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Un ex alto cargo de Marlaska reclamó a la trama Koldo «ayuda» para el doctor Palomo

THE OBJECTIVE ha accedido a los correos electrónicos intercambiados entre Daniel Belmar e Íñigo Rotaeche

Un ex alto cargo de Marlaska reclamó a la trama Koldo «ayuda» para el doctor Palomo

Fernando Grande-Marlaska. | Agencias

THE OBJECTIVE ha accedido a los correos electrónicos intercambiados entre Daniel Belmar, exdirector de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, y los cabecillas de la trama Koldo. El departamento liderado por Fernando Grande-Marlaska negó la existencia de estos correos al juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, alegando que habían sido borrados. Sin embargo, en la cadena de mensajes ahora revelada por este periódico se evidencia la relación directa que Belmar mantenía con el empresario Íñigo Rotaeche, quien está detrás de Soluciones de Gestión SL, la empresa investigada por cobrar comisiones en la venta de mascarillas durante la pandemia.

Durante la crisis sanitaria causada por el covid-19, el Ministerio del Interior adquirió 3,5 millones de mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión, vinculada a la trama. Daniel Belmar, que en ese momento era subdirector general de Planificación de la Secretaría de Estado de Seguridad, afirmó ante la Audiencia Nacional que fue el comisario jubilado José Antonio Rodríguez González, apodado Lenin, quien le conectó con esta empresa. Rodríguez González era una persona de máxima confianza de Fernando Grande-Marlaska. Belmar, que declaró en calidad de testigo, señaló que lo que decía Rodríguez «era como si lo dijera el ministro», según fuentes jurídicas consultadas por THE OBJECTIVE. Este comisario, mano derecha de Marlaska, ya había declarado ante la Guardia Civil que Koldo García fue quien le presentó a la empresa investigada, incluso llegando a hacer una llamada directa a uno de sus responsables.

Los correos del ex alto cargo de Interior

THE OBJECTIVE ha tenido acceso a los correos intercambiados durante las operaciones de compraventa de mascarillas. En dichos correos se confirma que el contacto con Soluciones de Gestión se realizó a través de Koldo García. No obstante, los mensajes también desvelan un interés particular por parte de Belmar en otro de los implicados en la trama, el doctor Ignacio Palomo, que aún no ha sido investigado.

El 30 de abril de 2020, apenas un mes y medio después de la declaración del estado de alarma, Belmar envió un correo electrónico a Íñigo Rotaeche, dueño de Soluciones de Gestión SL, solicitando ayuda para el ginecólogo Ignacio Palomo, médico de la esposa de Koldo. «Échale una mano al doctor Palomo para traer los test. Nos hacen mucha falta y parece que hay problemas en la aduana», decía el correo. El empresario Íñigo Rotaeche respondió: «Está en canal rojo en aduanas, inspección unitaria. Se ha contactado con Aitor Mazo, consejero comercial de España en China, y está echando una mano. Es todo lo que hemos podido hacer».

Correo electrónicos intercambiado entre Daniel Belmar e Íñigo Rotaetxe.

En el trasfondo de estos correos se halla el hecho de que el Ministerio del Interior pagó más de medio millón de euros al ginecólogo de Patricia Úriz, esposa de Koldo García, por unos test de covid-19 que no estaban homologados. La cartera dirigida por Grande-Marlaska contrató con el Grupo ARPA, propiedad de Ignacio Palomo, por un total de 600.000 euros para la adquisición de 20.000 pruebas diagnósticas, a un precio de 12 euros por unidad. Sin embargo, estas pruebas no se pudieron utilizar, ya que no contaban ni con la acreditación de la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ni de la Unión Europea. Este escándalo salió a la luz después de que el Partido Popular denunciara que se trataba de test fake, tras plantear una pregunta parlamentaria dirigida al Ministerio del Interior.

Los viajes con Ábalos

En paralelo a las operaciones de compraventa de test y mascarillas, tal y como reveló THE OBJECTIVE, Palomo fue uno de los acompañantes en los múltiples viajes que Ábalos y Koldo García realizaron en el verano de 2021. En total, se llevaron a cabo 11 viajes en un periodo de tres meses, según desveló el propio Koldo García a este diario en un encuentro mantenido en octubre de 2021 para recabar información sobre la sorpresiva salida del tótem de Pedro Sánchez. El tercer país, entonces sin identificar, era Colombia, donde Palomo, Ábalos y Koldo han viajado al menos en tres ocasiones durante 2021 y 2022. Los investigadores del Instituto Armado relatan viajes del exministro y su exasesor a Colombia y México en 2022, así como pagos de Ábalos a Koldo por valor de 14,492 euros en concepto de viajes y billetes de avión. 

Fuentes consultadas por este medio sitúan a Ignacio Palomo en tres viajes a Colombia durante el año 2022, dos de ellos realizados en diciembre. El primero fue en el verano de ese año, mientras que los otros dos tuvieron lugar en diciembre, coincidiendo con las fiestas de fin de año y extendiéndose hasta el 7 de enero de 2023. Asimismo, la información recabada apunta a que Palomo, junto con Ábalos y Koldo, también viajó a Cuba en las mismas fechas del año anterior, donde despidieron el año 2021 acompañados por Ángel Peccis, embajador de España en Cuba y amigo personal de los implicados. Palomo niega viajes a Cuba, México o Colombia con Ábalos y Koldo. También niega que pasara la Nochevieja con los citados. Sin embargo, este periódico en el avión de Ábalos, Koldo e Ignacio Palomo.

Amistad con el doctor de Palomo

Otras fuentes distintas a las citadas con anterioridad explican que Ignacio Palomo irrumpió en la vida de José Luis Ábalos «poco antes de la pandemia», a principios de 2020. De hecho, no fue uno de los invitados al 60 cumpleaños del entonces ministro de Transportes en el restaurante de Aldama en Madrid porque «aún no formaba parte de su círculo de confianza». Como ocurrió con el cabecilla de la trama, fue Koldo García quien le introdujo en su círculo más próximo porque «era el ginecólogo de su mujer y quien había asistido al parto de su hija Erika». Posteriormente, se fraguó una estrecha amistad que se intensificó durante el confinamiento. «Palomo era quien asistía a casa de Ábalos para hacerle las PCR con frecuencia», ya que el ministro de Transportes tenía que hacer controles reiterados por ser una de las cuatro autoridades competentes delegadas durante el estado de alarma de la pandemia que asistía al Palacio de La Moncloa junto a Salvador Illa (Sanidad), Margarita Robles (Defensa) y Fernando Grande-Marlaska (Interior).

Fue esa relación de confianza durante el confinamiento y sus habituales visitas a la residencia oficial del ministro lo que le abrió las puertas de la Administración y le permitió embolsarse 636.000 euros por diferentes contratos con el Ministerio del Interior y Adif, a través del procedimiento de urgencia negociado sin publicidad, como permitían las normas durante la pandemia. Palomo se convirtió en una «presencia habitual» en la residencia oficial del ministro en la calle Balbina Valverde, «más aún que Aldama, una persona de confianza», con quien mantenía relación personal e interés por los negocios. Y eso fue aprovechado por el ginecólogo de la jet set madrileña en cuanto fue cesado en el Ministerio de Transportes, dando rienda suelta a múltiples encuentros con autoridades locales, como el ministro de Turismo de República Dominicana en agosto de 2021, utilizando al exministro Ábalos como «carta de presentación». 

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