Condenado un hombre a 25 años de prisión por matar a una prostituta en su casa en Salamanca
El individuo administró drogas y alcohol a la mujer antes de agredirla brutalmente y ahogarla en la bañera
La Audiencia Provincial de Salamanca ha dictado sentencia a un hombre a un total de 25 años de prisión por el asesinato de una mujer en enero de 2023. El trágico suceso ocurrió en Santa Marta de Tormes, donde la víctima fue citada bajo el pretexto de recibir servicios sexuales. El condenado administró drogas y alcohol a la mujer antes de infligirle múltiples y brutales golpes, culminando su ataque con el ahogamiento de la víctima en la bañera de su domicilio.
Además de la pena de cárcel, el tribunal ha establecido una indemnización de 568.630,4 euros a favor de los familiares de la víctima. Este fallo llega tras el veredicto emitido el pasado 25 de septiembre por un jurado popular, que encontró a D.G.M. culpable de asesinato con alevosía, enseñamiento y desprecio de género. «Cometió los hechos con alevosía y ensañamiento, haciendo gala de un desprecio total hacia la víctima y su condición», detalló la sentencia.
El jurado concluyó que el ahora condenado había preparado meticulosamente el encuentro, citando a la mujer a través de un mensaje de WhatsApp para la noche del 4 de enero. En su domicilio, consumieron bebidas alcohólicas y drogas, incluyendo cocaína y MDMA. Posteriormente, el agresor ató a la víctima, dejándola indefensa, y comenzó a agredirla físicamente durante más de 45 minutos, causándole múltiples heridas externas e internas.
Los vecinos del piso superior pudieron oír los golpes, que fueron de tal virulencia que causaron una fractura en los huesos de la base del cráneo de la mujer, llevándola a una situación agonizante. En un momento de desesperación, aproximadamente a las 03.30 horas, el asesino contactó a un amigo para confesarle lo ocurrido, enviándole incluso una fotografía de la víctima gravemente herida.
Continuando con su serie de acciones desesperadas, el condenado intentó buscar ayuda para ocultar el crimen, enviando mensajes y un vídeo a otro amigo, pidiéndole maquinaria pesada para manejar la situación. Sin embargo, su plan no prosperó y, finalmente, trasladó a la víctima al baño y la sumergió en la bañera llena de agua, causando su muerte por asfixia.
El criminal intentó encubrir el asesinato limpiando la sangre y las pruebas del lugar antes de dirigirse al centro de salud de Santa Marta, alegando que tenía en su casa a una persona inconsciente debido a un accidente. Esta serie de eventos no solo destaca la brutalidad del crimen, sino también la frialdad y la premeditación con la que el condenado actuó, resultando en una de las condenas más severas impuestas recientemente por la justicia de Salamanca.