el nacionalismo catalán, pero para el partido de Sílvia Orriols es de vital importancia irrumpir con fuerza en el consistorio para consolidar el crecimiento que —afirman— están experimentando «en todos los sentidos» y que también proyectan los sondeos demoscópicos. Según ha podido saber THE OBJECTIVE en exclusiva, el empresario Santiago Espot formará parte de la lista electoral, aunque no especifican si será su cabeza de lista.

El partido identitario catalán tiene previsto anunciar el próximo 23 de abril, coincidiendo con el Día de Sant Jordi, su candidato a la alcaldía de Barcelona. Algunos de los nombres que suenan con más fuerza, además de Espot, es el del publicista Lluís Carrasco, autor de la famosa lona que el F.C. Barcelona instaló en Madrid, cerca del estadio Santiago Bernabéu, para promover la candidatura de Joan Laporta bajo el lema «Ganas de volver a veros».

Como Carrasco, Espot también ha tenido incursiones en el mundo futbolístico, aunque desde una vertiente más politizada. El empresario organizó en 2009, 2012 y 2015 las pitadas al himno de España durante las finales que el equipo azulgrana disputaba en la Copa del Rey, aprovechando el eco mundial del acontecimiento deportivo y la presencia del rey en el palco de los estadios en los que se celebraron las finales. El empresario fue multado por ello con 90.000 euros. Fiel a su estilo, declaró: «Estamos igual que en 1940, la peor época del franquismo».

Irrumpió en un hospital para hostigar por el «catalán»

Espot es un rostro conocido del nacionalismo catalán. Le han acompañado varias polémicas. En octubre de 2019 se viralizó un video suyo en el que, junto a un grupo de independentistas, irrumpió en un hospital de Barcelona para exigir el cese de una doctora por no atender en catalán a una paciente.

Espot se dirigió a uno de los médicos responsables del centro y le espetó: «Doctor Benavent, esto es una puñetera colonia. Aquí vienen médicos con el ánimo del colonizador a menospreciarnos. Este es un país donde no te puedes morir ni en catalán. Muchos de nuestros abuelos catalanohablantes las últimas palabras que escucharán serán en lengua castellana».

También ha militado en otros partidos independentistas, como Solidaritat Catalana per la Independencia que, con Joan Laporta de candidato, logró representación en el Parlament de 2010 a 2012. Sus intervenciones en programas televisivos fueron muy seguidas y cosechó muchos seguidores que valoran su estilo directo y vehemente.

Gran defensor de Israel

Como barcelonés, Espot afirma estar muy preocupado por la «degradación» de la ciudad. Tiene varios vídeos en sus redes sociales en los que critica las políticas de los últimos gobiernos del PSC y Ada Colau, así como los problemas de vivienda. Vincula también la situación de la capital catalana con la falta de «personalidad» y «catalanidad» que acusa la urbe.

Aliança Catalana considera Barcelona como «la capital de Cataluña», en el sentido de que sería la ciudad más importante y con mayor proyección internacional en una eventual Estado catalán. Espot se alinea con estas tesis y reivindica la importancia de que Barcelona recupera su «identidad» y sea el puntal de la lucha nacionalista. A este respecto, son muy críticos con que el gobierno local esté gobernado por fuerzas «españolistas».

La afinidad del empresario con las tesis de Aliança no acaba en la ciudad de Barcelona. Espot es conocido por ser un ferviente defensor de Israel. Este mismo martes 16 de diciembre compartía en su perfil de X un anuncio de la librería Abacus a favor de la causa de Palestina. Pese a que Abacus es una cooperativa vinculada al nacionalismo, Espot aseguraba que abandonaba el negocio sin comprar ningún regalo de Navidad y añadía que no volvería «a poner los pies» en ninguna de sus tiendas. Como Aliança, Espot mantiene una posición muy crítica con los partidos independentistas tradicionales.