Condenado a dos años de cárcel un monje de Montserrat tras reconocer abusos a un menor
El hombre propuso al joven beber cava «con el fin de que la ingesta de alcohol facilitara el inicio de una relación sexual»
La Audiencia de Barcelona ha condenado este lunes a dos años de prisión a un monje de Montserrat por abusos sexuales a un joven de la comunidad en 2019. El hombre, que tenía 39 años en el momento de los hechos, abusó de una persona de 17 años. La sentencia, emitida por la Sección 6 de la Audiencia, incluye también la inhabilitación del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y prohíbe al acusado acercarse a la víctima en un radio de 1.000 metros, así como comunicarse con ella durante seis años.
El tribunal ha considerado al monje responsable de un delito continuado de abusos sexuales a persona mayor de 16 años y menor de 18, aplicando las circunstancias atenuantes de reparación parcial del daño y la confesión. Además, se le impone una libertad vigilada por cinco años e inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que comporte contacto regular y directo con menores de edad por un tiempo de cinco años tras el cumplimiento de la pena de prisión impuesta.
Según la sentencia, el acusado estableció una relación con la víctima que se fue estrechando hasta que invitó al menor a pasar un fin de semana en el Monasterio del 3 al 5 de mayo de 2019. Durante este tiempo, el acusado propuso al menor beber cava «con el fin de que la ingesta de alcohol facilitara el inicio de una relación sexual», según afirma el tribunal.
Ambos mantuvieron relaciones sexuales en un contexto donde la víctima, «a pesar de estar incómodo con la situación, no lo verbalizó claramente», debido en parte a su estado de semi embriaguez y la diferencia de edad.
La víctima sufrió un trastorno por estrés postraumático que precisó psicoterapia y seguimiento psicológico durante un periodo de al menos dos años, tiempo durante el cual decidió presentar denuncia. La Abadía de Montserrat, ante la falta de bienes del condenado, ha asumido el pago íntegro de los 20.000 euros correspondientes a la indemnización pedida, tanto por la propia víctima como por el ministerio fiscal.
La Abadía de Montserrat ha condenado la actuación del monje y cualquier tipo de abuso, que considera «totalmente contraria a los valores y principios que defiende e intenta vivir cada día». «Nos sentimos avergonzados y pedimos perdón a la víctima por todos los daños que le han sido causados», ha afirmado la Abadía. Además, ha explicado que desde el primer momento colaboró activamente en el proceso de justicia restaurativa para ayudar a la víctima a superar en la medida de lo posible la situación y ha asegurado que puede continuar contando con todo el apoyo.
Por último, la Abadía ha iniciado una investigación sobre otras posibles víctimas, aunque hasta el momento no se ha identificado a más. El monasterio ha asegurado que, una vez concluido el proceso penal, seguirá el proceso canónico, que deberá resolver en consecuencia, y continuarán en vigor las medidas cautelares canónicas impuestas desde un inicio, en especial la prohibición de ejercer el ministerio y el alejamiento de Montserrat.