Seis años de prisión para el asesino del rito en Madrid: aprecian alteración psíquica por drogas
Gustavo Daniel O. difundió un vídeo en redes lamentando el crimen que acababa de perpetrar en Puente de Vallecas
La Audiencia Provincial de Madrid ha sentenciado a Gustavo Daniel O. a seis años de prisión por el asesinato de su pareja, ocurrido en abril de 2023 en un piso de Puente de Vallecas. El tribunal ha reconocido una eximente incompleta por alteración psíquica, ya que el acusado sufría un trastorno psicótico en el momento de los hechos, provocado por el consumo de drogas.
El crimen se perpetró tras la ingesta de sustancias tóxicas y en medio de un supuesto ritual, aunque esto fue negado por el acusado en el juicio. Ese mismo día, difundió en redes sociales un vídeo con un cuadro de Jesucristo, acompañado de las palabras «lo siento mucho».
La defensa, liderada por el letrado Alberto Ruiz de Alegría García, ha expresado su disconformidad con la sentencia, argumentando que hubiera sido posible una anulación completa de las facultades volitivas del acusado, y ha anunciado que recurrirá el fallo.
Rechazo a internamiento psiquiátrico
La sala ha rechazado la solicitud del fiscal de internar a Gustavo Daniel O. en un centro psiquiátrico, argumentando que «no hay motivo» para tal medida. Según la resolución, el episodio fue puntual, inducido por el consumo de estupefacientes y no requiere de medicación continua ni de internamiento en un centro cerrado, aunque sí de control médico en prisión.
Durante las periciales, los forenses confirmaron que el acusado sufrió un trastorno psicótico, probablemente debido al consumo de drogas, y los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar de los hechos corroboraron su estado alterado. Gustavo declaró haber perdido la conciencia durante los hechos y no recordaba nada de lo sucedido, negando cualquier intención previa de agredir a la víctima.
Gustavo y la víctima mantuvieron una relación sentimental desde 2019 hasta 2021 y, aunque ya no eran pareja, seguían viviendo juntos en el momento del crimen. El acusado consumía metanfetamina y ketamina, y había intentado suicidarse dos meses antes del incidente. Negó su interés en el esoterismo y la magia, atribuyendo esos intereses a la víctima y su familia.
La noche del incidente, tras consumir drogas, Gustavo tuvo una discusión con su expareja que culminó en el trágico suceso. Recobró la conciencia días después, mientras estaba ingresado en una unidad psiquiátrica de un hospital de Madrid, y fue informado de los hechos ya en la cárcel de Soto del Real.
Los peritos detallaron que la víctima sufrió hasta 71 lesiones de diversa índole, lo que, según ellos, «le supuso un sufrimiento innecesario». Solo tres de estas lesiones eran defensivas, lo que refuerza la calificación de asesinato en lugar de homicidio. El fiscal había solicitado inicialmente catorce años de cárcel por asesinato con agravante de parentesco y una eximente incompleta por alteración psíquica, mientras que la defensa buscaba una eximente completa que eximiría de responsabilidad penal a Gustavo.