El juez apunta a la Fiscalía como origen de la filtración sobre el novio de Ayuso
Hurtado descarta que Sánchez Acera cometiera un delito de revelación de secretos, pero duda de su testimonio

Pilar Sánchez Acera, en el centro, sale del Supremo el pasado 12 de marzo. | Marta Fernández (Europa Press)
La Fiscalía en la diana. El juez del Tribunal Supremo Ángel Luis Hurtado apunta en su último auto hasta en cinco ocasiones al Ministerio Público como origen de la filtración del email del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. El magistrado que investiga una presunta revelación de secretos contra el fiscal general y la fiscal jefe de Madrid descarta que la exasesora de Moncloa y actual número dos del PSOE de Madrid, Pilar Sánchez Acera, cometiera un delito con la divulgación del correo electrónico de Alberto González Amador, aunque duda de la credibilidad de su testimonio, en el que observa «importantes fisuras».
Hurtado ya apuntó a mediados de enero que el correo del novio de Ayuso tuvo «salida» de la Fiscalía y «destino» en «Presidencia del Gobierno», desde donde aseguró que se hicieron «gestiones» para que fuese publicado. «Con salida de la Fiscalía General del Estado y destino Presidencia del Gobierno, circuló el mismo correo de 2 de febrero de 2024, y de ahí a elplural.com», señaló el magistrado. En su opinión, fue este departamento quien lo puso a disposición de Juan Lobato para que lo usara en la Asamblea de Madrid.
Una de las personas que entonces formaba parte de Presidencia del Gobierno era Sánchez Acera, que ocupaba el cargo de jefa de Gabinete del director de Gabinete del presidente del Gobierno, Óscar López. El dirigente sustituyó a Lobato al frente del PSOE de Madrid en febrero y aupó a su lugarteniente en Moncloa a la secretaría de Organización de la formación.
Información contra Ayuso
Hurtado exime a Sánchez Acera de haber cometido delito alguno con la filtración del correo del novio de Ayuso. En su opinión, «no concurre la cualidad de ser el funcionario público que conoce los secretos que se revelan por razón de su propio cargo, único sujeto que podría cometerlo como autor». El magistrado sostiene en su último auto, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, que la número dos del PSOE de Madrid «no está haciendo público secreto», ya que solo recibe «una información reserva a la que ha dado publicidad otro».
Considera que ese otro es «presumiblemente» la Fiscalía. Hurtado utiliza esa palabra y «aparentemente» en las cinco ocasiones en las que señala al Ministerio Público. «No hay base indiciaria para considerar que Pilar Sánchez Acera haya podido tener participación en hechos que apuntasen al delito de revelación de secretos (…) por cuanto que ella lo que realiza es continuar poniendo en circulación una información que, habiendo sido confidencial, ya había dejado de serlo, al ser filtrada, aparentemente, por la Fiscalía.
«Lo anterior no significa que se dé credibilidad a un testimonio que ofrece importantes fisuras», reconoce Hurtado en el auto. El juez considera que la declaración que ofreció Sánchez Acera el pasado 12 de marzo en calidad de testigo «deja mucho que desear». La número dos del PSOE de Madrid aseguró que no había recibido el correo con los datos confidenciales del novio de Ayuso, sino que le llegó una fotografía a través de WhatsApp, pero que no recordaba quién se lo envió, algo inverosímil para el juez instructor.
Sánchez Acera reconoció durante su declaración en el Supremo que puso la información en conocimiento de Lobato para que la usara en la sesión de control a Ayuso en la Asamblea de Madrid. Hurtado le reprocha que «no es explicable que, siendo un documento tan significado, no pueda recordar quien se lo proporcionó, y no solo eso, sino que, tratado de buscar el origen de esa información en su dispositivo móvil, no sea posible porque (…) cambió de teléfono y borró cuantos mensajes tenía en el que usó en aquel momento».
Dimisión de Lobato
La exasesora de Moncloa envió a las 8.29 horas del 14 de marzo del año pasado un pantallazo a Lobato con el email con datos confidenciales del novio de Ayuso. El exlíder de los socialistas madrileños preguntó de dónde provenía esa carta: «La necesito diciendo de dónde la saco, porque si no parece que me la ha dado Fiscalía». Sánchez Acera respondió «porque llega, lo tienen los medios» y le aseguró que antes de que él exhibiera el documento ya estaría publicada en prensa.
La UCO concluyó que Moncloa tuvo acceso al email de González Amador antes de que se publicara y especificó que lo conocían «al menos» cuatro personas, entre las que se encontraban Sánchez Acera, el exsecretario de Estado Francesc Vallès y el director de Comunicación del PSOE, Ion Antolín, al que el juez rechazó citar a declarar. Lobato se vio abogado a dimitir después de que trascendiera que había llevado al notario los mensajes que intercambió con la exasesora de Moncloa por las dudas con el origen del documento.
«Con la información objetiva que aporta el informe de la UCO de 19 de diciembre, esa ocultación por parte de Pilar Sánchez Acera sobre la procedencia del correo de 2 de febrero de 2024, tratando de encubrir a quien se lo envió, no deja de ser un elemento más que abunda en que presumiblemente le fue remitido desde la Fiscalía General del Estado», insiste Hurtado.