La trama habló de reunirse con el Govern del PP, con alusión a una mujer «de la línea de Casado»
El exasesor de Ábalos habría intentado contactar, a través de un tercero «de las Islas», con el Partido Popular de Baleares
Los investigados por la trama de presuntas mordidas en contratos de pandemia intentaron concertar una reunión con el Govern del PP a cuenta de la reclamación por el contrato de mascarillas, y en sus conversaciones aluden a una mujer «de la línea de Pablo Casado», según se desprende de los oficios de la Guardia Civil.
Los pinchazos telefónicos denotan la sorpresa entre los investigados cuando se produjo la notificación por la reclamación en octubre. Los principales interlocutores en dichas conversaciones son el exasesor del exministro José Luis Ábalos, Koldo García; el titular de la empresa, Soluciones de Gestión, Íñigo Rotaeche; y el empresario considerado como el ‘cerebro’ de la trama y quien realmente controlaba las operaciones, Juan Carlos Cueto. Tras recibir la reclamación, Cueto comentaba que le diría a Koldo García «que pregunte a ver al otro subnormal que estaba ahí antes, que qué es lo que ha pasado». Koldo «no tenía ni idea de qué iba el tema» y «flipaba».
En este contexto, Koldo García transmitió a Cueto que intentaría «tocar también a los otros, que también tiene muy buena relación». Para la Guardia Civil podría referirse al actual Govern del PP. Tras esto, Cueto le dijo a Rotaeche «a lo mejor también se puede trabajar para que se les olvide el tema ejecutivo».
Las conversaciones en las semanas posteriores constatan que el exasesor habría intentado contactar, a través de un tercero «de las Islas», con el anterior responsable público sobre este asunto, y mencionó que a través de un amigo suyo había conseguido hablar «con la persona que actualmente ocupa ese cargo», recoge el oficio.
Este tercero informó a Koldo García de que el expediente «lo inició el anterior gobierno del PSOE, y que ahí estaba el problema». Según esta persona, el asunto era «un marrón» para todos. «Es verdad que lo inició el procedimiento ‘los nuestros'», comentó Koldo a Cueto, que contestó: «pero lo que pasa es que es una mierda de procedimiento».
Asimismo, García habría consultado acerca de la reclamación a un contacto, «abogado del Estado del Ministerio», que le transmitió su opinión sobre que el asunto «no tiene un pase». La UCO sospecha que las gestiones que Koldo García estaba realizando con los actuales responsables del Govern serían «un favor que tanto Koldo como su ex jefe» –José Luis Ábalos– «habrían solicitado a cambio de otro ‘favor'».
En noviembre, García y Cueto hablaron de que desde Baleares iban a acceder a una reunión sobre la reclamación: «Pero lo mejor de todo es que van a aceptar», apostillaba Koldo. «¿Que van a aceptar lo que les digamos?», preguntaba Cueto. «Sí, sí, sí. O sea, es decir, hombre, lo que opinan es borrón y cuenta nueva», respondía el exasesor, que además añadió que había dado a la administración «un plan B», el propuesto por Cueto. «O sea que están en disposición de colaborar», entendía el empresario.
En diciembre es cuando Koldo García informa a Cueto de que habían quedado con Miguel Tellado –portavoz del PP en el Congreso– y que éste «ya ha dicho lo que tenían que hacer». «Ella es de la línea de Pablo Casado, ¿vale? Pero que ya está hecho. O sea, vamos a esperar que me diga cuándo os tiene que ver. (…) El recado está dado, ¿vale?», indicó el exasesor de Ábalos, que puntualiza que esa reunión la estaban pidiendo «a través de Alberto y de Miguel».
El exasesor también deslizó en aquella conversación con Cueto que el mensaje estaba «dado»: «Esto hay que suavizarlo. Esto no puede acabar en una guerra abierta, y bueno, sabemos que no hay un recorrido que le beneficie a la Comunidad». «Y me han dicho que sí que va por muy buen camino». En esa llamada no se concreta ninguna reunión –«me van a decir la fecha en que os reciben»–. Más tarde, se comenta que la reunión sería «con el director nuevo».
En cualquier caso, Koldo García insistió a Cueto reiteradamente en que le habían transmitido que «esto no va a pasar de aquí«. «Es verdad que querían abrir un frente, pues ‘pa’ quedar bien y qué bonito y qué bien lo hacemos que cada vez que vemos algo malo que hayan hecho los rojos pues lo sacamos y que vamos a por ellos a muerte», comentaba.
En ningún momento se refieren explícitamente a su contacto: «Pues muy sencillo, esto es un tío, que contacta con otro tío, que contacta con su jefe, que su jefe tiene que llamar y tiene que llamar al jefe del otro, del otro», es una de las explicaciones que da Cueto a Rotaeche. De los autos se infiere que los investigados pretendían que el Govern no sólo se limitara a dejar caducar el expediente, sino que esperaban que expresamente emitiera «un documento diciendo que se anula».
«Tienen que mandar un papel diciendo que pasan, y tiene que ser antes de que acabe el año (…) Eso es lo que me han dicho», manifestó Koldo García. Cueto se mostró desconfiado y lo comunicó a Rotaeche: «Lo dejarán a lo mejor en un cajón y hasta que se den cuenta algún día de estos». «Por mucho que digan todos son unos hijos de puta y mienten todos como bellacos», comentaba en otra ocasión.
Al pasar el tiempo y no recibir ese documento, García siguió reportando a Cueto sus movimientos. «Si mandan alguna cosa oficial y tal diciendo que no da lugar pues perfecto, si no, vamos a tener pleito con ellos y con un problema de cojones», advertía el supuesto cerebro de la trama. García respondía: «Que por lo menos llamen y digan, ‘oye, esto no da lugar, mañana o pasado recibirás la notificación’. Con eso yo me quedo más tranquilo».
De las llamadas no se constata que esa resolución se llegara a producir, ni tampoco la reunión de la que hablan. Estos días, tras conocerse la investigación, el Govern ha asegurado que ningún diretivo del IbSalut ni ningún cargo político han mantenido contactos con responsables de la empresa. Según el actual director del IbSalut, Javier Ureña, un representante de la mercantil visitó el IbSalut y el almacén donde están las mascarillas pero fue atendido por funcionarios.
Preocupación por que el asunto se «politizara»
Los pinchazos revelan también el nerviosismo de los investigados por si se querría «politizar lo de Baleares»: «Hay una crispación… están todo el mundo a hostias unos con otros… (…) el problema es ‘la Señora’, que está en el punto de mira ahora, y como en su día era presidenta de aquí», en palabras de Cueto a Rotaeche. «Se la tienen que cargar a ella, el otro ya está amortizado», respondía el otro.
Por otra parte, la Guardia Civil llamó la atención sobre el hecho de que «el papel de Koldo en la reclamación balear es un tema lo suficientemente sensible como para tomar medidas de seguridad»: en una llamada intervenida a Cueto, pregunta a Rotaeche «¿tú crees que por teléfono se pueden hablar esas cosas?». En otra entre Koldo García y Cueto el primero le indica que, sobre la reclamación, le transmiten que «no hace falta que se vea a nadie y cuanto más desapercibido pase, mejor».
El análisis de estas escuchas pone de manifiesto, asimismo, la preocupación de Cueto por el impacto que tendría la reclamación sobre la empresa y el riesgo de entrar en concurso de acreedores. Literalmente, Cueto expresa que están «acojonados» y Koldo le promete: «Utilizaré mis medios para poderte poner en contacto».