Los abogados que denunciaron a Casado por delito de odio crean un Manos Limpias 'indepe'
Sus promotores ejercerán de acusación popular ante los tribunales nacionales e internacionales

Lluís Gibert y Josep Rosell en el Ateneu de Barcelona. | Red social X
Un grupo de abogados independentista ha impulsado la asociación Acció Cassandra para poder llevar ante los tribunales europeos e internacionales cualquier vulneración de lo que llaman «los derechos de la nación catalana». Los dos letrados promotores de la iniciativa son Lluís Gibert y Josep Rosell, conocidos entre otras cuestiones por haber llevado al anterior líder del PP, Pablo Casado, al banquillo de los acusados por decir que en los colegios de Cataluña se prohibía ir al baño a los alumnos que hablaban en castellano. Pese a que la denuncia fue finalmente archivada, Casado fue imputado por un delito de odio y tuvo que admitir que no había contrastado sus acusaciones sobre el catalán.
Ahora estos letrados han decidido dar un paso más en su actividad y aspiran a poder ejercer de acusación popular en otros litigios, igual que hacen entidades como Manos Limpias, según han reconocido ellos mismos. También se proponen llevar la representación legal de ciudadanos de los denominados «Països Catalans» que lo requieran. A este respecto, una de sus últimas acciones ha sido la presentación de una denuncia contra el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, por homicidio imprudente por la gestión de las emergencias durante la gran riada del 29 de octubre. Rosell lleva la defensa del hermano de una de las víctimas mortales de Aldaia, y su denuncia ha sido admitida a trámite por el juzgado de instrucción de Torrente.
De hecho, antes de la constitución de la asociación ya llevaron la defensa de «represaliados independentistas» en más de una decena de casos. Uno de ellos es el de un mecánico denunciado por delito de odio por no querer reparar el vehículo de la Policía Nacional tras el referéndum del 1-O, que terminó en sobreseimiento. O la absolución de la causa contra un usuario de X (antes Twitter) que amenazó al juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. Asimismo, llevaron la recusación de todos los magistrados del Supremo, en 2022, por su mandato caducado y el proceso de nombramiento por parte del Consejo General del Poder Judicial. Pocas semanas después, España dejó de ser considerada ese año una «democracia plena» en el índice de The Economist.
«Europa no hará nada por nosotros»
Gibert y Rosell dieron a conocer la nueva asociación recientemente, en un acto en el Ateneu barcelonès. Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, llenaron la sala Verdaguer de la institución con un discurso muy crítico con los actuales líderes independentistas. En el acto afirmaron que viene «un ciclo bastante favorable para el derecho a la independencia», en el que «España y China se quedarán solos» y lamentaron que en las «instituciones catalanas no hubiera independentistas».
En la puesta de largo de Acció Cassandra también dejaron claro que el independentismo estaba solo: «Europa no hará nada por nosotros, pero Europa está». Y que si el independentismo complicaba las cosas podían ser «un problema pero también una solución» para el futuro del continente.
Objetivos claros
Los dos letrados, y rostros visibles de la entidad, trabajarán en coordinación con varios juristas de ámbito internacional y llevarán a término los procedimientos judiciales oportunos «en defensa de la minoría nacional catalana» así como la creación de las entidades con personalidad jurídica necesarias para alcanzar los objetivos del proyecto.
Señalan como tres objetivos principales el «reconocimiento jurídico de una nación minorizada sin la protección de un Estado a través de sentencias donde se haga explícito este hecho», «defensa del catalán como lengua a proteger así como su sistema educativo» y «denuncia y persecución de delitos de odio contra las personas por su condición de catalanes». También afirman en su web que por el momento han recibido más de 300 donaciones de ciudadanos que confían en el proyecto.