Aldama anotó 200.000 euros para su socio 'dominicano' tras el pelotazo de las mascarillas
El comisionista confeccionó un Excel días después de que Puertos del Estado y ADIF adjudicaran los contratos

Víctor de Aldama y su socio 'dominicano', Bernardo Castillo. | Ilustración de Alejandra Svriz
Víctor de Aldama anotó pagos de 200.000 euros a su socio dominicano tras el pelotazo de las mascarillas. Soluciones de Gestión consiguió contratos de la Administración por 60 millones de euros apenas días después de declararse del estado de alarma. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene que el comisionista sabía con antelación que «iba a resultar beneficiario». Tras lograrlos, confeccionó un documento en el que registró la cantidad que, según los agentes, debía abonar a Bernardo Castillo y a otros miembros de la trama. También hay alusiones a El Gran y Goblins, que los investigadores identifican con Koldo García y el exministro José Luis Ábalos.
Soluciones de Gestión consiguió vender mascarillas al inicio de la pandemia a dos entes públicos adscritos al Ministerio de Transportes: el Ministerio del Interior y dos regiones gobernadas por los socialistas (Baleares y Canarias). Los contratos de Puertos del Estado y ADIF (20 y 12,5 millones respectivamente) se adjudicaron entre el 21 y el 27 de marzo de 2020, días después de que el presidente Pedro Sánchez decretara el estado de alarma. La UCO subraya que Aldama ya era consciente de «sus potenciales gananciales».
El comisionista confeccionó el 26 de marzo de 2020 un documento en formato Excel con el nombre «mascarillas» que los investigadores localizaron en su ordenador personal. A pesar de que se creó en el momento de la adjudicación de los contratos otorgados por Puertos del Estado y ADIF, su última modificación, realizada por Aldama, tuvo lugar el 18 de mayo de ese año. Esto es, seis días más tarde de que apareciera en el Portal de Contratación el último contrato que adjudicado a Soluciones de Gestión.
El Excel de Aldama
«Al margen de la correlación temporal con estas adjudicaciones, tanto el título de este documento, mascarillas, como su contenido (…), se vincularía con los hechos que dieron origen a la presente causa, ya que el mismo parece contemplar una serie de gastos derivados de este negocio», insiste la UCO en un informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. En la hoja de Excel elaborada por Aldama se incluye el coste de las mascarillas y el dinero que se iba a conseguir gracias a la venta, 60 millones de euros.
A continuación se desgranan una serie de gastos de logística y el reparto de beneficios con personas físicas y jurídicas que participaron en el negocio. Entre ellos, los 200.000 euros que podría haber recibido Castillo, una de las personas de su «círculo íntimo». Tanto que entre agosto de 2019 y marzo de 2023 se desempeñó como administrador solidario de Logística Comercial Montelimar, propiedad de Aldama. Radicado en República Dominicana, los investigadores señalan que ayudó a la trama Koldo a desarrollar sus negocios en la isla caribeña y que vendió un todoterreno de lujo a Ábalos.

Aldama llegó a mediar para que el Ministerio de Sanidad comprara diez millones de mascarillas procedentes de Turquía a su socio dominicano. Los correos intervenidos a Koldo García incluyen las conversaciones que Castillo mantuvo con una técnica de Sanidad y una asesora de la Dirección General de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia (SNS) tres días después de decretarse el estado de alarma. El empresario los compartió con el comisionista, que a su vez envió la propuesta al asesor de Ábalos. No obstante, el departamento que dirigía Salvador Illa no adquirió los cubrebocas.
En esos correos, el socio de Aldama explica a las trabajadoras de Sanidad que dispone de dos tipos de mascarillas. El pedido mínimo debía ser de diez millones en ambos casos. Las primeras, que acompaña de las pertinentes descripciones técnicas, son del tipo 3-ply mask. Subraya que el precio por unidad es de 2,75 euros más IVA. Las segundas, surgical 3-ply non-woven face mask with earloops, son algo más baratas: dos euros más IVA. En el hilo de mensajes también aparece el nombre de Cristian Corvillo, que habría facilitado los certificados de los cubrebocas.
Recomendado por Koldo
Los investigadores apuntan a que Corvillo habría recibido otro pago, en su caso de 100.000 euros. Aldama anota esa cantidad en su documento de Excel denominado «mascarillas» a nombre de Cristian. El chófer de Sánchez durante su gira por Andalucía en las primarias del PSOE en 2017 era otra de las personas que formarían parte «del círculo íntimo» del comisionista y de «sus negocios relacionados con el suministro de material sanitario».
Aldama preveía más gastos en el documento, anotados bajo los epígrafes «El Gran» y «Goblins», a los que le asigna cantidades de dos millones y 500.000 euros respectivamente. A esta última persona le acompaña la palabra «casa». Los investigadores identifican al primero con Koldo García, al que el comisionista se refería como «el grandullón». Los agentes sugieren que tras la segunda anotación se encontraría una persona a la que estaría previsto ofrecer esa contraprestación a través de un inmueble de ese precio.

La UCO subraya que Ábalos comenzó a enviar a su asesor anuncios de inmuebles de esos precios a partir del 29 de abril de 2020. Así se ha detectado en los correos intervenidos y en los mensajes entre el exministro y Koldo García. Aldama señaló en sede judicial que el exministro habría recibido comisiones por adjudicar contratos con empresas amigas y que parte de las mordidas sería un chalé en la urbanización de La Alcaidesa, en la costa gaditana. El actual diputado del Grupo Mixto rechaza ese extremo y ha presentado facturas de los pagos de alquiler.
La relación del socio dominicano de Aldama con la trama fue más allá del negocio de mascarillas. Castillo llegó a presentarse como «asesor del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España». Meses después del ofrecimiento de las mascarillas, en octubre de 2020, Koldo García le firmó una carta de recomendación con el sello del Ministerio en la que asegura que se encuentra «trabajando en la República Dominicana como representante de empresa privada de España» y que «goza de toda confianza por parte de las autoridades españolas».