Condenado a cuatro años de prisión por agredir sexualmente y maltratar a su novia en Pamplona
La relación entre el agresor y la víctima se extendió desde septiembre de 2020 hasta enero de 2023
La Audiencia de Navarra ha emitido una sentencia condenatoria de cuatro años de prisión contra un hombre de 45 años, tras ser hallado culpable de maltratar y agredir sexualmente a su pareja en una localidad cercana a Pamplona. El tribunal ha dictaminado que los delitos cometidos son un reflejo del maltrato habitual y no habitual, así como de la agresión sexual, aplicando atenuantes significativas por la reparación del daño y la adicción a sustancias del acusado.
Además de la pena de prisión, el condenado no podrá aproximarse ni comunicarse con la víctima a una distancia menor de 400 metros durante nueve años. Se le ha impuesto también una vigilancia de ocho años tras su liberación y debe indemnizar a la víctima con 30.000 euros, cantidad que ya fue consignada antes del juicio.
La relación entre el agresor y la víctima se extendió desde septiembre de 2020 hasta enero de 2023. Durante este tiempo, según la sentencia, el condenado ejerció un control abusivo y violento, buscando imponer su voluntad y generar un ambiente de miedo y ansiedad. El acusado, según los documentos judiciales, sometió a su pareja a constantes vejaciones e insultos, controlando sus amistades y manifestando un comportamiento dominante.
El incidente que culminó con la denuncia ocurrió el miércoles 25 de enero de 2023, cuando, tras una discusión, el acusado agredió físicamente a su pareja. La víctima sufrió lesiones que requirieron cinco días de recuperación y presenta un daño psicológico, corroborado por un informe de psicología forense, que es consistente con los hechos denunciados.
El condenado, que padece trastornos debido al consumo de alcohol y drogas, tenía afectadas moderadamente sus capacidades mentales en el momento de los hechos. Como parte del acuerdo entre defensa y acusación, y para evitar una pena mayor, se ha establecido que el acusado deberá mantenerse en tratamiento de deshabituación, no cometer nuevos delitos durante el periodo establecido, participar en un programa de educación sobre sexualidad y violencia de género, y respetar la orden de alejamiento e incomunicación con la víctima.