El PSOE denuncia el espionaje a Sánchez con el método que rechaza para Begoña Gómez

La cruzada del PSOE contra «la desinformación» amenaza con un efecto bumerán para Pedro Sánchez. La formación censura la denuncia presentada por Manos Limpias contra Begoña Gómez porque se basa en recortes de prensa. El mismo método que ahora utilizan los socialistas para solicitar a la Audiencia Nacional que se investigue el presunto espionaje al que habría sido sometido hace una década el suegro del presidente del Gobierno por la denominada policía patriótica. Toda una contradicción, ya que la petición se apoya en noticias de diversos medios y en los audios del activista Alvise Pérez, al que tachan de «ultraderechista».

El pasado viernes, mientras Sánchez reflexionaba sobre su continuidad, tres cabeceras nacionales publicaron al unísono unos audios incluidos en la pieza 34 del caso Tándem, la operación que en 2017 destapó la presunta red que creó José Manuel Villarejo para ofrecer sus servicios cuando aún estaba en activo. En la grabación se puede oír cómo el comisario jubilado informa sobre el «tema Pedro» al entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

Esas noticias han servido al PSOE para pedir que se investigue «la persecución» de la que presuntamente han sido víctimas Sánchez y su entorno. En el audio íntegro, en cambio, Villarejo revela que el suegro del presidente colaboraba desde hacía años con varios de los comisarios que, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, conformaban la cúpula de la Policía Nacional. El propio Sánchez, según la versión de Villarejo, habría tomado café con varios de esos mandos en 2014.

Arma contra Sánchez

El escrito del PSOE, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE , sostiene que el clan Villarejo filtró informaciones supuestamente falsas sobre el entorno de Sánchez, especialmente sobre los negocios de saunas de su suegro. Los socialistas alegan que su publicación «permitió su utilización como arma política recurrente por varios miembros del PP» contra el ahora presidente del Gobierno.

La solicitud para que se investigue este presunto espionaje a la familia de Sánchez fue presentada en la Audiencia Nacional el 29 de abril, el mismo día en que anunció su continuidad como presidente y prometió actuar contra «los pseudomedios» que lanzan «bulos», aunque no ofreció ninguna explicación sobre las informaciones que comprometen a su esposa.

«A la luz de las nuevas publicaciones que se han producido la semana pasada y que aportamos, nos vemos en la obligación de dirigirnos al juzgado para interesarnos por la evolución de la investigación, en concreto del tema objeto de los artículos y grabaciones aportadas», insiste el escrito. Los socialistas también demandan que declaren Villarejo y Martínez en calidad de investigados.

El texto registrado por el PSOE solicita al juez instructor, Manuel García-Castellón, que levante el secreto de sumario, algo que había sucedido dos semanas antes, el 18 de abril. Según un auto al que ha tenido acceso este diario, el magistrado decretó el fin del secreto de las actuaciones 11 días antes de que lo solicitaran los socialistas. Estos los pidieron coincidiendo con las palabras de Sánchez en las que aseguraba que él y su entorno fueron presuntas víctimas de la policía patriótica.

La ‘policía patriótica’

Las noticias aportadas por el PSOE, publicadas por tres cabeceras de tirada nacional al unísono, hacen referencia solo a unos extractos del audio entre Villarejo y Martínez. La grabación íntegra dura casi dos horas. En ella se hace referencia a un supuesto encuentro entre Sánchez y varios mandos de lo que él denomina como policía patriótica y que, según la versión de Villarejo, tenían relación desde hacía «muchos años» con su suegro.

Estos últimos hechos no fueron recogidos en los recortes de prensa en los que se basa el PSOE para pedir a García-Castellón que investigue la «persecución» de los «pseudomedios» y la red de Villarejo contra la familia del presidente. Los socialistas sostienen que las publicaciones que aportan «ponen de manifiesto que la denominada policía patriótica bajo la dirección del PP investigó, sin orden judicial ni ningún tipo de soporte indiciario, a la familia del entonces recién nombrado secretario general del PSOE».

El método elegido por la formación que lidera Sánchez es justamente el mismo que habían criticado para desacreditar la denuncia de Manos Limpias contra Begoña Gómez. La querella del sindicato contra la esposa del presidente, admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, incluye diversas noticias, una práctica común. Muchas investigaciones judiciales parten de informaciones previas, como el caso Gürtel, cuya sentencia sirvió para despojar del poder al PP tras una moción de censura que encaramó a Sánchez en junio de 2018.

El PSOE utiliza ahora recortes de prensa y audios que la Policía requisó en su día a su archienemigo Alvise Pérez, al que tildan de «ultraderechista». La misma consideración que da Manos Limpias. Los socialistas solicitaron personarse en la pieza separada 34 del caso Tándem en febrero del año pasado, después de conocer que se había abierto una causa para investigar «las grabaciones aportadas al juzgados por (el empresario Javier Pérez) Dolset y publicadas en diversos medios (Fuentesinformadas.es y El País)».

«Desprestigiar al presidente»

La formación que lidera Sánchez, que actúa como acusación, solicitó entonces al juzgado la reapertura de la pieza separada número 7 del caso Kitchen, como corrobora el texto que los socialistas acaban de registrar ante el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional, del que es titular García-Castellón.

El audio al que alude el PSOE fue grabado por el propio Villarejo el 22 de agosto de 2014. El comisario jubilado relata a Martínez los negocios del suegro de Sánchez. Un asunto que el PP ha esgrimido en varias ocasiones para desprestigiar al presidente del Gobierno. La última vez, el pasado miércoles, cuando horas antes de publicar su «carta a la ciudadanía» la popular Ester Muñoz le pidió en el Congreso explicar cómo «se enriquece con esas saunas que todos sabemos».

En la grabación Villarejo explica al número dos de Interior durante la etapa de Rajoy que Sánchez estuvo un día comiendo en las saunas «de pilinguis» con su suegro, por lo que sabría a lo que se dedicaba. Una información que podría utilizar el PP «cuando haga falta» porque «esto lo mata». Una expresión que, según advierte el PSOE en su petición a la Audiencia Nacional, demuestra «fehacientemente que el objetivo era exclusivamente político, para destruir al futuro candidato a la presidencia del Gobierno».

Los socialistas sostienen que el desarrollo de la charla demuestra que la información de la que disponía el Ministerio del Interior del PP no era pública y que la intención era «la utilización de la misma con fines electoralistas». En el texto registrado ante el juez insisten en que se trata de una conversación «especialmente relevante» ya que «pasan revista a los distintos temas que tienen entre manos en aquella fecha», entre ellos estrategias contra el independentismo catalán y un pago a la examante de Jordi Pujol Ferrusola para «tranquilizar» a la denunciante del supuesto blanqueo de capitales del hijo mayor del expresident.

El escrito omite parte de la conversación, especialmente el que tiene que ver con la relación que mantenía el suegro de Sánchez desde hacía años con el comisario Carlos Salamanca. Según la versión de Villarejo, el padre de Begoña Gómez también hablaba con otros mandos y que habría colaborado con la policía patriótica. En una parte del audio, el comisario jubilado incluso relata al número dos de Interior que algunos compañeros suyos se habrían reunido con Sánchez para tomar un café poco después de ser elegido secretario general del PSOE.