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García Ortiz insinúa que una fiscal díscola pudo filtrar el correo del novio de Ayuso

El fiscal general afirma en el Supremo que Lastra le señaló por su «desafecto» con la dirección del Ministerio Público

García Ortiz insinúa que una fiscal díscola pudo filtrar el correo del novio de Ayuso

El fiscal general, Álvaro García Ortiz, y la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra. | Ilustración de Alejandra Svriz

Álvaro García Ortiz echa balones fuera. Pero en su estrategia de defensa resuenan tambores de guerra contra una subordinada. El fiscal general insinuó este miércoles en el Tribunal Supremo que la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, también pudo filtrar el correo electrónico del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Se trata de la testigo que le señaló como la persona que podría haber filtrado los emails del empresario Alberto González Amador. El jefe del Ministerio Público, investigado por revelación de secretos, explicó que Lastra hizo esa declaración por «desafecto» con la actual cúpula fiscal.

El fiscal general negó que hubiese dado instrucciones a sus subordinados para filtrar los correos y se quejó del «allanamiento» de su despacho, revelan a THE OBJECTIVE fuentes presentes en el interrogatorio. También explicó que ha cambiado en seis ocasiones de teléfono desde que ostenta el cargo, por lo que la renovación de su terminal no está relacionada con la investigación que inició el juez Ángel Hurtado en octubre. García Ortiz le acusa de tener una posición «predeterminada» que «le impide descubrir la verdad».

El investigado fue especialmente duro con Lastra, que durante su declaración como testigo el pasado 16 de enero señaló a García Ortiz como el supuesto autor de la filtración del email del novio de Ayuso. La fiscal superior de Madrid admitió que se trataba de «una deducción» a la que llegó porque la Cadena Ser difundió su contenido poco después de que el correo electrónico llegara al fiscal general.

García Ortiz versus Lastra

La versión de Lastra choca con la que ofreció el periodista que dio la información, que aseguró ante el juez que accedió al contenido horas antes, cuando aún no la tendría el jefe del Ministerio Público. Si lo publicó tras El Mundo fue porque su fuente solo le dio permiso para hacerlo para contrarrestar una información sesgada. García Ortiz, que solo respondió a su defensa, puso este miércoles a la fiscal superior de Madrid en el foco de la sospecha.

El fiscal general señaló ante el juez que cree que la filtración de los correos no salió de la Fiscalía. De ser así, insinuó que Lastra también pudo haberlo hecho, ya que a ambos le llegaron a la misma hora. Fuentes presentes en el interrogatorio descartan que la haya acusado directamente, pero ha sembrado dudas sobre su proceder. Se trata de la subordinada que relató al magistrado que el 14 de marzo preguntó directamente a García Ortiz si había filtrado los emails y que este le contestó que «eso ahora no importa».

García Ortiz contestó este miércoles a la cuestión con ambigüedad. El fiscal general no concretó detalles de la conversación, pero tampoco negó que se produjese. Las fuentes consultadas por este diario recalcan que cuando se mencionó en sede judicial el reproche de Lastra, el jefe del Ministerio Público respondió que esa no era forma de dirigirse a un superior, ya que la carrera fiscal se encuentra totalmente jerarquizada y eso supondría jugarse un expediente.

El compareciente alegó que Lastra pudo señalarle como autor de la filtración de los correos de Ayuso por «desafecto» con la actual cúpula fiscal. Ha dejado caer que la fiscal superior de Madrid estaba «dolida». El enfado podría remontarse a junio de 2023, cuando cinco relevantes fiscales, Lastra entre ellos, se dieron de baja de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) en desacuerdo con la decisión de García Ortiz de nombrar a su predecesora, Dolores Delgado, fiscal de Sala de Memoria Democrática y Derechos Humanos.

El nombramiento de Delgado

En un Consejo Fiscal celebrado días antes, siete de los 11 vocales se negaron a deliberar al considerar que Delgado podía incurrir en causa de incompatibilidad porque su pareja, el exjuez Baltasar Garzón, dirige una fundación dedicada a los Derechos Humanos. Pese a ello, García Ortiz, que fue portavoz de la UPF, propuso designar a la exministra para un cargo que ya venía ejerciendo de forma interina.

El fiscal general relató este miércoles en el Supremo que un periodista le preguntó sobre el caso del novio de Ayuso el 7 de marzo, a la entrada de un Consejo Fiscal. Entonces llamó a su lugarteniente, el también investigado Diego Villafañe, para que se interesara por el asunto. El teniente fiscal de la Secretaría Técnica le dio información más concreta de forma verbal un día después, pero nadie le comentó nada del correo en el que González Amador se autoinculpaba hasta el día 13, cuando Lastra le llama al teléfono fijo de su vivienda para advertirle de que El Mundo había publicado uno de los emails.

A los presentes en el interrogatorio les ha sorprendido que García Ortiz no mencionara una comunicación que habría tenido con Lastra el 12 de marzo. La fiscal superior afirmó durante su declaración que ese día hubo una reunión técnica con miembros de la Comunidad de Madrid y que en un receso se aprovechó para hablar de los correos del novio de Ayuso. El fiscal general señaló que en la llamada del día 13 ambos estuvieron de acuerdo en redactar una nota de prensa para desmentir la información.

García Ortiz le insta a atajar el asunto cuanto antes para que no les ganen «el relato», pero Lastra rechaza solicitar explicaciones al fiscal del caso, Julián Salto, al asegurar que se trata de un profesional «impecable». En ese escenario irrumpe la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, que se encarga de realizar el trámite.

«Los van a filtrar»

Lastra relató que esa noche del 13 de marzo «regañó» a Rodríguez por sacar de un partido de fútbol a Salto para que le enviara, a instancias del jefe del Ministerio Público, los correos que se había intercambiado con el abogado de González Amador. El fiscal encargado del caso cumplió la orden y envió los emails a ambas. La fiscal jefe de Madrid los reenvió directamente a García Ortiz. Fue entonces cuando Lastra le reprochó: «¿Para qué le mandas los correos, Pilar? Los van a filtrar». La fórmula, inusual, le llevó a mostrar su enfado por haber sido puenteada.

La fiscal superior relató ante el juez que aunque participó en la elaboración de la nota para desmentir que el Ministerio Público había ofrecido un pacto al novio de Ayuso, no estuvo de acuerdo ni en las formas ni en su contenido. Lastra recibió el texto a las 8.44 horas del 14 de marzo. Pidió tiempo para leerla, pero minutos después ya estaba publicada en los medios.


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