Manos Limpias denuncia al embajador en Caracas por amenazas a Edmundo González
El sindicato señala a Ramón Santos por «actuar como colaborador necesario en un delito de amenazas»
El sindicato Manos Limpias ha denunciado ante la Audiencia Nacional al embajador de España en Caracas (Venezuela), Ramón Santos, por «actuar como colaborador necesario en un delito de amenazas» al excandidato a la presidencia de Venezuela, Edmundo González, utilizando su propio domicilio, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Este miércoles, Edmundo González ha denunciado públicamente que fue coaccionado por el régimen de Nicolás Maduro para salir de Venezuela y que le obligaron a firmar un documento dentro de la Embajada española en Caracas bajo la amenaza de que si no lo hacía tendría que «atenerse a las consecuencias». La «coacción, el chantaje y las presiones» los realizaron el presidente de la Asamblea venezolana, Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta del país, su hermana Delcy, en la residencia oficial del embajador de España.
«Estando en la residencia del Embajador de España, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, se presentaron con un documento que tendría que refrendar para permitir mi salida del país. En otras palabras, o firmaba o me atenía a las consecuencias», señaló en un vídeo publicado en redes sociales. «Hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones, en esos momentos consideré que podía ser más útil libre que encerrado e imposibilitado de cumplir con las tareas que me encomendó el soberano», aseguró. «Un documento producido bajo coacción está viciado de nulidad absoluta por un viso grave en el consentimiento», añadió.
González Urrutia criticó que el régimen de Maduro «siempre recurre al juego sucio, el chantaje y la manipulación», y prometió que «jamás» traicionará a sus seguidores ni se va «a callar». «Lo que deberían estar divulgando son las actas de escrutinio, la verdad es lo que es y está en las actas que ustedes pretenden ocultar. No van a callar un país que ya habló», sentenció.
Por ello, el secretario general de Manos Limpias denuncia que «el propio coaccionado, Edmundo González, manifestó públicamente a los medios de comunicación españoles e internacionales, que se le coaccionó a firmar el documento en la Embajada de España, con la presencia de Delcy Rodríguez. El denunciado utilizó a la Embajada de España, considerado territorio nacional para que la ministra del Gobierno Venezolano, Delcy Rodríguez, estuviera presente en el escrito de coacción a Edmundo González».
Recuerda que «existiendo una orden internacional de detención de Delcy Rodríguez, conocida obviamente la orden de detención por las autoridades españolas, se ha permitido que entre en un edificio, la Embajada de España en Caracas, considerado territorio nacional, por lo cual se ha podido producir otro delito por parte del embajador de obstrucción a la Justicia».
La Audiencia Nacional deberá ahora decidir si admite a trámite la denuncia interpuesta contra el embajador de España en Venezuela, acusado de un delito de amenazas tipificado en el artículo 169 del Código Penal.
Dicho artículo establece lo siguiente: «Aquel que amenace a otra persona con causarle a ella, a su familia o a personas con las que mantenga un vínculo cercano, un daño que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas, contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio o el orden socioeconómico, será castigado con una pena de prisión de uno a cinco años, si la amenaza incluye una exigencia económica o la imposición de cualquier otra condición, aun cuando no sea ilícita, y el culpable logre su objetivo. Si no lo consigue, la pena será de seis meses a tres años. Las penas indicadas se aplicarán en su grado más alto si las amenazas se realizan por escrito, por teléfono o a través de cualquier medio de comunicación o reproducción, o en nombre de entidades o grupos, reales o ficticios. Asimismo, se impondrá una pena de seis meses a dos años de prisión cuando la amenaza no esté condicionada a ninguna exigencia».
Declaraciones de Albares
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha negado que el embajador en Caracas, Ramón Santos, haya desempeñado ningún papel en la decisión del opositor Edmundo González de abandonar Venezuela y ha esgrimido que cumplió con la instrucción de no inmiscuirse en las gestiones que este pudiera hacer.
Albares ha terciado así en la polémica suscitada por la denuncia del opositor de que fue objeto de «coacciones, chantaje y presiones» por parte de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, mientras estuvo refugiado en la residencia del embajador y después de que el régimen haya hecho públicas fotos en las que se ve a los cuatro mientras que González firma un documento reconociendo la victoria de Nicolás Maduro.
Según explicó en Bruselas, donde participó en una reunión sobre Gibraltar, este jueves se contactó con el embajador para ver si había seguido las instrucciones que él mismo le dio y «fueron exactamente cumplidas». «Esas instrucciones eran exclusivamente recibir y alojar a Edmundo González y a su esposa (en la residencia) todo el tiempo que fuera necesario y no inmiscuirse en absoluto en las gestiones que él tuviera que hacer para resolver su situación», ha sostenido.
«Edmundo González tiene total libertad para hablar, recibir y encontrarse con quien quisiera» mientras estuviera en la residencia, ha añadido, recalcando que «cualquier persona que acudiera para entrevistarse con él, cualquiera de ellos, no vino a solicitud del Gobierno de España ni fue el embajador de España quien les invitó a entrar».