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Tribunales

Aldama siembra dudas sobre la financiación del PSOE a las puertas de su congreso

El empresario habló al juez de la existencia de «cupos». Uno de sus socios aseguró haber llevado 90.000 euros a Ferraz

Aldama siembra dudas sobre la financiación del PSOE a las puertas de su congreso

El empresario Víctor de Aldama señala pagos a diferentes miembros del PSOE. | Ilustración de Alejandra Svriz

La financiación del PSOE está en entredicho. Las revelaciones de Víctor de Aldama en sede judicial siembran dudas a las puertas de su congreso, que se celebra el próximo fin de semana en Sevilla. En octubre, uno de los socios del empresario ya puso en tela de juicio las cuentas de los socialistas al asegurar a THE OBJECTIVE que llevaron 90.000 euros en bolsas a la sede del partido. Un juez declinó investigar una posible financiación ilegal porque no existían elementos suficientes. El testigo ratificó su testimonio ante notario, aunque la gran bomba la soltó el pasado jueves el comisionista de la trama Koldo al hablar de «cupos».

Aldama aseguró haber tenido trato con diferentes miembros del Gobierno, incluido el presidente, Pedro Sánchez. También se refirió a su esposa, Begoña Gómez; al exministro Salvador Illa; a Carlos Moreno, jefe de Gabinete de la titular de Hacienda, María Jesús Montero; y al secretario de Organización, Santos Cerdán.

El comisionista de la trama Koldo afirmó que había dado un sobre con 400.000 euros en efectivo a José Luis Ábalos en concepto de comisiones y otros 250.000 euros a Koldo García. Especificó que 15.000 euros de la cantidad que había dado al asesor del exministro fueron a parar a Cerdán. La entrega tuvo lugar en un bar frente a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz y él mismo habría estado presente. El número tres de los socialistas se apresuró a negarlo. Le acusó de mentir y aseguró que no se habían visto nunca.

Aldama señala a Cerdán

«Estábamos viendo una licitación con una constructora de la que prefiero no decir el nombre. Koldo me dice que no nos metamos en su terreno. Me explica que hay cupos y que el cupo vasco es de Santos Cerdán, que hay mucho cabreo, mucho enfado», respondió Aldama a la pregunta de su abogado, el prestigioso penalista José Antonio Choclán. El dinero se lo habrían entregado «para contentarle de alguna manera», algo que podría demostrar las cámaras del bar «si no se borran».

Las fuentes jurídicas consultadas afirman que esta acusación puede abrir una nueva vía de investigación. El objetivo sería dilucidar si los pagos que asegura haber efectuado Aldama fueron a parar a las arcas del PSOE, ya sea en ámbito nacional o territorial. El PSOE niega la mayor. Los socialistas han restado credibilidad a las palabras del comisionista de la trama Koldo, contra el que ha presentado una demanda de conciliación, paso previo a la querella.

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ya tumbó en octubre la querella que presentó el PP contra el PSOE por financiación ilegal. El magistrado señalaba en el auto que, para admitirla, debe analizarse si los datos ofrecidos de forma anónima en la información periodística que se invoca tienen la virtualidad suficiente como para iniciar la investigación. La acción judicial se originó tras la confesión de un socio de Aldama, que aseguró a este diario que había llevado 90.000 euros a Ferraz.

El testigo no aludió en ningún momento a la financiación ilegal del PSOE. Según relató un socio de Aldama a este diario, días antes de que se decretase el segundo estado de alarma, en octubre de 2020, dos empresarios vinculados a la trama de hidrocarburos se personaron en la sede de los socialistas en la calle de Ferraz. Uno de ellos se quedó esperando en el coche mientras otro se identificó en la puerta del edificio. Le dijeron que le estaban esperando en la segunda planta. 

Una bolsa de cartón

Con una bolsa en la mano, el empresario se dirigió al ascensor y marcó el número dos. Al llegar a la segunda planta, un espacio de poco tránsito en la sede socialista, fue recibido por un hombre de aproximadamente 45 años. «Hola, soy…», se presenta el visitante.

La persona que le espera pregunta: «¿Viene de parte de Víctor de Aldama? El empresario asiente: «Sí, vengo de parte de Víctor de Aldama». Sin mediar más palabras, le entregó una bolsa de cartón. Habría ido él, según manifestó, porque en esta ocasión no había podido acudir el comisionista de la trama Koldo, que era quien realizaría los pagos de forma habitual.

La trama Koldo no solo habría operado con mascarillas en la pandemia. Sus tentáculos abrieron horizontes comerciales más profundos en el sector de los hidrocarburos. Según los testimonios recabados por este diario, y confirmados a continuación por sendos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Aldama y Koldo García se valieron del exministro José Luis Ábalos para obtener licencias de operadoras de hidrocarburos a través de sus contactos con los ministerios de Industria y Transición Energética.

Aldama salió de prisión la tarde del jueves con el beneplácito de la Fiscalía horas después de declarar ante el juez del caso Koldo. El empresario permanecía encarcelado desde el 8 de octubre, tras haber sido arrestado junto a otras 13 personas por un presunto fraude de 182 millones de euros en el sector de hidrocarburos. El comisionista de la trama se decidió a tirar de la manta por miedo a que pudiera pasarle algo, especialmente después de que su coche recibiera tres disparos.

Un nuevo informe UCO

El presidente del Gobierno calificó al comisionista de la trama como «personaje» y aseguró que «todo es categóricamente falso». «Que no se preocupe el señor Sánchez, que va a tener pruebas», dijo Aldama tras abandonar Soto del Real (Madrid). Muchas de sus confesiones han aparecido en los informes de la UCO. Fuentes policiales aseguran a este diario que en los próximos días aparecerán más documentos.

El nuevo informe puede resultar definitivo, ya que la Guardia Civil examina dos discos externos con una gran cantidad de «información sensible» sobre el presidente del Gobierno. Los investigadores revelan que se trata de la «relación epistolar» entre «el 1», como llamaban a Sánchez los miembros de la trama, y «el jefe», calificativo que usaban para referirse a Ábalos. El PSOE teme que su publicación reviente el Congreso Federal que se celebra en Sevilla el próximo fin de semana.

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