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Política

Bustinduy gasta dos millones en una campaña contra las cajas sorpresa de los videojuegos

Esta propaganda se enmarca en el compromiso del Gobierno con la creación de un entorno digital seguro

Bustinduy gasta dos millones en una campaña contra las cajas sorpresa de los videojuegos

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy. | Marta Fernández (EP)

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 se ha gastado casi dos millones de euros en una campaña de concienciación sobre el uso de los videojuegos. Así lo reflejan los datos de una resolución del Portal de Transparencia a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. En concreto, el proyecto que ha recibido dicha inversión está centrado en concienciar y alertar de los peligros acerca del consumo de las famosas cajas sorpresa vinculadas a estos pasatiempos digitales.

Este periódico solicitó a la cartera encabezada por Pablo Bustinduy el coste total y desglosado de la producción de los spots de la campaña La naturaleza y riesgos de las cajas botín, lanzada el pasado mes de octubre. El departamento indica que el gasto total para el centro han sido 1.960.903 euros, de los cuales 210.903 se corresponden con el contrato de creatividad de la campaña y 1.750.000 euros con la compra de los espacios publicitarios realizados a través de un contrato basado en un acuerdo marco.

Las conocidas como loot boxes, cajas de botín o cajas sorpresa, son paquetes virtuales misteriosos que se pueden adquirir dentro de un videojuego por los que, a cambio de pagar una cantidad fija de dinero, el jugador recibe un premio aleatorio, pero deseado, relacionado con dicho juego, que puede ser virtual (como por ejemplo skins o armas) o físico (como figuras o merchandising). Estos embalajes de contenido oculto generan emoción por lo desconocido de la recompensa y eso, unido a la posibilidad de obtener artículos de gran valor como objetos de edición limitada, incentiva su compra.

«Menos loot boxes, más real gamers»

Bajo el lema «Menos loot boxes, más real gamers», la campaña busca mostrar a los jóvenes y a sus familias el funcionamiento de estas cajas y la manera en la que los juegos recurren a técnicas psicológicas para fomentar una compra que, en muchas ocasiones, puede acabar creando adicción. Tal y como señalan desde el Ministerio, la probabilidad indica que, generalmente, el premio deseado no se logra con la primera obtención, lo que incentiva a que los jugadores (que en muchas ocasiones son menores de edad) tengan o bien que adquirir otra caja sorpresa para intentarlo de nuevo o dedicar muchas más horas al juego para poder lograr esa recompensa.

Según un estudio de la UNIR hecho en 2022, un 30,4% de los 6.603 españoles participantes en la encuesta con edades comprendidas entre los 11 y 30 años había comprado al menos una caja botín en el último año. Además, la tendencia entre los gamers de menos de 18 años era similar, con un porcentaje del 28,9%. Asimismo, la investigación señala que este producto funciona como «bisagra» entre los problemas de dependencia a los videojuegos y a las apuestas online, siendo hasta 4,5 veces más frecuente que estos jugadores acaben teniendo problemas con los juegos de azar.

Y es que las cajas botín están ganando cada vez más presencia en el entretenimiento online, aunque a veces su identificación no sea tan evidente como en los videojuegos tradicionales. De acuerdo con una investigación de 2020, más del 58% de los juegos para dispositivos móviles de Google Play y la App Store contenían estos mecanismos de recompensa aleatorios. En muchos casos aparecen de manera aparentemente inocente en formato de cofre, sobre, ruleta o caja, contribuyendo, además, con estas apariencias camufladas a la normalización de los juegos de azar desde edades muy tempranas.

El Ministerio indica que esta campaña se enmarca en el compromiso del Gobierno con la creación de un entorno digital seguro en «el que el ocio no explote la vulnerabilidad de la infancia y donde el juego pueda practicarse en condiciones seguras que eviten la reproducción de conductas problemáticas». Las autoridades de Consumo llevan ya más de dos años alertando de los riesgos del uso de las cajas botín en la industria del videojuego, especialmente para los jugadores más jóvenes. Este departamento ya ha tomado otras medidas en este sentido, como la normativa que regulará que los operadores adviertan sobre los riesgos del juego online y la prohibición de los bonos de bienvenida que ofrecen las casas de apuestas.

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