Cody Wilson desafía a la justicia y pone a la venta los planos de armas 3D en EEUU
El director de Defense Distributed (DD), Cody Wilson, cuya empresa fabricó la primera pistola hecha con una impresora 3D, ha anunciado ha comenzado a vender los planos para la fabricación de estas armas, desafiando así a la justicia estadounidense, que hace un mes bloqueó la publicación de manuales para imprimir armas en 3D.
El director de Defense Distributed (DD), Cody Wilson, cuya empresa fabricó la primera pistola hecha con una impresora 3D, ha anunciado ha comenzado a vender los planos para la fabricación de estas armas, desafiando así a la justicia estadounidense, que hace un mes bloqueó la publicación de manuales para imprimir armas en 3D. El magistrado de la corte federal del Distrito Washington Oeste, Robert Lasnik, determinó este lunes el bloqueo hasta que se resuelva el caso.
Wilson alega que la orden del juez federal del Distrito del estado de Washington, Robert Lasnik se refiere a «la distribución gratuita de los planos» y a la forma de envío de los mismos en base a cuestiones de seguridad, no a su comercialización responsable. «La orden nos impidió simplemente regalar las cosas, se trata solo de una autorización para poder venderlo, ya que podemos enviarlo por correo electrónico o en una memoria USB, de manera segura», ha explicado Wilson durante una conferencia celebrada en Austin, Texas, lugar en el que se encuentra la sede de DD.
Este joven empresario, un anarquista y libertario radical de 30 años, no ha dudado en desafiar a los magistrados al afirmar que «todos los que quieran estos archivos en Estados Unidos, los tendrán». Su compañía, según ha revelado él mismo, recibió 392 pedidos de planos de armas 3D en la hora aproximada que duró la conferencia de prensa, con ofertas «de entre 1 y 15 dólares».
La empresa no establece ningún precio para los archivos, aunque Wilson ha reconocido que «la publicidad generada por la pelea legal» les ha permitido recaudar 200.000 dólares en donaciones en una semana, la mitad del dinero que pretenden obtener para continuar el desarrollo del proyecto, informa Efe.
En medio de la controversia, el presidente de EEUU, Donald Trump, opinó que no tenía «mucho sentido» que se pudieran imprimir estos dispositivos en casa, pese a que su propio Gobierno lo había permitido. «Estoy viendo (el tema de) las armas de plástico 3D que se venden al público. Ya he hablado con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), ¡no parece tener mucho sentido!», expresó Trump en Twitter, sin dar más detalles.
También el fiscal general, Jeff Sessions, aseguró a mediados de mes que perseguirá la producción y posesión de armas de fuego hechas con impresoras 3D, que suponen una amenaza por ser indetectables a los dispositivos de seguridad.