Condenan a 30 años de cárcel a dos etarras por el asesinato del periodista López de Lacalle
Ambos deberán abonar a los familiares una indemnización de forma conjunta y solidaria de 300.506 euros
La Audiencia Nacional (AN) ha condenado a 30 años de prisión a los exintegrantes de la banda terrorista ETA Aitor Aguirrebarrena, alias ‘Peio’, y Asier Arzalluz, ‘Santi’ por el asesinato del periodista José Luis López de Lacalle, perpetrado el 7 de mayo del año 2000 en Andoain (Guipúzcoa).
Los magistrados han adoptado esta decisión después de que ambos acusados –para los que la Fiscalía reclamaba 26 años de cárcel– reconocieran su participación en el atentado durante el juicio celebrado el pasado noviembre.
«Admitieron sin fisuras en el plenario que conocían los hechos por los que se les acusaba y reconocieron su participación en los mismos», señalan en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
El tribunal impone la pena de 30 años porque, aunque han reconocido los hechos, no han mostrado «ningún signo de arrepentimiento o de disculpa para con las víctimas del asesinato». Además, incide en que dicha confesión se produce «22 años después de la comisión de los hechos, por lo que no puede servir» para rebajar la pena.
Indemnización a los familiares
La Sección Segunda de la Sala de lo Penal condena a ‘Santi’ y a ‘Peio’ como responsables en concepto de autores de un delito de terrorismo con causación dolosa de muerte, con la concurrencia de la circunstancia agravante de la responsabilidad criminal de alevosía.
Además de los 30 años de cárcel que impone a ambos, el tribunal acuerda también la pena accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, y prohibición de aproximarse a las víctimas por tiempo de 5 años, así como al pago de las costas causadas en el proceso, por iguales y mitades partes.
Los magistrados también han fijado que, en concepto de responsabilidad civil, deberán abonar a los familiares una indemnización de forma conjunta y solidaria de 300.506 euros.
Por este crimen ya fueron condenados José Ignacio Guridi Lasa, alias ‘Xabi’, como autor material, y Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, como quien organizó y ordenó el asesinato del periodista de ‘El Mundo’, que falleció al recibir varios disparos en plena calle cuando volvía a su casa tras comprar la prensa en un quiosco cercano.
La acusación contra Arzalluz y Aguirrebarrena se amplió a raíz de una serie de hallazgos documentales e indagaciones posteriores que llevaron a concluir a Policía y Guardia Civil que eran los otros miembros del ‘comando Totto’, el que atentó contra López de Lacalle, que faltaban por identificar.
«Cuatro tiros»
Ahora, en la sentencia, los magistrados consideran probado que Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, captó a Guridi Lasa en 1999 encargándole que formara un comando legal armado. A su vez, este último contactó con ‘Santi’ y ‘Peio’ y constituyeron el ‘Comando Totto’.
«Tras recibir adiestramiento y cursillos en armas y explosivos, Francisco Javier García Gaztelu le ordena diversos objetivos («Ekintzas»), siendo el primero de ellos el asesinato del periodista D. José Luis López de la Calle, del cual les facilita exclusivamente el nombre, siendo los integrantes del comando los que efectúan la averiguación de su domicilio mediante la vigilancia de los movimientos de dicha persona durante una semana», apunta el tribunal.
Según el relato de hechos probados, «después de haber intentado matarlo en tres ocasiones, sin haberlo conseguido, el día 7 de mayo de 2000, tras haberse cambiado de ropa en un monte cercano, los miembros del comando, bajaron a la localidad de Andoain y permanecieron en actitud vigilante cerca del portal del domicilio de López de la Calle».
Ese día, sobre las 09.30 horas, Guridi Lasa –mientras ‘Santi’ vigilaba– se acercó al periodista para asegurarse de que se trataba efectivamente de él y, al aproximarse a su portal, «le disparó a corta distancia cuatro tiros». Ambos huyeron en dirección al ambulatorio, donde les esperaba ‘Peio’ en un coche, en el que se fugaron hacia la localidad de Zizurkil, donde tenían otro vehículo –propiedad de la madre de Guridi Lasa– con el que continuaron hasta la localidad de Tolosa en la que se separaron.
En la sentencia se fija que «como consecuencia de los disparos efectuados por Guridi Lasa, se produjo el fallecimiento inmediato» del periodista. El asesinato fue reivindicado por ETA a través de un comunicado publicado en la edición del diario Gara del día 11 de junio de 2000.
Los magistrados explican que el hecho de que los dos acusados reconocieron los hechos «no implica en las presentes actuaciones que no haya de complementarse con más prueba de cargo». En este sentido, destacan las declaraciones testificales de funcionarios de la Policía, y la Guardia Civil, así como los informes periciales aportados que recogían manuscritos del comando.
«Dicha documentación, integrada por las pruebas testificales y periciales practicadas acreditan, sin ningún género de dudas, la autoría de los acusados en los hechos declarados como probados», asegura la Sala.