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El segundo mosso detenido está imputado en 'Voloh' y escoltó a Puigdemont en Waterloo

Se trata del agente Xavi Manso, quien también aparecía en el sumario del ‘caso Tsumani’ que se instruía en la Audiencia

El segundo mosso detenido está imputado en ‘Voloh’ y escoltó a Puigdemont en Waterloo

Carles Puigdemont. | Europa Press

El segundo mosso detenido por facilitar la fuga de Carles Puigdemont, emprendida este jueves, es un rostro familiar para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se trata de Xavi Manso, un agente que ya figura en los registros judiciales del caso Voloh, bajo la instrucción del juez Joaquín Aguirre. Manso está imputado por un presunto delito de revelación de secretos, tras haber compartido información confidencial con Josep Lluís Alay, hombre de confianza del expresidente catalán. Según la Guardia Civil, Manso fue identificado como «una de las personas que prestaban servicios de seguridad al líder de Junts en Waterloo, Bélgica», datos que también forman parte de la investigación en el caso Tsunami, que se instruía en la Audiencia Nacional.

Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Xavi Manso fue arrestado por sus propios compañeros en Granollers, a quienes se atribuye haber desempeñado un papel crucial en el plan para la nueva huida de Puigdemont, justo después de su discurso en el Arco del Triunfo de Barcelona, ante 2.500 personas. El nombre del agente detenido aparece en los sumarios del caso Voloh, donde se investigan supuestas injerencias rusas en el procés y la presunta financiación ilegal del independentismo, así como en el caso Tsunami, que abarca un presunto delito de terrorismo vinculado a las protestas que sacudieron Cataluña tras conocerse la sentencia del 1-O dictada por el Tribunal Supremo. Esta última causa, sin embargo, ha tenido que ser archivada debido a un error procesal en la prórroga de la instrucción durante la crisis de la covid-19, cuando el juzgado operaba con servicios mínimos y los funcionarios teletrabajaban.

En el transcurso de la investigación, los agentes de la Guardia Civil hallaron una conversación entre Manso y el empresario Josep Lluís Alay. «Posiblemente esta persona sea uno de los que prestan servicios de seguridad en Waterloo a Puigdemont, ya que las conversaciones sitúan a este mosso en dicho lugar», señalaron los investigadores en el sumario.

Los agentes del Servicio de Información analizaron los mensajes en el dispositivo móvil de Alay, constatando que el miembro de los Mossos d’Esquadra había proporcionado información extraída de los ficheros policiales al amigo íntimo de Puigdemont. En concreto, Manso le transmitió datos sobre la existencia o no de una requisitoria contra él. «El mosso Xavi Manso es plenamente consciente de las implicaciones de revelar esta información sensible, lo que queda corroborado cuando Alay le pide que no pase a nadie el pantallazo y le recuerda que él no ha dicho nada», subrayaron los agentes de la Guardia Civil.

Además, en el teléfono móvil de Josep Campmajó, un empresario y escritor arrestado en octubre de 2020 por desviar fondos públicos hacia el movimiento secesionista, también constan mensajes con Manso. En la conversación mantenida entre ellos, ambos se muestran afectados por la detención del expresidente en Alemania. «No siento nada. Tristeza. Puta mierda», expresa el mosso. Y contesta el empresario: «Un desastre absoluto. Estoy muy cabreado. No tendría que haber pasado. No tendría que haber pasado». Campmajó, alias Canalla, también ha estado imputado en la causa de Tsunami en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, pero huyó a Suiza para evitar su detención por un delito de terrorismo.

El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, representa a Manso en la causa que acaban de abrirle en los Juzgados de Granollers por colaborar con la huida del expresident de Cataluña. Según ha podido saber este medio, el letrado ha solicitado el habeas corpus. Se trata de un derecho previsto en aquellos casos en los que los arrestados consideren que no existen motivos para ser retenidos

Dueño del coche

Los Mossos también han detenido a otro compañero, Jordi Rodrigo, dueño de un Honda blanco en el que se escapó Puigdemont. Se trata de un varón de 57 años que está en activo y ha colaborado presuntamente con el dispositivo paralelo creado para ayudar al líder de Junts en su fuga.

Este detenido ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona, en funciones de guardia de incidencias, y ha comparecido ante la juez. Su abogado, también Gonzalo Boye, ha solicitado un habeas corpus, pero la magistrada lo ha desestimado. Finalmente, ha acordado en libertad dado que la Fiscalía no ha solicitado medida cautelar alguna.

Fuga de Puigdemont

Puigdemont ha aparecido este jueves, ha dado un mitin de cinco minutos en el escenario, bajo el Arco del Triunfo, y ha vuelto a desaparecer, materializando una segunda huida del país, siete años después de haberse escapado en el maletero de un coche, en 2017, tras declarar unilateralmente la independencia. 

De todos los escenarios que la policía catalana había previsto para llevar a cabo la detención del expresident, ninguno contemplaba que pudiese perpetrar una fuga, frente a la presencia de miles de personas, que han acudido a ovacionarle, y de decenas de agentes de la Comisaría General de Información de los Mossos, encargados del operativo, que han vigilado en todo momento los pasos del político fugado hasta que ha desaparecido entre la muchedumbre. El plan era detener discretamente a Puigdemont, una vez traspasase el perímetro de seguridad del Parlament. El líder de Junts, sin embargo, nunca llegó hasta allí. 

El plan de huida estaba perfectamente diseñado y contaba con varios colaboradores, entre ellos, dos mosso: Jordi Rodrigo, dueño del primer vehículo en el que ha huido el expresident y Xavi Manso. Tras la escueta intervención, de apenas cinco minutos, del expresident en el Arco del Triunfo de Barcelona, la organización del acto ha pedido a los congregados que acompañase a Puigdemont y a otros dirigentes de Junts hasta las puertas del Parlament, donde estaba previsto que entrase el primero. 

La cadena humana ha acompañado a los líderes independentistas, que han caminado ante la atenta mirada de cientos de periodistas hasta la cámara catalana. Creían, tal vez, que en el centro de esa masa de personas, perfectamente compenetrada, estaba él. No era así. Los dirigentes de Junts entran al Parlament, y, de pronto, todos se hacen la misma pregunta: ¿dónde estaba Puigdemont? En ese momento, según revelan fuentes policiales, el líder separatista ya había emprendido su huida a bordo del Honda HRV de color blanco, que le esperaba a pocos metros del escenario.

Puigdemont había burlado, en un solo movimiento, a la prensa y a los Mossos que, perplejos, se daban cuenta de que trataba de fugarse de nuevo. El expresident, acompañado de sus allegados, aprovechó para salir por una puerta trasera del escenario y, antes de que comenzase la marcha hacia la cámara catalana, caminó a paso rápido hasta el vehículo, donde, según han captado las cámaras, iba acompañado de tres personas. Por el momento, los Mossos no han dado con el vehículo blanco. En cualquier caso, una vez desactivado el dispositivo de búsqueda, creen que el equipo del político fugado ha utilizado dos vehículos distintos para salir de la capital catalana. 

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