El Supremo retira el pasaporte a Ábalos y le obliga a comparecer cada 15 días en el juzgado
El juez acepta las medidas cautelares exigidas por la Fiscalía y que han respaldado las acusaciones populares

José Luis Ábalos a su llega al Supremo este jueves. | Chema Moya (EFE)
José Luis Ábalos no podrá salir de España. El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente le ha retirado el pasaporte y obliga al exministro a comparecer cada 15 días en el juzgado, tal y como solicitaba la Fiscalía Anticorrupción. Son las mismas medidas que Alejandro Luzón solicitó para el empresario Víctor de Aldama y para Koldo García. Las acusaciones populares respaldaron la medida cautelar. El diputado del Grupo Mixto ha comparecido este jueves en el Alto tribunal, justo cuando se cumple un año de las detenciones, como investigado por tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal.
En un auto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el magistrado dispone mantener a Ábalos en libertad provisional, aunque le impone medidas cautelares. Puente indica que la defensa del investigado se opone a la medida porque considera que «no existen indicios bastantes de criminalidad» que la sustente. Además, destaca que «carece de cualquier clase de bienes en el extranjero», lo que excluye «todo posible riesgo de fuga».
Ábalos se ha ratificado este jueves su declaración anterior, indican a este diario fuentes jurídicas. El pasado 12 de diciembre el exministro aseguró que no había recibido comisiones a cambio de adjudicaciones de contratos públicos, tal y como señaló Aldama. El juez ya avisó de que valoraría la imposición de medidas cautelares. El antiguo secretario de Organización del PSOE se ha quejado de las filtraciones, aunque el magistrado le ha recriminado que él mismo haya concedido entrevistas a los medios.
Ábalos en Perú
La comparecencia del exministro ha durado apenas 40 minutos. Solo ha contestado al juez y a su abogado, ya que la Fiscalía no ha realizado preguntas. Durante el interrogatorio ha negado dinero en el extranjero y que disponga de un chalé en Perú. Como ya afirmó en redes sociales, Ábalos ha explicado que se trata de un centro social y no está ubicado en ninguna zona privilegiada. Ha insistido en que lo único que está a su nombre en ese país es el suelo donde se localiza el inmueble, algo «circunstancial» porque la fundación no tenía personalidad jurídica.
El exministro ha subrayado que su patrimonio es limpio y solo cuenta con un piso y un local en Valencia. En una entrevista con El Mundo, Ábalos se mostró tranquilo porque «no tengo ninguna cuenta en el exterior». El juez también requirió a la UCO otro informe sobre las comunicaciones telefónicas que tuvo durante la investigación con Aldama y con su asesor Koldo García. Un encargo que recurrió el diputado del Grupo Mixto al entender que se pretende «una revisión general».
Ábalos también se ha referido a la noticia que publica este diario sobre cómo escogió a Jésica de un catálogo de prostitutas que tenía su asesor, Koldo García, en el el móvil. El exministro ha insistido en el asunto de las filtraciones, calificando la situación como grave. En su opinión, ese tipo de información solo puede provenir de quienes tienen acceso al material.
El exdirigente socialista tendría que haber prestado testimonio el martes, pero el magistrado acordó posponerlo porque a su abogado le coincidía con otro señalamiento. La comparecencia se produce después de que el juez obtuviera el suplicatorio. Ábalos ya prestó declaración voluntaria el pasado 12 de diciembre, cuando negó haber recibido pagos de ningún tipo de Aldama a cambio de adjudicaciones de contratos públicos. Ese día descargó cualquier responsabilidad en su asesor, en quien aseguró había delegado la búsqueda de mascarillas.
Las acusaciones de Aldama
Ábalos señaló que Koldo García se había podido extralimitar en algunas de sus funciones. El exministro solicitó declarar antes de estar imputado en calidad de perjudicado. Semanas más tarde, Aldama declaró de forma voluntaria ante el juez del caso Koldo y desveló que había pagado en varios años un total de 650.000 euros al exministro, 250.000 en concepto de comisiones por las mascarillas que adjudicó su departamento a Soluciones de Gestión al inicio de la pandemia.
El comisionista entregó días más tarde al Supremo diversos documentos para respaldar su testimonio. Entre ellos, un contrato de arrendamiento de un piso en el Paseo de La Castellana con derecho a compra que había firmado con Ábalos, aunque no llegó a ejecutarse. El inmueble, valorado en casi dos millones de euros, supondría la garantía para que este realizara adjudicaciones a favor de ciertas firmas. El que ex número dos del PSOE sostiene que ese contrato es nulo porque nunca se produjo la entrega de llaves.
Aldama también le acusó de cobrar comisiones a cambio de adjudicar grandes obras en 10 autovías. Ábalos insistió ante el juez que eso nunca ocurrió, aunque el comisionista aportó otras pruebas, como la compra de un chalé en la costa gaditana para el disfrute del exministro. El investigado continúa asegurando que pagó el alquiler durante tres meses y que lo abandonó porque sus circunstancias vitales habían cambiado.
Los socios de Aldama también se habrían encargado de pagar el alquiler de un lujoso ático en el centro de Madrid a Jésica Rodríguez, que fue novia de Ábalos. El comisionista habría utilizado varios testaferros para abonar el arrendamiento, que alcanzó los 88.000 euros, entre ellos su socio Luis Alberto Escolano y el hermano de Koldo García, al que el exministro señaló como el responsable de la operación y de contratar a su entonces pareja sentimental en Ineco, ente público que depende de Transportes y cuyos detalles desveló este diario.
Puente encargó hace dos semanas a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil un informe patrimonial de Ábalos y su hijo Víctor. El juez solicita cuentas o depósitos bancarios de los que pudieran ser titulares, cotitulares o autorizados; de los bienes inmuebles o vehículos que se hallaren registrados a nombre de uno u otro; y de su eventual participación en entidades mercantiles como administradores, socios o partícipes.