Hazte Oír interpone una querella contra los tres mossos que colaboraron con Puigdemont
Los investigadores señalan que estos agentes fueron clave para ejecutar la huida del líder de Junts
Hazte Oír cerca a los mossos que presuntamente colaboraron en la fuga de Carles Puigdemont. La asociación ha interpuesto este lunes una querella ante los juzgados de instrucción de Barcelona contra los tres agentes por los posibles delitos de omisión del deber; de denegación del cumplimiento de resoluciones judiciales; de denegación de auxilio a la Administración de Justicia y de encubrimiento. El expresidente catalán regresó la semana pasada a Cataluña después de siete años en el extranjero para no responder por el procés. A pesar de que existe una orden de detención nacional en vigor, el líder de Junts consiguió fugarse de nuevo.
«No solo no atendieron a su deber de detener al fugitivo a tenor de la orden de detención activa contra él, sino que también llevaron a cabo de manera activa conductas dirigidas a facilitar su huida», subraya la querella de Hazte Oír, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El texto insiste en que «no queda ningún atisbo de duda» del regreso de Puigdemont, que llegó a anunciarlo en sus propias redes sociales. Los denunciantes consideran que «todo el mundo tenía constancia plena del lugar, día y hora en el que retornaría el fugitivo».
Hazte Oír señala que era «público y notorio» el lugar donde iba a reaparecer Puigdemont, ya que habían montado un escenario con pantalla en las inmediaciones de Parlament, un equipo de megafonía y un atril con la leyenda «Barcelona, 8 de agosto de 2024». En su opinión, todo esto requiere cierto tiempo de montaje. Además, insiste en que al acto estaban convocados «sus adeptos», señal de que no fue algo improvisado, sino público.
Puigdemont vuelve a Waterloo
El expresidente catalán hizo coincidir su regreso a Cataluña con el debate de investidura de Salvador Illa. Llegó a pie al lugar previsto a primera hora de la mañana acompañado por varias personas de su confianza. Entre estas se encontraba el secretario general de Junts, Jordi Turull, al que los Mossos d´Esquadra han citado por su colaboración en la huida.
La intervención de Puigdemont ante 2.500 personas fue breve. Se limitó a recordarles que el proceso de la independencia seguía vivo y que habría «nuevas oportunidades» tras el intento frustrado de 2017. Al finalizar, volvió a desaparecer. Las cámaras captaron cómo el expresidente se marchaba en un coche de la marca Honda y de color blanco sobre las 9.30 horas. Los Mossos inspeccionaron durante esa mañana a cientos de vehículos y activaron la operación jaula sin éxito. El expresidente catalán regresó esa misma noche a Waterloo (Bélgica), su residencia durante los últimos siete años.
Los Mossos detuvieron a tres de sus agentes por colaborar con la fuga de Puigdemont, aunque todos ellos se encuentran ya en libertad. La policía autonómica le perdió la pista en la Estación del Norte 15 minutos después de dar el mitin, según fuentes del Cuerpo consultadas por este diario. Hazte Oír entiende que la actuación de los agentes contra los que ahora se querella fue «fundamental para garantizar que Puigdemont pudiese, una vez más, sustraerse a la acción de la justicia».
La asociación asegura que dos de ellos actuaron como escoltas «proporcionando cobertura al fugitivo y dificultando su detención por parte de otros agentes». E insiste: «No solo no cumplieron sus deberes de detener a la persona sobre la que pesa una orden de detención vigente, sino que utilizaron sus funciones y su conocimiento […] para evitar de forma activa dicha detención». Hazte Oír considera «evidente» que estos mossos utilizaron su experiencia y abusaron de sus funciones para facilitar la fuga de Puigdemont.
Los propios investigadores señalan que estos mossos fueron clave para ejecutar la huida del líder de Junts, pero tienen sospechas, bastante fundadas, de que podría haber más agentes implicados en la operación. No solo cómplices materiales, sino también topos que, desde dentro, podrían haber facilitado información al equipo del expresident para trazar una ruta de fuga segura, logrando pasar desapercibidos ante el ingente dispositivo policial previsto, revelan fuentes de la policía autonómica.
Los Mossos d’Esquadra se enfrentan a una de las mayores crisis de descrédito de su historia. Los sindicatos han comenzado a pedir la dimisión de toda la cúpula policial. Todas las miradas se centran ahora en el dispositivo. Cómo se diseñó, se desarrolló y por qué falló pese a tener a su disposición a 400 agentes solo en la zona donde el líder de Junts huyó en cuestión de minutos. El juez Pablo Llarena, instructor del procés, solicitó un informe al Ministerio del Interior y a la policía autonómica para conocer los detalles del dispositivo.