Aldama estalló contra sus socios tras asociarse con Claudio Rivas: «¡Estoy hasta los cojones!»
Después de conseguir la licencia, el comisionista orilló a sus colaboradores en la trama de los hidrocarburos
Enero de 2023. Las tensiones venían arrastrándose desde hacía meses y el comisionista Víctor de Aldama llevaba un año sin pagar a sus socios en la trama de los hidrocarburos. Tres años antes había conocido a Claudio Rivas, con quien se había embarcado en el negocio del fuel aprovechando el conocimiento de este en el sector y sus contactos en el ministerio de José Luis Ábalos. Desde septiembre de 2020, Aldama se había asociado de forma gradual con el líder de los hidrocarburos, que acababa de lograr una licencia de operadora de hidrocarburos en Portugal, E F Iber Combustiveis – Distribuicao De Produtos P, desde la que podía operar con comercializadoras en España. De esa fecha data precisamente el inicio de los encuentros entre Aldama, Koldo y Rivas para obtener una licencia de operadora de hidrocarburos para Villafuel SL, lo cual se logró definitivamente en septiembre de 2022, tras varias reuniones en los Ministerios de Industria y Transportes y en el despacho de Aldama. Cuatro meses después, los empresarios que introdujeron a los dos cabecillas, antiguos socios del comisionista, atenazados por las deudas, exigieron a Aldama que les pagara el dinero pendiente.
Este es el contexto en el que se produce el nuevo audio exclusivo al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Tras reiteradas peticiones, sus socios llegaron a una situación límite. Según explican algunos de ellos a este periódico, «le explicamos a Aldama que habíamos tenido que vender patrimonio, que estábamos con una mano delante y otra detrás y que estábamos en una situación desesperada. Sólo queríamos un dinero que era nuestro». A lo largo del 2022 se había diseñado la arquitectura de la trama de hidrocarburos en Portugal, donde Claudio Rivas disponía una licencia de operadora y, junto a Aldama, crearon una red de sociedades pantalla a través de las cuales se compraba el combustible sin IVA y se vendía con IVA, lo cual les reportaba un beneficio del 21%.
Pero en el complejo entramado societario habían entrado actores nuevos, testaferros portugueses y personas cercanas a Aldama. Los conocidos como «cuatro mosqueteros» –Ignacio Sánchez Tapia, Alberto Escolano, César Moreno García y Javier Serrano-, con los que había operado en la trama de las mascarillas, que permitieron al comisionista obtener un beneficio de 6,7 millones de euros, de los cuales, una parte importante de las ganancias las invirtió en Portugal. Los nuevos socios entraron en colisión con los antiguos, generando un clima de tensión y desconfianza que llevó a un enfrentamiento directo entre Rivas y Aldama a finales de 2022, justo el mes en que se concedió la licencia de operadora a Villafuel SL. Como desveló este diario, la advertencia de Pepe Hidalgo a Claudio Rivas en una cacería en Toledo generó una pelea entre el cabecilla del caso Koldo y el líder de la trama de los hidrocarburos, hasta el punto de que Aldama llegó a amenazar a Rivas con acudir a la Fiscalía porque «yo, como tú, por las malas, soy un hijo de la gran puta».
«Víctor, tranquilízate que salimos perdiendo todos»
La situación se recondujo gracias, precisamente, al tercer empresario a quien Aldama debía dinero desde hacía un año: «Víctor por favor, tranquilízate porque salimos perdiendo todos». Ante el riesgo de que descarrilara todo el negocio potencial que reportaría la reciente concesión de la operadora de los hidrocarburos, este tercer socio suplicó a Aldama: «Intenta por favor hablar con él el lunes o dile que estáis todos muy nerviosos y que lo que le han dicho es mentira y que te ponga enfrente a los que le han dicho eso». Pese al tono amenazante del comisionista en las conversaciones con Rivas, no fue hasta tres meses después cuando mostró su lado más agresivo y beligerante.
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En enero de 2023, este empresario venía advirtiendo cómo Aldama espaciaba cada vez más sus conversaciones, tomaba distancia y evitaba la ocasión en la que se le pudiera recordar sus deudas pendientes. Pero estos socios se quejaron reiteradamente porque, mientras Rivas y Aldama operaban con Villafuel desde hacía meses, «a nosotros no se nos daba el dinero que nos debían». Motivo por el cual se le exigió a Aldama: «Ya es hora de que empecéis a responder. Te pido que intentes solucionarlo. Lo necesitamos». En un audio de whatsapp enviado el 22 de enero, Aldama respondió dando largas: «Ya estoy hasta los cojones, así que cada uno de vosotros hacer lo que os salga de los cojones, ahora en cada momento».
Su mensaje tuvo respuesta de su interlocutor: «Quien está hasta los cojones soy yo. Estoy hasta los cojones de las contestaciones, estoy hasta los cojones de no poder solucionar mi vida, estoy hasta los cojones de no poder solucionar los problemas que me han creado otros. Cuando tú estabas mal con éste, a ti se te ha ayudado, has tenido un brazo donde consolarte, siempre has tenido una buena palabra amable. Así que a mí no me vengas a contestarme ahora así, ¿eh? Que bastantes problemas tengo yo ya, que me han causado otros, ¿vale?».
«¡Tú a mí no me chillas! ¿Te queda clarito?»
Aldama montó en cólera y mostró una cara desconocida hasta ahora por el comisionista templado que amenaza con aflorar las pruebas que ratifican su versión de los hechos: «¡Estás tú para tocarme los cojones a mí! ¿Vale? Que tú no sabes el fin de semana que yo llevo y llevas todo el puto fin de semana machacándome! ¡Que ya estoy hasta los cojones! Te he llevado a todos lados, te he consolado, estoy haciendo todo por ti». Y elevando el tono hasta alcanzar cotas considerables de decibelios, Aldama concluyó: «¡Ya basta! ¡Ya basta! ¡Y a mí tú no me chillas! ¿Te queda clarito? ¿Clarito?».
Por esas fechas, Aldama y Rivas tenían otras inquietudes y prioridades. Su asociación empresarial estaba puesta en una trama «milmillonaria de petróleo» a gran escala, gracias a la cual Claudio Rivas presumió de haber traído a España 11 buques petroleros con 40.000 toneladas de petróleo cada uno, procedentes de Venezuela. Según los empresarios a los que Rivas confesó esta operación, el petróleo de Venezuela llegaba a España por la puerta de atrás, a través de República Dominicana como país de origen, donde se refinaba el crudo tipo Merey de Venezuela, cuyo alto contenido de azufre y una densidad elevada lo hace incompatible con los estándares de calidad exigidos por la Unión Europea. El plan inicial era construir una refinería en Tenerife, para lo cual, en octubre de 2022, se celebró una reunión entre Víctor de Aldama, Claudio Rivas, Koldo García y el entonces presidente canario, Ángel Víctor Torres.
El proyecto no salió adelante. En septiembre de 2023, Villafuel SL fue intervenida por Hacienda en septiembre de 2023, como consta en los documentos exclusivos publicados por THE OBJECTIVE. Y en enero del 2024, Rivas y Aldama constituyeron dos sociedades más que pretendían convertir en dos licencias de operadora más: Combustibles Peninsulares SL y Saguntoil SL. Ninguna obtuvo la licencia. En mayo, los investigadores de la UCO ya seguían de cerca los pasos de los miembros de la trama, que fueron detenidos en octubre del 2024, al tiempo que Villafuel SL fue clausurada por la Agencia Tributaria.