Un alto cargo de Ábalos pidió actuar con «cautela» en la compra de mascarillas a la trama
Sánchez Fuentefría explica que preguntó a los entes sobre sus necesidades, pero se desentiende de la orden ministerial
El director de Organización e Inspección de Transportes en la etapa de José Luis Ábalos no observó «ninguna irregularidad» en la compra de mascarillas a la trama Koldo. No obstante, pidió que se actuara con «cautela», comprobando incluso cuestiones que no recoge la legislación y que el Tribunal de Cuentas califica de buenas prácticas. Javier Sánchez Fuentefría ha reconocido este jueves en el Senado que se encargó de preguntar a los entes públicos sobre sus necesidades y que elaboró un documento con ellas, pero que no tuvo nada que ver con la adquisición, de la que se enteró una vez que se publicó la orden ministerial.
«[Cuando solicito cautela] no estoy pensando en que hubiese nada oscuro. Es una tramitación de emergencia donde no se comprueba nada. Pido que se compruebe lo mínimo, no vaya a salir luego que el ministerio ha contratado con una entidad con la que no puede o que no está al corriente de las obligaciones tributarias, no porque sospechara», ha especificado Sánchez Fuentefría en la comisión del caso Koldo en la Cámara alta.
Entre otras recomendaciones, solicitó que se revisara si la oferta de Soluciones de Gestión incluía el IVA y que se verificara si se debía pagar este impuesto por la adquisición de material sanitario. También se advirtió sobre si la calidad del producto era suficiente. «Una serie de cautelas que deberían tomarse según mi experiencia y que no aparecen en la ley», ha señalado el compareciente.
La auditoría apunta a Ábalos
Sánchez Fuentefría ejerció como director de Organización e Inspección de Transportes entre julio de 2018 y febrero de 2022. Desde entonces se desempeña como director de Presupuestos en Hacienda a las órdenes de María Jesús Montero. La Guardia Civil sostiene que tuvo un papel relevante en la comunicación de instrucciones para la adjudicación de los contratos de mascarillas a Puertos del Estado y Adif, donde contactó con los imputados Álvaro Sánchez Manzanares y Michaux Miranda respectivamente.
Pese a no participar directamente en la contratación, el compareciente trasladó a los entes públicos las directrices de la cúpula de Transportes para contratar con la empresa investigada en la trama Koldo. Sánchez Fuentefría ha señalado que no analizó ninguna oferta y que tampoco supo de la llegada de otras dos más baratas. Se limitó a transmitir a entes públicos como Puertos del Estado y Adif la información que le aportó el subsecretario de Transportes José Manuel Gómez, cesado por Óscar Puente en agosto.
«No sé quién era el responsable [de la compra de las mascarillas]. Era mi superior jerárquico y no sé de dónde le venían las instrucciones a él», ha insistido el compareciente sobre el papel de Gómez. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) hallaron correos electrónicos de los que se infiere que Sánchez Fuentefría se encargó de mantener la interlocución con Adif y con Puertos del Estado. «Usted fue un instrumento útil», le ha reprochado la senadora del PP Rocío Dívar.
El compareciente ha asegurado que desconocía quién y cuándo se tomó la decisión de comprar ocho millones de mascarillas. Un escenario del que se enteró cuando la orden ya estaba publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Ha indicado que se limitó a remitir a Gómez las necesidades que tenían los entes públicos que dependían de Transportes.
Duplica la compra en minutos
La auditoría que publicó en agosto el departamento que dirige Puente asegura que la decisión de duplicar el pedido a Soluciones de Gestión en apenas 38 minutos la tomó Ábalos al modificar la orden ministerial del 20 de marzo de 2020. El documento advierte de que ese movimiento pudo estar más relacionado «con la oferta existente que con las necesidades detectadas». El propio Koldo García llegó a señalar que la empresa ofrecía ocho millones de mascarillas «o nada».
Sánchez Fuentefría ha criticado la auditoría porque «ha sacado de contexto» su entrevista con las interventoras ya que parece que justifica la compra cuatro millones de mascarillas y no la de ocho. El compareciente ha insistido en que se encargó de transmitir las necesidades de los entes públicos que dependían de Transportes. Para ello elaboró un excel con dos tablas que remitió al subsecretario: una sobre las demandas de las entidades en 15 días (3,9 millones de mascarillas) y otra en un mes (7,9 millones de tapabocas).
«Si hubiese sabido [que existieron dádivas a la trama Koldo] lo hubiese denunciado. Se lo hubiese dicho al subsecretario. Y si tuviese evidencia, lo habría llevado al juzgado o a la Fiscalía», ha subrayado Sánchez Fuentefría. El compareciente ya declaró el pasado 18 de septiembre ante el juez del caso Koldo en calidad de testigo. Aseguró que no era él quien tomaba las decisiones respecto a las mascarillas y responsabilizó a Ábalos de duplicar el pedido.
El antiguo alto cargo de Transportes esgrimió al juez la falta de control que existió a la hora de recibir y distribuir las mascarillas, tal y como apuntó la auditoría elaborada por el departamento que dirige Puente. Sin embargo, este jueves ha afirmado que se recibieron y entregaron todos los tapabocas. En su opinión, los entes no tenían la obligación de realizar un acto formal de recepción, que le correspondía a Puertos del Estado, tan solo tenían que justificar que habían recibido el material.
Sánchez Fuentefría ha negado que admitiese al juez que el asesor de Ábalos gestionara la llegada de las primeras mascarillas y que metiera algunas de ellas en un despacho. Los tapabocas, ha insistido, se depositaron en la Oficialía Mayor. En cambio, ha mantenido que nunca tuvo claro el papel en la compra de Koldo García, con el que nunca conversó, aunque supo que era una de las personas de confianza del exministro.