Vox duplica sus escaños en Extremadura y encarecerá su apoyo a María Guardiola
La formación de Santiago Abascal se fija como objetivos la cabeza de la baronesa del PP y la presidencia de la Asamblea
María Guardiola convocó elecciones pensando en obtener una mayoría absoluta y dejar de depender de Vox en Extremadura. Muy al contrario, dependerá aún más de la formación que preside Santiago Abascal, que ha pasado de cinco a 11 escaños, y que encarecerá mucho su apoyo al PP en la región. El partido conservador planea ahora apretar en las negociaciones, hasta el punto de llegar a exigir la cabeza de María Guardiola a Alberto Núñez Feijóo si fuese necesario.
Tal y como adelantó THE OBJECTIVE, Vox sabe que es «inviable» forzar una repetición electoral, pero se habían fijado los diez escaños como propósito para apretar en las negociaciones con el PP hasta el punto de pedir un cambio de presidente en Extremadura si se enquistan. Sea con María Guardiola o sin ella, la intención de la formación que preside Santiago Abascal no es entrar en el Gobierno regional, sino exigir la presidencia de la Asamblea de Extremadura y una admisión de determinados puntos.
Estos serían, según fuentes del partido: el rechazo al Pacto Verde Europeo, la negativa a admitir inmigrantes irregulares o la preferencia de los nativos a la hora de acceder a las ayudas sociales, en línea con las cesiones que ha tenido que hacer Juanfran Pérez Llorca en Valencia. Además, Vox pondrá sobre la mesa otros asuntos de impacto local, como la prórroga de la central nuclear de Almaraz —donde Vox ha sido la segunda fuerza más votada, con el 23,3% de los votos— aunque su continuidad no sea competencia del Gobierno autonómico; o la puesta en marcha del plan de regadíos de Tierra de Barros.
Vox ha superado sus expectativas en Extremadura, en donde se presentó con un candidato desconocido para el público general, Óscar Fernández, y con Santiago Abascal como principal reclamo electoral en compensación. El presidente de Vox se recorrió durante un mes la región, visitando decenas y decenas de municipios, lo que ha sido fundamental para el buen resultado del partido. Este resultado, además, es fundamental tanto para asentar el crecimiento a nivel nacional que la gran mayoría de encuestas le otorgan como para lanzar un aviso al PP: su apoyo será cada vez más caro.
Vox ha centrado sus esfuerzos este último mes en obtener el mejor resultado posible en estos comicios. Conocedores en la sede de Bambú de la importancia de esta primera prueba de cara a las elecciones autonómicas en 2026 en Aragón, Andalucía y Castilla y León, Abascal ha empleado todos sus recursos en llegar a la mayor parte del territorio. Siempre acompañando a Fernández en la campaña electoral, el líder de la formación movilizó a sus votantes, como es habitual, y llenó la gran mayoría de recintos de eventos que visitó, sobre todo en las primeras semanas. El presidente de Vox se echó a la espalda la campaña, asumiendo el protagonismo y remarcando la clave que repiten en el partido desde hace meses: lo «importante» es la «marca» y no el candidato.
Este buen resultado se ha cosechado en las zonas rurales de Extremadura, donde su discurso ha encontrado una acogida especialmente favorable. La defensa del sector primario, la crítica a normativas percibidas como alejadas de la realidad del campo y el rechazo a políticas diseñadas desde los grandes núcleos urbanos han permitido a la formación conectar con un electorado que se sentía tradicionalmente desatendido. En estos territorios, Vox ha logrado presentarse como una voz directa y sin complejos, capaz de trasladar al Parlamento las preocupaciones del mundo rural y capitalizar un malestar que se ha traducido en un respaldo creciente en las urnas.
«Extremadura quiere más Vox, mucho más Vox. Vamos a defender cada uno de los votos con uñas y dientes. Y vamos a defender mañana lo mismo que defendíamos ayer», ha celebrado Óscar Fernández, quien ha sido presentado por el portavoz nacional del partido, José Antonio Fúster, como «el ganador de esta noche electoral».
«Vox es el gran triunfador de estas elecciones, el que más ha crecido en votos, en escaños, en porcentaje, mientras las dos caras del bipartidismo han visto reducidos sus votos», ha reiterado Santiago Abascal en una comparecencia desde la sede nacional de Vox. «Los votos de Vox deben contar, no van a ser invisibilizados ni traicionados», ha adelantado Abascal, que ha celebrado el «hundimiento del bipartidismo». En concreto, de la «mafia» del PSOE y la «estafa» del PP.
