Tragsatec acredita en un documento que Jésica estaba adscrita a presidencia de ADIF
La expareja de Ábalos logró la plaza de auxiliar administrativo tras obtener la segunda mejor calificación del proceso

El documento que acredita que Jésica Rodríguez estaba adscrita a presidencia de ADIF. | Ilustración de Alejandra Svriz
Tragasatec confirma al Tribunal Supremo que Jésica Rodríguez estuvo adscrita a presidencia de ADIF. Los documentos enviados por la empresa pública vinculada al Ministerio de Agricultura revela que la expareja de José Luis Ábalos logró la plaza de auxiliar administrativo con la segunda mejor calificación. Los requisitos exigidos se adaptaron a las capacidades de la joven, que entonces estudiaba Odontología. La experiencia que se requería en el proceso coincide con la que obtuvo mientras trabajó para otro ente público, Ineco.
El juez del Supremo Leopoldo Puente, que investiga a Ábalos por la compra de mascarillas durante la pandemia, solicitó el pasado 13 de marzo información a ambas empresas públicas sobre la contratación de Jésica Rodríguez, después de que esta admitiera que no acudía a trabajar, aunque cobraba. El magistrado requirió que indicaran cuándo se publicó la convocatoria y la forma en la que se cubrió la vacante. La primera en responder a la petición ha sido Tragsatec, que ha remitido al Alto tribunal un documento con 179 páginas al que ha accedido THE OBJECTIVE.
Jésica Rodríguez estuvo contratada en Ineco entre marzo de 2019 y febrero de 2021. Después de que alertara a Koldo García de que se le acababa el contrato, este le buscó un nuevo puesto en Tragsatec por un periodo de seis meses. La joven inició su andadura en esta empresa pública el 2 de marzo y permaneció en ella hasta septiembre de ese año.

La selección de Jésica
El ente público ofertó de forma temporal diez puestos de trabajo administrativo. Al proceso concurrieron 929 personas. A la vacante que logró la expareja de Ábalos se presentaron 177 aspirantes, pero solo nueve cumplían los requisitos y superaron la fase de valoración de méritos. Jésica Rodríguez consiguió la segunda mejor nota, un total de 52 puntos: 45 en la fase de valoración de méritos y otros siete en la fase de valoración competencial.
Los calificadores de Jésica Rodríguez subrayaron su «marcada vocación y orientación al cliente» y que podía destacar «en cualquier contexto de intercambio o relación comercial». El tribunal de Tragasatec consideró que la joven podía resultar «idónea» en el desempeño de «funciones orientadas a generar y mantener relaciones duraderas y estratégicas con los clientes».

«Denota capacidad e interés por aprender cosas nuevas. Probablemente será capaz de aprender aquello que sea necesario para poder hacer bien trabajos o actividades nuevas. Aprovechará cualquier ayuda o oportunidad para mejorar cada día la formación de trabajo», insistieron los calificadores de Jésica Rodríguez. Para estos, la joven era «consciente» del papel que jugaba en defensa de los intereses de la compañía y que sería capaz de asumir su responsabilidad aunque pudiera necesitar ayuda para trabajos más exigentes.
La joven reconoció el pasado 27 de febrero en el Supremo que había estado contratada en dos entes públicos, pero que no acudía a trabajar. Un extremo que no advirtió la auditoría que presentó el ministro Óscar Puente en agosto. Los responsables la empresa pública de ingeniería negaron la versión de la expareja de Ábalos. Las comparecencias de esta semana en el Senado han revelado que estuvo adscrita a la presidencia de ADIF, por lo que dependería directamente de Isabel Pardo de Vera.
Investigación interna
El director general de Tragsatec, Juan Pablo González Mata, reconoció el martes en la comisión de investigación del caso Koldo que la contratación de la joven cumplió los requisitos de «publicidad, mérito, capacidad y concurrencia». Explicó que Jésica Rodríguez nunca fichó durante su contrato, aunque descargó la responsabilidad en ADIF: «Nos decía que estaba trabajando».
La empresa pública mantiene abierta desde octubre una auditoría. Por el momento, la investigación interna le ha costado el puesto a Caridad Martín Palacios, gerente de Desarrollo Rural y Política Forestal de Tragsa. Un día siguiente pasó por el Senado el presidente de Tragsa, Jesús Casas Grande, que aseguró que, de confirmarse, los hechos eran «lamentables para España y para la imagen de esta empresa; absolutamente asqueroso». El jueves fue el turno del ministro Luis Planas, que se desmarcó de la contratación de Jésica Rodríguez.