El Congreso pide al Tribunal de Cuentas que fiscalice la gestión del CNIO desde el 2018
La propuesta del grupo popular ha sido aprobada con 20 votos a favor
Tribunal de Cuentas. | Europa Press
El Congreso ha solicitado este jueves al Tribunal de Cuentas que realice una fiscalización especial de las cuentas y de la contratación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) desde 2018 a 2024, que es parte del periodo en que María Blasco fue directora científica del organismo.
La Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas ha aprobado la propuesta presentada por el grupo popular y ha rechazado otra similar del socialista. La diferencia entre ambas era el periodo de esa fiscalización especial del CNIO, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. La propuesta del grupo socialista fijaba el inicio en el año 2011, cuando Blasco accedió a la dirección del CNIO; la de los populares marca el inicio en el 1 de enero de 2018, año en el que los socialistas volvieron al Gobierno.
En la votación, se ha aprobado la solicitud del grupo popular con 20 votos a favor, 14 en contra y ninguna abstención, mientras que la del socialista se ha rechazado por 20 votos en contra, 14 a favor y ninguna abstención. La diputada del PP María Pilar Alía ha indicado que en el CNIO ha habido diez años sin fiscalización y «de ahí que quizás se hayan ido las cuentas de las manos». Para Alía, es necesario fiscalizar la gestión realizada por Blasco «porque desde su llegada a la Fundación las cuentas no salen, las pérdidas se multiplican y llegan a los 4,5 millones de déficit acumulado».
La gestión de la exdirectora del CNIO «se encuentra bajo sospecha, por el presunto desvío de fondos para asuntos ajenos a la investigación científica», ha dicho Alía, y ha agregado que se necesita conocer «el desvío de los fondos que iban destinados a erradicar el cáncer de los ejercicios 2018 a 2024».
Marta Trenzano, del grupo socialista, ha indicado que les gustaría que esa fiscalización abarcara desde 2011, no solo desde 2018, aunque ha recordado que los años 2012 y 2013 ya fueron fiscalizados. La diputada ha señalado que desde el Gobierno se ha hecho «un esfuerzo por ser más transparentes, incorporando la voz de los pacientes de cáncer» con la participación de algunas asociaciones en el patronato del CNIO y ha recordado que «todas las decisiones» adoptadas han contado con el respaldo de los informes requeridos de los organismos correspondientes.
El patronato de este organismo decidió el pasado 29 de enero, por unanimidad, el cese tanto de Blasco, como del que era director gerente Juan Arroyo, para «iniciar una nueva etapa» y dejar atrás «un clima de trabajo incompatible con el que debe darse en un centro de referencia y excelencia como es el CNIO».
La decisión se produjo tras varias semanas de polémicas y acusaciones cruzadas, durante las cuales se sucedieron las quejas por la mala equipación del centro, la caída de la producción científica, el elevado déficit y la mala gestión, además de acusaciones de abuso de poder y de acoso laboral.
Antes de su cese, el patronato ya había solicitado a los dos directores del centro sendos informes sobre la gestión del mismo, había rechazado su Plan de Actuaciones para 2025 y había paralizado las actividades del programa CNIO-Arte ante las presuntas irregularidades que se habían denunciado.
