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Política

El embajador en Argentina monta un consulado «paralelo» para agilizar las nacionalizaciones

Joaquín de Arístegui choca con varios diplomáticos al promover una entidad sin registrar en el país sudamericano

El embajador en Argentina monta un consulado «paralelo» para agilizar las nacionalizaciones

Joaquín de Arístegui, en un acto en la embajada española en Buenos Aires. | Foto: RRSS Emb. en Argentina

Es la «comidilla» en los círculos diplomáticos de Buenos Aires. El «enfrentamiento» entre el embajador español en Argentina, Joaquín de Arístegui, con sus consejeros de la legación desde la llegada del primero al país sudamericano hace un año y los «conflictos» que han aflorado en los últimos meses con los cónsules generales y que han provocado una «situación institucional insostenible», según advierten fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.

De Arístegui empezó con mal pie al llegar a finales de 2024 a Argentina, donde se le conoce como «Manolito» por su parecido «físico e intelectual» al personaje que aparece junto a Mafalda. A los pocos días de visitar por primera vez la Cancillería para presentar las copias de estilo de su nombramiento como embajador, Javier Milei destituyó a varios altos cargos del Ministerio con los que se había entrevistado. A raíz de ello, el representante español cogió fama en Buenos Aires de gafe o jettatore, el término que se utiliza entre los argentinos para señalar a una persona que atrae mala suerte y que popularizó Gregorio de Laferrère con su obra de teatro así titulada.

Sea por superstición o no, lo cierto es que el embajador se ha encontrado «aislado» del Gobierno argentino, pese a que su llegada a la capital bonaerense en diciembre del año pasado fue el carpetazo a la crisis diplomática que Milei abrió unos meses antes con Pedro Sánchez con su polémica asistencia a un mitin de Vox. A ello se ha unido que está «enfadado» con sus consejeros de la Embajada y que «se lleva mal» con su segundo, el también diplomático Luis Tejada, ex alto cargo del Gobierno de Mariano Rajoy.

Con todo, la peor parte de la «presión intolerable y trato despótico» del embajador se la está llevando el cónsul en Buenos Aires, José María Ridao, según coinciden las citadas fuentes. Este último es un diplomático «patanegra» del PSOE que entre 2000 y 2012 fue miembro del consejo editorial de El País, al que volvió en 2019 como adjunto a la directora, hasta que a principios de 2021 pidió su reingreso en la carrera diplomática y fue destinado como embajador en la India. Llegó a la capital argentina unos meses antes que De Arístegui y el primer encuentro entre ambos acabó en encontronazo: el embajador se encaprichó de una maqueta que decora una de las estancias del consulado e intentó llevársela a su residencia. El cónsul le tuvo que quitar la idea de la cabeza, recordándole que se trataba de una donación y que estaba inventariada.

«Desde entonces, [el embajador] no le invita a recepciones. Le ha declarado la guerra. El culmen fue en la festividad nacional del 12-O, donde cursó invitaciones a Ridao y al resto de cónsules adjuntos en Buenos Aires como si fueran invitados, obligándoles a hacer fila como al resto de asistentes», hace hincapié una persona que está al tanto de la polémica. Antes de ese episodio, De Arístegui intentó que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática no se entrevistase en su última visita a Argentina a finales de septiembre con Ridao. Pero no logró su objetivo y el cónsul se lo afeó delante del ministro y su secretario de Estado de Memoria Democrática, por lo que el Gobierno conoce la delicada situación allí.

En la actualidad, Ridao dirige un equipo que tiene que revisar los expedientes de más de 600.000 bonaerenses que han solicitado el pasaporte español en los últimos años en virtud de la Ley de Memoria Democrática. Cuando se termine ese ingente trabajo —posiblemente a mediados de la próxima década de los treinta, pues se resuelven un millar al mes—, la capital argentina competirá con Zaragoza y Sevilla por ser la cuarta ciudad española con más habitantes.

En el resto del país hay otra cifra similar de solicitudes de nacionalidad española en lista de espera, por lo que los cinco consulados —Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Mendoza y Rosario— tienen que hacer frente a más de un millón de expedientes, mientras De Arístegui exige «celeridad» y presiona para que algunas personas que tienen que esperar años para recibir el pasaporte español «se salten la cola», subrayan las citadas fuentes.

Prueba de ello es el intento de acelerar en las últimas semanas el expediente de nacionalidad de una joven influencer argentina, cuyo padre empresario cuenta con una vivienda contigua a la de la embajada. De Arístegui propuso hace unos meses a Exteriores adquirir este edificio para hacer allí un nuevo centro cultural español en Buenos Aires, por lo que sugirió «un trato VIP» con la influencer, en palabras de un diplomático allí destinado, ya que podría beneficiar a los intereses españoles en esta operación inmobiliaria. Sin embargo, el cónsul se ha negado a darle ese trato de favor.

Pero el meollo del conflicto está en el «sabotaje» por parte del embajador de las reuniones del consulado en Buenos Aires con la colectividad española. Para ello, De Arístegui ha contraprogramado actividades del consulado con actos del Centro de Descendientes de Españoles Unidos (Cedeu). Todo ello en detrimento del Consejo de Residentes Españoles (CRE), el órgano consultivo y asesor del consulado y cuya función es representar a la comunidad española en la demarcación de Buenos Aires.

Ocurrió, por ejemplo, a mediados de octubre, unos días antes de que el 22 de ese mes concluyese el plazo para aplicar a la nacionalidad española: mientras el equipo de Ridao organizaba una reunión informativa en el Centro Asturiano de Lanús con miembros del CRE, «a la misma hora», el embejador promovía una convocatoria de Cedeu en el Centro de Galicia de la capital argentina.

El portavoz de Cedeu en Buenos Aires es Juan Manuel de Hoz, quien aparece en las fotos de ese acto en la Casa Galicia con una camiseta roja junto al embajador. Las citadas fuentes señalan que De Hoz se afilió al PSOE tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática y que en agosto de 2023 obtuvo la nacionalidad española como descendiente de emigrantes asturianos. Desde entonces, promociona su entidad como un centro que da «asesoramiento gratuito» para gestionar los trámites de las solicitudes de nacionalidad en los consulados españoles, pese a no estar registrada en Argentina como tal.

«Cedeu es una agrupación de gestores que se están lucrando. Se hace pasar por un organismo oficial de la Administración española y dice tener línea directa con el PSOE, algo que es publicitado en las redes. De Arístegui le da cobertura a todo esto a pesar de que no está registrada en Argentina, lo que ha provocado enfado en la colectividad porque Cedeu afirma que las gestiones consulares de las nacionalizaciones se hacen más rápido con ellos, cuando existe un orden riguroso de atención de los expedientes en función de la antigüedad de la solicitud», resume una fuente diplomática sobre la situación que se vive en la capital argentina.

El problema para Cedeu es que cualquiera de sus trámites tiene que pasar obligatoriamente por el consulado. A finales de noviembre, el embajador organizó un almuerzo en su residencia con esta entidad dirigida por De Hoz e invitó al cónsul adjunto «más joven y recién llegado» a Buenos Aires ante su enemistad manifiesta con Ridao. «Cedeu necesita con urgencia un contacto dentro del consulado general para seguir con su negocio y De Arístegui pretende proporcionárselo así. ¡Es inaudito e indignante, con una asociación que no existe legalmente!», exclama otra fuente consultada.

El PP registra una pregunta a Albares

Los problemas en Buenos Aires han llegado a oídos del PP, que el pasado 25 de noviembre registró una pregunta parlamentaria dirigida al departamento de José Manuel Albares, en la que varios diputados expresan su «seria preocupación» acerca del asesoramiento que «pudiera estar efectuando Cedeu» cuando se trata de una agrupación «carente de personalidad jurídica conforme al ordenamiento argentino, en materias vinculadas a la tramitación de nacionalidades al amparo de la legislación de memoria democrática».

El principal partido de la oposición apunta directamente a De Arístegui, al preguntar por los motivos que han llevado al embajador a estar atribuyendo «un papel relevante al Cedeu en detrimento del CRE», al tiempo que pregunta a Exteriores si le ha remitido alguna instrucción «para que otorgue a dicha agrupación funciones de asesoramiento en los procedimientos de nacionalidad». El PP está a la espera de la respuesta de Albares y, mientras tanto, De Arístegui ha dejado de loar a Cedeu en sus redes sociales.

Sin embargo, recientemente promovió una votación en el CRE para que este órgano asesor reclamase a Madrid la destitución del cónsul en Buenos Aires. Para ello, argumentó que tenía instrucciones «directas» de Albares para promover su cese. THE OBJECTIVE se puso en contacto con Ridao para recabar su opinión sobre estos hechos. «Ni confirma ni desmiente ninguna información. Pero conoce a Albares desde hace más de 30 años y no da crédito a que haya dado esas instrucciones al señor De Arístegui», replicaron desde el consulado. Este periódico también solicitó a la Oficina de Información Diplomática (OID) poder hablar con el embajador y trasladó varias preguntas por escrito, pero no obtuvo respuesta.

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