El juez Aguirre cuelga la toga: la trama rusa de Puigdemont, abocada al archivo
El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona deja el despacho el 15 de enero, pero hace un mes que ya no va
El juez Joaquín Aguirre.
El juez Joaquín Aguirre, una figura clave en algunos de los casos más mediáticos de los últimos años, ha decidido colgar la toga a los 66 años, después de más de tres décadas de servicio en la judicatura. Su jubilación voluntaria, que se hará efectiva el próximo 15 de enero, marca el final de una carrera marcada por casos de gran repercusión, como la trama rusa vinculada al procés o el caso Negreira. Sin embargo, su salida del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, al que llegó en 1988, va a provocar que varias de las investigaciones que él lideraba se encaminen hacia el archivo.
Desde hace aproximadamente un mes, Aguirre ya no se ha presentado en su juzgado, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Sus casos han sido asumidos temporalmente por la titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, la jueza Alejandra Gil. A raíz de la salida del juez Aguirre, fuentes judiciales han indicado que varias investigaciones de gran calado, como la que afecta a Carles Puigdemont por presuntos delitos de traición y malversación de fondos públicos, se encuentran abocadas al archivo. Igualmente, otras causas relevantes, como la investigación sobre los pagos del FC Barcelona a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), perderán importancia y algunos delitos podrían terminar por sobreseerse.
La decisión de Aguirre de jubilarse fue aprobada el pasado 2 de julio por la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Esta resolución fue ratificada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) justo un día antes de su renovación. No obstante, desde hace algunas semanas, el juez Aguirre ya no se ha presentado en su juzgado, y la gestión de los casos ha recaído en la jueza Alejandra Gil. Ahora, el nuevo órgano de gobierno de los jueces será el encargado de iniciar el proceso para nombrar al reemplazo definitivo de Aguirre al frente del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona.
La trama rusa de Puigdemont
Uno de los casos que más repercusión ha tenido durante la gestión de Joaquín Aguirre es la investigación sobre las posibles injerencias rusas en el proceso independentista catalán, especialmente aquellas que involucran al expresidente Carles Puigdemont. Este caso, que ha estado bajo la supervisión de Aguirre, se enfrenta ahora a serias dificultades tras su salida. La trama rusa se originó en la acusación de que el gobierno de Vladímir Putin podría haber intervenido de alguna manera en los esfuerzos de independencia de Cataluña, lo que incluiría financiación o apoyo logístico a Puigdemont y otros líderes independentistas.
En este contexto, el pasado 17 de diciembre, la sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona emitió un auto en el que reprendía al juez Aguirre por haber llevado a cabo lo que se consideró una «irregular maniobra procesal». En este auto, los magistrados recordaron que Aguirre bien sabía que debía ejecutar las órdenes emanadas de instancias superiores, algo que, según ellos, no ocurrió cuando en junio se le ordenó cerrar la causa. En lugar de seguir dicha directriz, Aguirre decidió abrir una nueva pieza separada, lo que la Audiencia calificó de un «fraude de ley». Esto ha sido visto como un intento de continuar con una investigación que ya había sido cerrada por los tribunales superiores.
Aunque en julio Aguirre presentó una exposición razonada ante el Tribunal Supremo, acusando a Puigdemont de delitos como traición, malversación de fondos públicos y organización criminal, el alto tribunal aún no se ha pronunciado sobre el asunto. Sin embargo, según fuentes judiciales, tras la última resolución de la Audiencia Provincial, es muy probable que el Tribunal Supremo archive el caso, poniendo fin a la investigación sobre las injerencias rusas.
El caso Negreira y su futuro incierto
El caso Negreira, relacionado con los pagos del FC Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, está perdiendo impulso según las fuentes judiciales. La causa, que lleva ya más de dos años en proceso de instrucción, ha experimentado un parón significativo en las últimas semanas. Hace unos meses, la Audiencia de Barcelona decidió archivar los cargos que se investigaban contra el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en relación con este caso. Además, la misma instancia judicial desestimó la imputación por delito de cohecho contra el club como persona jurídica, lo que ha debilitado aún más la acusación. Las fuentes consultadas indican que, debido a la falta de nuevas pruebas, es muy improbable que surjan elementos suficientes durante la instrucción que obliguen a un nuevo instructor a reabrir la imputación contra Laporta.
Este caso será gestionado temporalmente por un togado sustituto hasta que se cubra la vacante que dejará el juez Joaquín Aguirre en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. No obstante, se prevé que durante este periodo de sustitución no se tomen decisiones clave en el caso, lo que sumará más incertidumbre al futuro de la causa. Las expectativas apuntan a que, en el transcurso de este tiempo, no se produzcan avances significativos que modifiquen el rumbo de la investigación.
