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Opinión

Guardiola y Vox descuartizan a Sánchez

«Objetivo cumplido, con el agua al cuello durante el escrutinio, pero cumplido»

Guardiola y Vox descuartizan a Sánchez

El candidato a la presidencia de Extremadura por el PSOE, Miguel Ángel Gallardo. | Andrés Rodríguez (EP)

Con el agua al cuello vivió el equipo de Guardiola, todo el Partido Popular en resumidas cuentas, la primera parte del escrutinio de estas elecciones extremeñas donde no todo ha sido tan brillante como se preveía. Empezando por lo primero: el PP, tanto el regional como el nacional, creía desde el inicio de la campaña electoral que la victoria triunfante estaba servida. Prácticamente sin romperse, ni mancharse. Ha sido el PP el gran vencedor y ha superado de lejos los logros de hace dos años largos, pero no ha conseguido librarse para los restos de Vox, los molestos compañeros que le van a proporcionar al PP una legislatura —si es que esta se cumple— realmente complicada.

Por lo pronto, Vox ya sabe que puede insistir en su invectiva de estos días: con Guardiola ni a recoger una herencia. O sea, escasas posibilidades de que Abascal la haga presidenta. Esta certeza debe equipararse a otra igualmente importante, trascendental para España: curiosamente, el PSOE se ha pegado en Extremadura un zurriagazo, pero, proclaman ellos —¡hay que tener jeta!— de menor cuantía al que pudo temerse. Sobre todo gracias al inadecuado candidato con que se presentaba. Esto le puede valer a Sánchez para seguir incólume en el poder en la seguridad de que, en adelante, será la derecha la que se pelee, que él, su partido y la izquierda en general, no tiene la menor intención de entregarle esa baza ni a Guardiola ni, menos aún al propio Feijóo. Este se ha quedado a la espera de la próxima cita: Aragón, 5 de febrero, casi a la vuelta de la esquina. La reconquista extremeña se ha quedado en una victoria parcial muy estimable que adelanta probablemente un resultado espectacular para el PP en las próximas elecciones generales.

En resumidas cuentas: no ha sido en su magnitud más  excelsa el triunfo popular que se esperaba, pero es muy notable, el PSOE se ha pegado un batacazo de proporciones siderales y Vox se ha alzado hasta unos números que —lo verán— le van a hacerse presentarse como los reales ganadores de estos comicios. El gran derrotado es Sánchez, pero él, lo comprobaremos así, echará la culpa al empedrado, al delicuente, presunto aún, Gallardo y a los bodoques que le han seguido en la aventura. Al final hay que quedarse con esta certez: el PP le ha sacado 11 escaños al PSOE y ha sumado más que toda la izquierda junta. La victoria de Guardiola ha sido más parca que los anticipos, pero lo dicho no admite discusión. Objetivo cumplido, con el agua al cuello durante el escrutinio, pero cumplido. Guardiola ha descuartizado a Sánchez.

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